Exjefes de las Farc disidentes del Acuerdo responden al rechazo por su regreso a las armas
Con un comunicado, la “nueva guerrilla” aparentemente liderada por “Iván Márquez” revela que estaría abierta a una “coalición” que impulse un “nuevo diálogo”.
Redacción Judicial
El video de 32 minutos en el que Iván Márquez lee un extenso discurso con el que anuncia que vuelve a las armas junto a Romaña, Jesús Santrich, El Paisa y otros jefes de la extinta guerrilla de las Farc, causó un rechazo total de todas las orillas políticas. La “nueva guerrilla” liderada por Márquez decidió, entonces, pronunciarse sobre los señalamientos en su contra y deja entrever que está abierta al diálogo, pero al parecer pone como condición una Constituyente.
(En contexto: Ivan Márquez anuncia que retoma las armas)
A través de una carta abierta firmada “desde las montañas de la Colombia insurgente” por las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), el autodenominado “Nuevo Poder” que reúne a varios de los excomandantes de la extinta guerrilla reiteró que los supuestos incumplimientos al Acuerdo fueron lo que los llevaron a retornar a las armas. En sus palabras, los excombatientes que volvieron a la guerra dijeron: “La historia de traiciones padecida, no deja otra alternativa”.
A todos los nombres mencionados en la carta, les reconocen “que se convirtieron en fuego moral de la causa de la reconciliación” y les dicen que esperan encontrarlos “en esa gran coalición de fuerzas de la vida, de la justicia social y la democracia que impulse un nuevo diálogo para lograr la verdadera paz definitiva, estable y duradera”. Para lograrlo, dicen, se debe tener “como premisa que solo a través de un Proceso Constituyente Abierto y un Gobierno Alternativo impregnado de humanismo, podremos allanar el camino hacia un escenario de convivencia en el que se prioricen los intereses del pueblo y el verdadero desarrollo nacional”.
(Le puede interesar: Realzados en armas: los coletazos del anuncio de "Iván Márquez")
El texto consiste en una serie de reconocimientos a todos los actores que entraron a tomar parte en el Acuerdo: los países garantes, los movimientos sociales, los congresistas que han defendido la paz y hasta a las fuerzas militares, entre otros. Y finaliza con una estocada a lo que los disidentes llaman el “Bloque de Poder Dominante”, una “clase oligarca que siembran guerras para que las libren otros”, a la cual le endilgan todos los tropiezos que, según ellos, ha tenido la implementación de lo pactado en La Habana en el gobierno Santos.
Los entes internacionales que vigilan el Acuerdo, como Naciones Unidas, la Unión Europea y los países garantes —Cuba, Noruega, Venezuela y Chile—, han rechazado tajantemente el regreso a las armas de Márquez y sus hombres y han reiterado su compromiso con los excombatientes que sí cumplen con el Acuerdo. Los reincidentes les responden, por ejemplo: “Esperamos que en el futuro podamos encontrarnos nuevamente bajo circunstancias en las que la contraparte (el Estado) actúe sin la perfidia con que lo hizo en este sentido intento de reconciliación que volvió trizas”.
(Lea también: ¿Quiénes son los comandantes de las Farc que acompañan a Iván Márquez?)
Además, la carta de la autodenominada “Reunión Extraordinaria de Comandantes” reconoce la labor de movimientos como Defendamos La Paz (DLP) —quienes también rechazaron el anuncio de la continuación de la guerra—, así como la de todo el “universo de inconformes”. A ellos les dicen que “ojalá sea la paz total que involucre a todos los actores armados y forje un Nuevo Gobierno Alternativo que salve al país de la crisis general”. Y les envían un mensaje al Partido Comunista, a la Unión Patriótica y a otras facciones políticas cercanas: “Si somos revolucionarios tarde o temprano nos tendremos que encontrar en el camino”.
En el texto hay también un “saludo” a los “hombres y mujeres de esta patria, que creen que otra Colombia es posible y que decidida y evidentemente han bregado y siguen peleando con paciencia e inteligencia por la paz”. Entre algunos nombres mencionados, están los de los congresistas Iván Cepeda, Álvaro Leyva, Roy Barreras, Gustavo Petro, Ángela María Robledo, Angélica Lozano, Jorge Enrique Robledo, Antonio Sanguino y Aida Avella; la exsenadora Piedad Córdoba, el exministro Juan Fernando Cristo, el expresidente Ernesto Samper, el escritor Alfredo Molano, el padre Bernardo Hoyos, la exiliada política Imelda Daza, entre otros.
El video de 32 minutos en el que Iván Márquez lee un extenso discurso con el que anuncia que vuelve a las armas junto a Romaña, Jesús Santrich, El Paisa y otros jefes de la extinta guerrilla de las Farc, causó un rechazo total de todas las orillas políticas. La “nueva guerrilla” liderada por Márquez decidió, entonces, pronunciarse sobre los señalamientos en su contra y deja entrever que está abierta al diálogo, pero al parecer pone como condición una Constituyente.
(En contexto: Ivan Márquez anuncia que retoma las armas)
A través de una carta abierta firmada “desde las montañas de la Colombia insurgente” por las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), el autodenominado “Nuevo Poder” que reúne a varios de los excomandantes de la extinta guerrilla reiteró que los supuestos incumplimientos al Acuerdo fueron lo que los llevaron a retornar a las armas. En sus palabras, los excombatientes que volvieron a la guerra dijeron: “La historia de traiciones padecida, no deja otra alternativa”.
A todos los nombres mencionados en la carta, les reconocen “que se convirtieron en fuego moral de la causa de la reconciliación” y les dicen que esperan encontrarlos “en esa gran coalición de fuerzas de la vida, de la justicia social y la democracia que impulse un nuevo diálogo para lograr la verdadera paz definitiva, estable y duradera”. Para lograrlo, dicen, se debe tener “como premisa que solo a través de un Proceso Constituyente Abierto y un Gobierno Alternativo impregnado de humanismo, podremos allanar el camino hacia un escenario de convivencia en el que se prioricen los intereses del pueblo y el verdadero desarrollo nacional”.
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El texto consiste en una serie de reconocimientos a todos los actores que entraron a tomar parte en el Acuerdo: los países garantes, los movimientos sociales, los congresistas que han defendido la paz y hasta a las fuerzas militares, entre otros. Y finaliza con una estocada a lo que los disidentes llaman el “Bloque de Poder Dominante”, una “clase oligarca que siembran guerras para que las libren otros”, a la cual le endilgan todos los tropiezos que, según ellos, ha tenido la implementación de lo pactado en La Habana en el gobierno Santos.
Los entes internacionales que vigilan el Acuerdo, como Naciones Unidas, la Unión Europea y los países garantes —Cuba, Noruega, Venezuela y Chile—, han rechazado tajantemente el regreso a las armas de Márquez y sus hombres y han reiterado su compromiso con los excombatientes que sí cumplen con el Acuerdo. Los reincidentes les responden, por ejemplo: “Esperamos que en el futuro podamos encontrarnos nuevamente bajo circunstancias en las que la contraparte (el Estado) actúe sin la perfidia con que lo hizo en este sentido intento de reconciliación que volvió trizas”.
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Además, la carta de la autodenominada “Reunión Extraordinaria de Comandantes” reconoce la labor de movimientos como Defendamos La Paz (DLP) —quienes también rechazaron el anuncio de la continuación de la guerra—, así como la de todo el “universo de inconformes”. A ellos les dicen que “ojalá sea la paz total que involucre a todos los actores armados y forje un Nuevo Gobierno Alternativo que salve al país de la crisis general”. Y les envían un mensaje al Partido Comunista, a la Unión Patriótica y a otras facciones políticas cercanas: “Si somos revolucionarios tarde o temprano nos tendremos que encontrar en el camino”.
En el texto hay también un “saludo” a los “hombres y mujeres de esta patria, que creen que otra Colombia es posible y que decidida y evidentemente han bregado y siguen peleando con paciencia e inteligencia por la paz”. Entre algunos nombres mencionados, están los de los congresistas Iván Cepeda, Álvaro Leyva, Roy Barreras, Gustavo Petro, Ángela María Robledo, Angélica Lozano, Jorge Enrique Robledo, Antonio Sanguino y Aida Avella; la exsenadora Piedad Córdoba, el exministro Juan Fernando Cristo, el expresidente Ernesto Samper, el escritor Alfredo Molano, el padre Bernardo Hoyos, la exiliada política Imelda Daza, entre otros.