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La Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema condenó al exfiscal Alfredo Bettín por el cartel del la toga luego de aprobar un preacuerdo en su contra. El trato quedó así: inicialmente, Bettín era procesado por prevaricato por omisión, pero ahora fue sentenciado por el delito —mucho menor— de abuso de autoridad.
Con este delito, la pena impuesta consiste en la pérdida de su trabajo como fiscal delegado ante esa alta corte, una inhabilidad de cinco años para ejercer cargos públicos y el pago de una multa de 50 salarios mínimos mensuales legales. A cambio de este beneficio, el exfiscal delegado tendrá que colaborar en los procesos en contra de los exmagistrados Francisco Ricaurte y Leonidas Bustos, el magistrado suspendido Gustavo Malo y el exgobernador del Valle del Cauca Juan Carlos Abadía.
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Para la Corte Suprema Justicia, es más que obvio que Bettín omitió su labor como fiscal delegado ya que pospuso por cerca de 3 años la imputación en contra del exgobernador Abadía, a pesar de que existía el material probatorio suficiente para imputarlo por un presunto escándalo de corrupción en un contrato para dotar de libros a varias bibliotecas del Valle del Cauca.
El nombre de Bettín se introdujo al escándalo del cartel de la toga cuando la Fiscalía le imputó cargos al exdirector de la Unidad Anticorrupción del ente investigador, Luis Gustavo Moreno. Según se supo entonces, Bettín habría trabajado de la mano del exmagistrado de la Corte Suprema Francisco Ricaurte, para entorpecer los procesos en contra de Juan Carlos Abadía, exgobernador del Valle del Cauca. Sobre este último, aún la Corte Suprema no ha abierto ningún proceso por el escándalo de corrupción.
Bettín, que estuvo 7 años como fiscal delegado, tuvo desde 2011 en su despacho el caso del exgobernador del Valle del Cauca Juan Carlos Abadía. Según la corte Suprema, el fiscal desde 2013 tenía los elementos suficientes para poder llamar a imputación al exgobernador. Sin embargo, por pedido de Ricaurte, que era muy cercano a Bettín, se pospuso esta diligencia por cerca de 3 años. Tiempo en el que el ahora condenado tampoco permitió que fuera archivado el proceso.
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Los fiscales de apoyo ya habían presentado un borrador de imputación en contra del exgobernador del Valle del Cauca, pero el fiscal Bettín no convocó a la diligencia bajo el argumento de que se necesitaban ordenar más pruebas. Asimismo, el fiscal le habría dado largas al asunto al convocar a Abadía a interrogatorio en tres oportunidades distintas.
Ya en 2016, el responsable de los fiscales delegados, el hasta hace unos días fiscal encargado Fabio Espitia, le pidió cuentas a Bettín y los cuestionó por sus demoras para formular imputación en contra de Juan Carlos. El fiscal Bettín dio sus explicaciones y procedió a realizar la imputación, diligencia que solo se llevó a cabo en marzo de 2017, fecha que estaba por fuera del plazo de tres años que tenía el funcionario del ente acusador para presentar la imputación. Esto debido a que, como se dijo anteriormente, tenía desde 2013 las pruebas suficientes para tener la inferencia razonable de que el gobernador habría participado en el entramado de corrupción.
Según testimonios de Luis Gustavo Moreno, Bettín fue la ficha del exmagistrado Fernando Ricaurte para frenar la imputación en contra de Juan Carlos Abadía. Sin embargo, el fiscal delegado, según Moreno, no sería miembro del entramado conocido como el cartel de la toga ya que nunca recibió dinero por sus acciones. El fiscal cartagenero habría actuado de forma irregular bajo presión de Ricaurte, debido a que el exmagistrado le habría prometido ayuda con el magistrado Gustavo Malo para que permaneciera en el cargo en el que estaba desde hace casi una década.
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Para el alto tribunal, Alfredo Bettín fue responsable de prevaricato por omisión al engavetar el llamado de imputación de juan Carlos Abadía por cerca de tres años. Sin embargo, con el preacuerdo con el que llegó con la Fiscalía, Bettín aceptó su responsabilidad en dicho crimen y le fue endilgado el delito de abuso de autoridad, un delito que apenas implica una multa y la pérdida de su trabajo.
Además de esta condena, mucho menor a la que se enfrentaría por el delito que le fue imputado, Bettín tendrá que colaborar en los procesos en contra de Juan Carlos Abadía y varios de los miembros del cartel de la toga. De acuerdo con el defensor de Bettín, el exfiscal delegado se compromete a participar en el caso contra el exgobernador y dar un testimonio en el que se evidencie que desde 2013 podía proferir imputación pero que esta fue frenada bajo la influencia de Ricaurte.
Por otro lado, en el caso Ricaurte, Alfredo Bettín ya ha venido colaborando desde el año pasado. El 11 de noviembre pasado, Bettín declaró durante más de dos horas sobre el manejo que dio a la investigación contra el exgobernador Abadía por su supuesta participación en las irregularidades en un contrato de distribución de textos escolares durante su administración, denominado “caso Bibliotecas”.
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El testigo dijo que a finales de 2013 se hizo un proyecto de imputación de cargos en contra de Abadía y apenas en marzo de 2017 se realizó esta audiencia. La demora habría sido por acción de Francisco Ricaurte. Ricaurte “me preguntó que ese caso cómo estaba y yo le dije que ese ya estaba para imputación. (...) Posteriormente él me dice: ‘Hombre, Gustavo Moreno estudió el caso, e incluso, el cliente (Abadía) nos comentó que él actuó de buena fe en esa contratación’ (...) y yo le dije que no podía hacer nada, que eso se iba a imputación”, contó Bettín.
El exfiscal señaló en el juicio que el retraso había sido producto de las peticiones hechas por Moreno a través de Ricaurte, para que el exgobernador ampliara su versión del caso, se aportara más documentación y se estudiara una solicitud de archivo del proceso. No imputó cargos “a instancias de lo que Ricaurte me decía sobre escuchar a Abadía y que no me afanara y no se tomara una decisión apresurada”, dijo el testigo.
En el caso del magistrado Gustavo Malo, el fiscal bettín también testificó, pero en este caso aseguró que no tenía conocimiento de la participación del togado en el caso que lo compete, que es el de Juan Carlos Abadía. Con su testimonio, Bettín negó tener conocimiento sobre los hechos por los que hoy es enjuiciado Malo y que este tampoco participó o medió en el proceso en contra del exgobernador Abadía.