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La senadora Piedad Córdoba, quien en la presente legislatura hizo parte del Pacto Histórico, falleció este sábado 20 de enero en Medellín. Así lo confirmó la clínica Conquistadores de la capital antioqueña. Se trata de una de las políticas con mayor trayectoria en la historia del legislativo colombiano y una de las representantes del Partido Liberal con mayor tiempo deliberando en el Congreso.
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Asimismo, Piedad Córdoba es reconocida por su trabajo en la liberación de policías secuestrados a manos de las extintas FARC. Además de diversos líos judiciales en los que quedó inmersa por cercanía a los guerrilleros, que incluso le valieron un proceso abierto en la Corte Suprema de Justicia.
Según información conocida por Noticias Caracol, los escoltas de la senadora la encontraron esta mañana en su apartamento en la capital antioqueña con dificultades de salud y, de inmediato, fue trasladada a una clínica asistencial. La clínica Conquistadores agregó que llegó sin signos vitales y, aunque se intentó una reanimación cardio pulmonar, la maniobra médica no tuvo efectos.
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Este diario pudo confirmar que, además, tan solo anoche 19 de enero terminó su jornada laboral sin complicaciones junto a su equipo. Sin embargo, hasta el momento las versiones conducen a que sufrió un infarto.
El presidente Gustavo Petro, a través de su cuenta de X, antes Twitter, lamentó el hecho: “Como congresista la conocí y como senadora murió. Una verdadera liberal ha muerto”, aseguró.
Piedad Córdoba fue una mujer golpeada por un época y una sociedad. Luchó toda su vida madura por una sociedad más democrática. Su cuerpo y su mente no resistieron la presión de una sociedad anacrónica, que aplaudía los ajustamientos de jóvenes, que odiaba el dialogo y la paz,…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 20, 2024
Piedad Córdoba fue edil, concejal, diputada, representante a la Cámara y senadora de la República. La mayoría de su trayectoria se enmarca en el Partido Liberal, partido político del cual fue miembro desde los ochenta hasta 2010. Fue abogada de profesión y especialista en Derecho Laboral, Organizacional y en Opinión Pública y Mercadeo.
Congreso Visible, de la Universidad de los Andes, recopiló su recorrido en una biografía de la función pública. Córdoba inició su carrera profesional en 1984, cuando fue contratada en la Contraloría Municipal de Medellín. Para 1988, obtuvo su primer cargo de elección popular, al ser elegida edil. En poco tiempo alcanzó un puesto en el Concejo de Medellín.
“En 1994, William Jaramillo (padre político de Córdoba, del ala liberal) anuncia que no buscará la reelección como senador, y Piedad Córdoba se convierte en la heredera de su corriente política, siendo elegida senadora de la República por primera vez para el periodo 1994-1998″, se lee en la biografía.
Entre sus principales apuestas estuvo defender proyectos de equidad de género, visibilizar a las minorías étnicas y salidas negociadas para el conflicto armado. Justamente, por esto último fue reconocida como una voz activa para el Estado colombiano, que le llevó a ser secuestrada por las Autodefensas de Carlos Castaño, en 1999. Su trabajo legislativo la llevó a ocupar la presidencia de la Dirección Nacional Liberal, en 2003.
En 2007, Córdoba fue nombrada por parte del gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe como mediadora para lograr la liberación de secuestrados por parte de las FARC. Se le reconoció, entre otros resultados, asociarse con el expresidente venezolano Hugo Chávez para la libertad de políticos, policías y militares.
Justo por su participación en esos procesos de negociación, Córdoba quedó señalada en procesos judiciales. Por ejemplo, uno de sus asesores, Andrés Vásquez, confesó a la Fiscalía que la senadora era conocida como alias “Teodora” y que “habría capitalizado políticamente la entrega de secuestrados hasta el punto de conseguir que las liberaciones de Íngrid Betancourt y de los tres contratistas estadounidenses se retrasaran”. Todo con fines de llegar a la presidencia de la República.
En la Corte Suprema de Justicia, Piedad Córdoba tenía unos pendientes por investigaciones relacionadas con Farc-política e, incluso, enriquecimiento ilícito, como lo dejó conocer la magistrada Cristina Lombana a finales del año pasado. El mismo periodo en que su hermano, Álvaro Córdoba, aceptó culpabilidad por narcotráfico en Estados Unidos.
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