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La Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia escuchó a la excongresista prófuga Aida Merlano. Con una condena en sus espaldas de casi 11 años de prisión, y desde Venezuela, Merlano entregó su testimonio sobre el segundo proceso que tiene en contra por presunta violación de topes o límites electorales. No dio pistas de declararse culpable; señaló a la familia Char por poner hasta $18.000 millones, de dinero público, para compra de votos; y mencionó que dineros irregulares habrían entrado a la campaña presidencial de Iván Duque en 2018.
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“El señor Alejando Char entregó el valor de $18.000 millones. Entre esos va incluido los $7.000 millones que entregó su papá (Fuad Char) por medio del banco de Serfinanza (propiedad de la familiar Char). Los entregó mediante el contratista Faisal Cure, que colocó $6.000 millones para la compra de votos de la candidatura de Aida Merlano y de Lilibeth Llinás. Y la otra parte, $12.000 millones, correspondientes a la deuda de la comisión de los Arroyos en Barranquilla, más la avenida del Río y el Malecón”, fue uno de los señalamientos que dejó Merlano en audiencia.
La investigación en contra de la excongresista, que le podría acarrear una segunda condena, nació, precisamente, del primer expediente por compra de votos en la costa. Además de ello, Merlano habría buscado darle apariencia de legalidad, sin que los tuviera, a los movimientos financieros que realizó durante su campaña al Senado en 2018. Según las pesquisas, el dinero que terminó en sus bolsillos superó ampliamente los topes definidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) que, en esa época, imponía un límite de $884 millones.
Antecedentes: Aida Merlano entregará versión sobre su segundo expediente judicial
En principio, Aida Merlano señaló que la investigación por el delito de violación de topes electorales sería inviable, dado que ya fue condenada por corrupción al sufragante y concierto para delinquir. Un caso que inició luego del allanamiento a la “Casa Blanca”, en marzo de 2018, que era la sede de campaña que compartía con Lilibeth Llinás. Entonces, las autoridades encontraron documentos que probaron todo un engranaje de compra de votos en la costa, a través de coordinadores que se encargaban de convencer a un determinado número de ciudadanos en puntos clave del Atlántico.
Aunque Merlano aseguró que los Char habrían fortalecido su campaña con hasta $18.000 millones, dijo que, en realidad, a su proyecto solo ingresaron $600 millones. Es decir, $280 millones por debajo del máximo que la ley permite. Agregó que tendría cómo probar que la contabilidad la favorecía, pero los documentos resultaron dañados el 11 de marzo de 2018, cuando las autoridades irrumpieron en la “Casa Blanca”. Ese día, aseguró, se llevaron papeles y memorias que contenían la verdadera contabilidad que se llevó en su campaña al Senado.
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Durante las preguntas del magistrado Caldas, Merlano intentó ambientar una hipótesis con la cual probar que su campaña fue utilizada para presuntamente camuflar dineros públicos mal utilizados. Aseguró que, en septiembre de 2017, en la “Casa Blanca” se adelantó el proyecto de recolección de firmas para la candidatura presidencial de Germán Vargas Lleras. Luego, a finales de ese año, supuestamente el precandidato presidencial Alex Char, antiguo alcalde de Barranquilla, se habría ofrecido a financiar su campaña, porque el empresario Julio Gerlein decidió no apoyarla.
Merlano agregó que Gerlein, antigua pareja sentimental, tenía deudas con Alex Char, por unos contratos públicos que supuestamente habrían sido entregados a dedo por la administración Char en el Atlántico. Merlano fue enfática en la palabra “coimas”, incluso por la creación de la Avenida del Río y de Los Arroyos en Barranquilla. Ambas familias habrían tranzado una alianza para fortalecer económicamente la campaña de Merlano, quien significaba una ficha importante para Cambio Radical.
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No obstante, según la versión de Merlano, de esa alianza nunca entró dinero directamente a su campaña porque el empresario Julio Gerlein en realidad habría engañado a los Char. “Él lo que hizo fue fingir que me estaba entregando un dinero a mí, porque ese dinero pertenecía a Alejandro Char por las coimas. Era una retribución. Él se saldó la deuda completica con un dinero que no llegó a mi campaña, que él asegura a Alejandro habérmelo entregado. Esos dineros se utilizaron para saldar deudas para ponerse al día con los contratos que se entregaron en la ciudad de Barranquilla”, agregó.
Según la tesis de Merlano, el empresario Gerlein habrían dado órdenes para camuflar el dinero a su escolta y conductor Hans Ricardo López, quien supuestamente se encargó de llevar a personas a cambiar cheques para levar dinero a las oficinas de su jefe. “Entregaré estas pruebas una vez exista una compulsa de copias, que creo que es lo más probable, para yo probar que existe un carrusel de contratación en el Atlántico, con fines políticos, para mantener una hegemonía en el país”, explicó. Además, se quejó del trato recibido por parte de los medios de comunicación: “Ni contra Pablo Escobar fueron tan implacables”.
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“En cuanto a lo de mi financiación de campaña, tengo mi conciencia tranquila, que los gastos como tal no excedieron los $600 millones. Si vamos a meter la compra de votos, entonces estamos legitimando la compra de votos como un acto normal en gastos de una campaña. Sí salieron $18.000 millones de contratos del distrito, con la finalidad de corromper al sufragante, desviar recursos para seguir manteniendo el poder y que, de hecho, parte de esos dineros después hicieron parte de la campaña presidencial del candidato Duque. Le entregaron $6.000 millones”, concluyó.
En el pasado, el magistrado Caldas recibió el testimonio de Vanessa Merlano, hermana mayor de la excongresista. Dijo bajo juramento que el manejo financiero de la campaña estaba en manos de Julio Gerlein. “Él mismo iba al comando, movía a la gente. Él era el que giraba el dinero para que ella hiciera lo necesario”, resaltó y añadió que tenía conocimiento de esos movimientos porque trabajaba de la mano con Gerlein en una concesión del aeropuerto.
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De hecho, en febrero pasado la defensa de Merlano, representada por el abogado Miguel Ángel del Río, puso en una posición incómoda al empresario barranquillero Gerlein. En uno audio revelado al público, supuestamente Gerlein le dice a Merlano que había puesto $12.000 millones para su campaña, más un dinero extra que les entregó Servifinanza (propiedad de la familia Char). En la grabación, Merlano le responde a quien sería Julio Gerlein que Alejandro Char, quien aspiró a la presidencia esta jornada electoral, también había acordado dar dinero para su campaña.
Vanessa Merlano, reseñó ante el magistrado Caldas que “lass minucias de su campaña nunca las hablamos. No sabía qué se gastó o no. Sé que eso contrae gastos y financiación porque lo veo, pero no sé en detalle. El señor Gerlein fue quien financió la campaña (…) Yo sabía todas las cosas que él estaba girando. Necesitaban publicidad y giraba los cheques (…) Él giraba los cheques a los promotores de los servicios. Él era el que giraba todo, pagaba todo. Sé que todo en cuestión de dinero lo manejaba él”.
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Rafael Rocha, un comerciante que está colaborando con la Fiscalía, es otro de los testimonios que el togado Caldas tiene en su poder. Aseguró que Merlano, en su campaña, gastó más de $12.500 millones y que eso significaba que había sobrepasado el tope estipulado por el Consejo Nacional Electoral. En el expediente también reposan los testimonios de oficiales de la Policía que estuvieron presentes en el allanamiento a la Casa Blanca, la sede política que fue intervenida por la Fiscalía cuando se destapó que había una empresa criminal que compró votos en la costa Atlántica para favorecer a Merlano.