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El 8 de febrero de 2008 es la fecha que cambió por siempre la vida de la lideresa Alfamir Castillo. Fue ese día cuando al menos siete militares del Batallón 57 “Mártires de Puerres” asesinaron a su hijo, Darbey Mosquera, y al joven Alex Ramírez, a quienes hicieron pasar como criminales en la vereda Java, de Manizales. 14 años después, la Tercera Brigada del Ejército ofrecerá disculpas por ambos homicidios, los cuales están en el expediente contra el general (r) Mario Montoya en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
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El acto simbólico de reparación se llevará a cabo en el Parque Simón Bolívar de Pradera (Valle del Cauca). Justo fue ese municipio donde ambas víctimas fueron reclutadas, con promesas de trabajo bien remuneradas, para luego ser acribilladas en el marco de una operación que jamás existió: Misión táctica 19 fénix. Siete militares fueron condenados en 2014 por homicidio, sin embargo, sus casos llegaron a la JEP y en la actualidad están libres mientras son procesados bajo las normas de la justicia transicional.
“En el acto de excusas públicas, se espera un reconocimiento pleno por parte de la Tercera Brigada sobre las prácticas metódicas del Ejército Nacional con las que se cometieron decenas de ejecuciones contra civiles, así como también, se espera un reconocimiento sobre las consecuencias padecidas por los familiares en su lucha contra la impunidad y de la cual se han generado persecuciones, amenazas y atentados, sin que hasta el momento se haya logrado justicia y verdad”, explicó la Red de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos, la cual representa a Castillo.
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No obstante, tuvieron que pasar dos años para que el ofrecimiento de disculpas pudiese llevarse a cabo tras orden judicial. De acuerdo con fuentes cercanas al proceso, al parecer fue difícil concertar una reunión con el Ejército para efectuar el acto simbólico. La justicia nacional ordenó la reparación en mayo de 2019, tras sentencia administrativa del Consejo de Estado, la cual declaró responsable a la Nación y al Ejército por las muertes de Castillo y Ramírez.
Darbey Mosquera, de acuerdo con Movice, inició su vida labora en la informalidad con 16 años, para cuando vendía ropa al lado de su padre. Con 20 años, incluso, prestó servicio militar. Sobre Alex Hernando Ramírez, se sabe que fue arquero de la selección de fútbol del municipio, en la categoría pre-juvenil. “Durante 6 años se dedicó a la labor de perforación para instalación de tuberías de gas, razón por la cual acepto el llamado del falso contratista que lo llevo engañado lejos de su casa para ser asesinado por el Ejército”, agregó el movimiento de víctimas.
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El mayor (r) Josue Yobanny Linares es uno de los enjuiciados por ambos crímenes. En mayo de 2021 logró ser admitido en la JEP, la cual lo procesa por homicidio agravado. Antes de ello había sido llamado a juicio por la Fiscalía, la cual presentó en acusación que el Batallón 57 “Mártires de Puerres” era un grupo especial contraguerrilla. Había estado previamente en la zona, con el objetivo de apoyar las labores contra extorsionistas y miembros de bandas criminales. Sin embargo, el CTI de la Fiscalía logró demostrar que las muertes de Mosquera y Ramírez fueron producto de una puesta en escena.
“Cuando las víctimas fueron emboscadas por los miembros del ejército nacional no estaban realizando ninguna conducta punible, no se daba la situación de flagrancia, tampoco se observa que se den las características de un combate armado, por lo tanto, la patrulla militar no estaba autorizada por la Constitución ni por la ley para atacarlos y quitarles la vida. El mayor Josue Yobbany Linares fue quien dio la orden de ejecutar tal acción, se reunió con compañeros suyos con el fin de organizar y planear el crimen”, se lee en el documento de la JEP.
::El 29 de mayo de 2014, el Tribunal Superior de Manizales condenó a los militares Jose Harbey Peña, Carlos Eduardo Mogrovejo, Javier Albeiro Dorado, Deimar José Ipia, Germán Bermúdez, Robinson Ruiz y Alonso Iván Palacios, por los delitos de homicidio agravado por el asesinato de Darbey Mosquera y Alex Hernando Ramírez. Uno de los reclutados sobrevivió, pero no quiere hablar de su caso::
La muerte de Darbey Mosquera Castillo es uno de los 104 expedientes por homicidio que la Fiscalía pretendía imputar al general (r) Mario Montoya el año pasado. El ente investigador quiso iniciar una investigación contra el comandante del Ejército, entre 2006 y 2008, por falsos positivos atribuidos a cuatro divisiones en un mismo número de regiones del país. Al final, el Tribunal Superior de Bogotá decidió que la hipótesis criminal contra Montoya es competencia de la JEP, donde no ha sido imputado, a diferencia de antiguos altos mandos del Batallón La Popa en Cesar y la Brigada 30 en Santander.
Antes de la decisión del Tribunal, El Espectador entrevistó a Alfamir Castillo, quien ha salido del país por atentados en su contra. Es una de las voces constantes contra Montoya y militares de alto rango señalados por falsos positivos. No le dio ningún espaldarazo a la JEP. “No hay garantías sobre el tema de las ejecuciones extrajudiciales, sobre todo sabiendo que en el Eje Cafetero, donde fue asesinado mi hijo, hay muchos casos y esa zona quedó por fuera de la priorización de la JEP. ¿Cómo es posible que mientras yo tenga que esconderme para proteger mi vida, los militares que asesinaron a mi hijo estén libres, tras someterse a la justicia transicional?”, explicó entonces.
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