Expertos analizan acciones del Eln en plena negociación ¿Hay doble discurso?
Un atentado con explosivos en Saravena (Arauca) dejó un militar herido y destrozos en el cantón militar San Jorge. Expertos consideran que el Eln buscaría hacer sentir su presencia con violencia, lo cual sería un contrasentido, pues hace solo unos días, en México, hablaron de paz y fraternidad para las comunidades con menos presencia estatal.
El proyecto de “paz total” que construye el gobierno Petro tiene sus grietas. Mientras el Clan del Golfo es señalado por el mismo presidente avivar violentamente el paro minero en Antioquia y Córdoba, el Eln fue responsabilizado este martes, por el Ejército Nacional, por el atentado que anoche padecieron los militares del cantón San Jorge de Saravena (Arauca). En el ataque resultó herido con esquirlas un mayor del Ejército, quien tuvo que ser evacuado a un centro médico. Parte de la infraestructura del cantón fue destruida, como informó la Octava División militar.
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El proyecto de “paz total” que construye el gobierno Petro tiene sus grietas. Mientras el Clan del Golfo es señalado por el mismo presidente avivar violentamente el paro minero en Antioquia y Córdoba, el Eln fue responsabilizado este martes, por el Ejército Nacional, por el atentado que anoche padecieron los militares del cantón San Jorge de Saravena (Arauca). En el ataque resultó herido con esquirlas un mayor del Ejército, quien tuvo que ser evacuado a un centro médico. Parte de la infraestructura del cantón fue destruida, como informó la Octava División militar.
En contexto: Ataque con explosivos al cantón militar de Saravena dejó a un militar herido
Hace tan solo cuatro días, Pablo Beltrán, jefe de las negociaciones del Eln en México, aseguró ante la comunidad internacional que las conversaciones de paz servirán para “generar una alianza político social para realizar las transformaciones que necesita nuestro país, y pasar la página de una trágica realidad nacional”. Todo mientas, el Eln proponía una agenda clara y cuyo norte pretende ser el diálogo con las comunidades, entre ellas las de Arauca, donde tiene el bastión de su poder el Frente de Guerra Oriental.
Pero, ¿cómo explicar el ataque con explosivos al cantón militar en plenas negociaciones de paz? Y, para no ir más lejos, el secuestro y posterior liberación en Arauca del sargento Libey Danilo Bravo, de quien el mismo Eln aseguró que no respondía por lo que podía pasar en febrero pasado. Según el investigador Luis Eduardo Celis, integrante de la Fundación Paz y Reconciliación, la respuesta es clara: “La razón es reafirmar que son una fuerza actuante en Arauca. Que están presentes y con capacidad e iniciativa. Y todo en el marco de la apertura de la mesa de diálogo”, señaló.
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A esa postura adhirió un investigador en terreno del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), quien pidió proteger su nombre. Es altamente probable que sea un ataque dirigido por el Eln, por el armamento usado, el objetivo y la zona, en la cual ha hecho presencia desde hace décadas. Para la fuente, es cuestión de horas que asuman su responsabilidad, dado que, como organización de carácter político, suelen legitimar sus acciones contra instituciones del Estado en las reglas del Derecho Internacional Humanitario. Justificándose en que no involucraron civiles y que los militares, cuyas vidas están en riesgo, son, “con toda la frialdad del caso”, un blanco legítimo.
“Lo trágico y tensionante del momento es dificultad que supone negociar la paz, mientras se continúa con la guerra. Son dos marcos de acción que son netamente contradictorios. Existe una demanda ciudadana de acabar la guerra y de que no se prolongue, a través de la negociación. En medio de ese proceso, lo que demanda la sociedad es particularmente importante que existan acciones de paz. O voluntad de mostrar esas intenciones. Esa tensión la soluciona el hecho de que haya un cese bilateral al fuego”, señaló el investigador del Cinep.
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Una de las promesas del Eln en México fue avanzar en un real cese bilateral al fuego. A principio de año, el presidente Petro dio a entender que ese mecanismo de tregua, por así decirlo, estaba claro. Semanas después, la comandancia del Eln desmintió a la Presidencia, lo cual significó una grieta con esa guerrilla en el marco de la búsqueda de la “paz total”. Expertos coinciden en que el Gobierno debe inducir a la guerrilla a que, si bien está amparada por el DIH, reduzca sus ofensivas militares para suprimir el sentimiento de zozobra en esas comunidades controladas históricamente.
Para que eso sea una realidad, el investigador Celis propone que las negociaciones de paz sean lo suficientemente atractivas para los guerrilleros. Sobre todo, teniendo en cuenta que las firmadas por las extintas Farc significaron dejar por fuera de la ecuación la cárcel. Y entender que, como grupo con iniciativa política, está demandando cambios para la región. “Si no va a haber cosas importantes para el territorio, no creo que haya frutos. Temas fundamentales en Arauca que muevan a su sociedad en positivo, como el campesinado, el saneamiento básico, el acceso a la educación y la conectividad, porque las vías hacia Saravena en invierno son intransitables”, agrega Celis.
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El Eln explicó que el “Acuerdo de México” servirá para que en la nueva temporada de negociaciones, en Cuba, se incluya a la mayor parte de la sociedad civil. Y buscar “transformaciones para la paz”, que incluyen políticas públicas para superar la pobreza, la exclusión, la corrupción y la “degradación ambiental”. Sin embargo, paralelamente, las acciones militares continúan contra las fuerzas de seguridad del Estado y se las atribuyen públicamente, en lo que parece ser una demostración de poder. Casi como una “paradoja de la guerra”, según concluyó el investigador del Cinep, que el gobierno de Gustavo Petro debe sortear si quiere ver materializada en realidad su propuesta de paz.
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