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“Ha sido de lo más injusto contra nuestro Gobierno. Es que, la discrepancia que yo tuve la Corte, que traté de manejarla argumentativamente, era porque para la Corte Suprema había sedición en el caso de los guerrilleros, pero no de los paramilitares. Ese es el origen de la discrepancia. Por favor, ¿de dónde sale la teoría de que estábamos en el trabajo de desacreditar a la Corte?”. Así defendió Álvaro Uribe a dos ex altos funcionarios de su Gobierno que hoy están en juicio por una supuesta estratagema para desprestigiar el trabajo del alto tribunal: el exsecretario de Prensa de Presidencia, César Mauricio Velásquez, y el exsecretario Jurídico, Edmundo del Castillo.
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El expresidente y exsenador, líder natural del Centro Democrático, fue llamado este 22 de junio como testigo en el juicio que enfrentan Velásquez y del Castillo por supuestas artimañas que habrían hecho, con apoyo del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). En concreto, se les investiga porque, supuestamente, en 2008, a mediados del segundo periodo de Uribe en la Presidencia, habrían conformado un complot contra el exmagistrado auxiliar de la Corte Suprema, Iván Velásquez, quien coordinaba las investigaciones por parapolítica en el alto tribunal.
El expresidente dijo que, si Velásquez y del Castillo tuvieron contactos con el DAS fue bajo el marco de sus funciones y por instrucciones concretas que él les dio. “Él no iba al DAS a hacer investigaciones, nada de eso. Simplemente fue por un tema que apareció en medios de comunicación siendo él secretario de Prensa y era nuestra obligación, como jefatura de Estado, interesarnos por ese tema”, dijo sobre Velásquez. Y, “dadas las funciones del DAS y las del secretario jurídico en relación con el presidente, me extrañaría que vivieran desvinculados, pero no conocí que Edmundo del Castillo fuera a hacer presiones al DAS, como han dicho algunos”, añadió.
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El interrogatorio del abogado de César Mauricio Velásquez se centró en un comunicado de prensa en la que se daba a conocer la versión del exparamilitar José Orlando Moncada, alias Tasmania, quien en una carta que llegó a Presidencia aseguraba estar recibiendo presiones del exmagistrado Velásquez para declarar contra Uribe. Esto resultó siendo falso y el abogado de Tasmania terminó condenado por los hechos. Asimismo, se descubrió que días antes de que apareciera esa carta, había estado en la casa de Nariño visitando a del Castillo y el exsecretario Velásquez otro exparamilitar, Pedro Antonio López Jiménez, alias Job, quien era la mano derecha de Don Berna.
“Yo procuraba siempre que la opinión pública conociera siempre qué pasaba en el Gobierno”, dijo el expresidente Uribe sobre la filtración de la carta de Tasmania a la prensa. En la carta, asimismo, se aseguraba que había una versión, según la cual, desde el Gobierno se estaba planeando el asesinato de otro exparamilitar, alias René. “Primero, yo no sabía quién era Tasmania. Imagínese mi tormento cuando leo que yo había orquestado el asesinato de un paramilitar desmovilizado”, añadió el expresidente en su declaración de este martes.
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“Yo no podía quedarme en silencio ante semejante acusación de que yo estaba fraguando el asesinato de un paramilitar. Por eso le pedí al doctor César Mauricio Velásquez que eso se publicara, sin más intención que mi angustia”, aseguró. Es decir, fue el expresidente quien dio la instrucción de publicar la información. Y aseguró que, contrario a lo que se ha dicho, no dio la instrucción de publicar por desprestigiar a la Corte Suprema, aunque reconoció que sí tenía una diferencia “argumentativa” con el alto tribunal.
En concreto, por la forma en que el alto tribunal había optado por reconocer delitos políticos en los guerrilleros, pero no en los paramilitares. Así, por ejemplo, ha pasado con la sedición. “Yo no soy partidario del delito político, eso es atenuante donde hay unas legislaciones que se van pareciendo a la dictadura. Pero ¿por qué esa diferencia entre paramilitares y guerrilleros? Los unos dirán: ‘estamos para cambiar el orden establecido’. Los otros dirán: ‘lo defendemos’”, añadió Álvaro Uribe.
Según dijo el expresidente Álvaro Uribe en el juicio, él primero se enteró de los rumores que lo vinculaban con el asesinato de René por su primo, el exsenador Mario Uribe, condenado por parapolítica. Aseguró que, preocupado, llamó al fiscal general de la época y al propio exmagistrado Velásquez. “Yo creí lo que me dijo Iván Velásquez, que eso no era cierto y entonces después apareció la carta (de Tasmania). Alguna tranquilidad me había dado el doctor Velásquez, pero la carta me devolvió la intranquilidad”.
Fue entonces, dijo Uribe, que ordenó que se diera a conocer que le había llegado esa carta. “Para producir un comunicado, César Mauricio Velásquez tenía que preguntar en la entidad, fuera el DAS o la que fuera, y contar con mi orden o mi instrucción. Una cosa es informarse sobre la noticia para elaborar un comunicado ordenado por mí, pero otra cosa es inmiscuirse en asuntos de seguridad, así como tampoco se inmiscuyó en asuntos de política educativa o económica”, explicó.