La Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia condenó al excongresista del Partido Liberal, César Augusto Pérez García, por el homicidio de Elkin de Jesús Martínez Álvarez, alcalde electo de Remedios (Antioquia) en mayo de 1988. El político tendrá que pagar que 23 años de prisión y fue inhabilitado para ejercer funciones públicas por 10 años. Además, el alto tribunal le negó a Pérez García la condena de ejecución condicional y la prisión domiciliaria.
El asesinato del alcalde Elkin Martínez está relacionado con la violencia política registrada en 1988, y la pérdida del poder del excongresista Pérez en los municipios del nordeste antioqueño, entre los cuales se encontraban Segovia y Remedios, y cuyos espacios políticos estaban siendo ocupados por miembros de la Unión Patriótica (UP). De acuerdo con la investigación, el excongresista contactó a los paramilitares Fidel Castaño y Henry de Jesús Pérez, jefes del grupo armado ilegal autodenominado Muerte a Revolucionarios del Nordeste (MRN), solicitando su ayuda para que expulsaran a los líderes de la UP de la zona.
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Fue así como Fidel Castaño y Henry Pérez hablaron con el excomandante paramilitar Alonso de Jesús Baquero Agudelo, alias el Negro Vladimir, para que se encargara de perseguir mediante amenazas de muerte a todos los que el excongresista consideraba sus contradictores políticos. En el marco de esta persecución, el 16 de mayo de 1988 ocurrió el asesinato de Elkin de Jesús Martínez Álvarez cuando se encontraba en la puerta de un hotel en Medellín (Antioquia) esperando un taxi.
En 2013, la Sala Penal de la Corte Suprema ya había condenado al expresidente de la Cámara de Representantes César Pérez a 30 años de prisión por su responsabilidad en la masacre de Segovia (Antioquia) registrada en noviembre de 1988. El excongresista fue encontrado culpable del delito de homicidio agravado por su participación en el asesinato de 43 campesinos militantes de la UP, y fue señalado por uno de los lugartenientes de alias el Negro Vladimir, de financiar la masacre con el objetivo de conseguir el control político en la región.
“Le pidió a Henry de Jesús Pérez y a Fidel Castaño que sacaran del camino a la izquierda de Segovia, municipio en el cual la mayoría de las personas apoyaban a la Unión Patriótica, para así tener el control político absoluto de su región”, precisó el paramilitar en su declaración. En su momento el excongresista negó conocer dichos testimonios en su contra, y se declaró extrañado incluso de la presentación de un documento de una comisión de la Fiscalía. Este informe recolectaba los señalamientos de los sobrevivientes de la masacre en Segovia, que acusaron a César Augusto Pérez de buscar alianzas con paramilitares.
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