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El pasado miércoles 29 de marzo, el juzgado quinto penal del circuito emitió sentencia enviando a la cárcel a Édgar Ramírez Martínez, exvicepresidente de la empresa mexicana Cemex en Colombia, y Eugenio Correa Díaz, intermediario. La justicia los señaló de haber estado involucrados en la adquisición irregular de un terreno para la construcción de la planta de cemento en Maceo (Antioquia).
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Ramírez Martínez, quién había sido denunciado por el abogado de la propia cementera, el penalista Jaime Granados, fue sentenciado a 15 años y un mes de cárcel por los cargos de administración desleal, enriquecimiento ilícito y falsedad en documento privado. Por su parte, Correa recibió una condena mayor: a 20 años de cárcel por los delitos de enriquecimiento ilícito de particulares, lavado de activos y falsedad en documento privado.
Además, la sentencia ordenó investigar a familiares de Correa por presunto lavado de activos. Actualmente, la Sociedad de Activos Especiales (SAE) está administrando el bien y cuenta con autorización ambiental de Corantioquia para finalizar su construcción.
El lote que compraron los dos señores era propiedad de José Aldemar Moncada, quien fue procesado por un millonario desfalco a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) y murió en 2017 producto de un extraño atentado en Medellín. El terreno que Moncada le vendió a la famosa cementera se encontraba vinculado a un proceso de extinción de dominio por las autoridades, hecho por el cual no podía ser negociado.
(En contexto: Ficha clave del “zar de la chatarra” fue asesinado en Medellín)
Los dos exdirectivos de la empresa cementera tenían conocimiento de la situación y aun así adelantaron la venta del mismo al representante de C.I. Calizas y Minerales. La investigación determinó que la cementera pagó $40.000 millones por el terreno, dinero que llegó directamente a las cuentas personales de Correa Díaz, y lo distribuyó entre sus socios de este negocio ilícito.
En abril de 2022, El Espectador conoció una denuncia en la que tres hermanos campesinos: Héctor Javier, Carlos Mario y Adolfo León Ochoa Restrepo, dicen ser, desde 1984, los titulares de la tierra en donde está la codiciada mina de cemento y afirmaron haber sido estafados por Moncada y Cemex, en maniobras que llevaron a que perdieran el control de la tierra y de las empresas que crearon para explotar la mina.
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