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Tras casi dos años, el exembajador Fernando Sanclemente Alzate fue vinculado a un proceso penal por el caso del narcolaboratorio hallado en la finca de su familia en Guasca (Cundinamarca). Sin embargo, no es porque la Fiscalía tenga evidencias de un rol directo del político conservador en el esquema de narcotráfico que se fraguó allí, sino porque, al parecer, Sanclemente dio la orden de destruir pruebas que iba a aportar el testigo estrella del expediente en su contra. El exdiplomático se declaró inocente.
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“En el municipio de Guasca para el mes de septiembre de 2020 usted reunió a varios de sus trabajadores de la finca Haras de San Fernando ordenándoles quemar todos los bienes de Laureano Martínez”, le relató el fiscal del caso. Martínez era el mayordomo de la finca propiedad de los Sanclemente y desde febrero de 2021 ofreció colaborar con la Fiscalía y hasta entregó una matriz de colaboración en la que aseguraba que prendería el ventilador en contra del exembajador de Colombia en Uruguay. Parte de los bienes que supuestamente se quemaron contendrían pruebas.
“Se ordenó su quema con el fin de evitar que se utilizaran como elementos materiales probatorios en los juicios que se vienen desarrollando por los hechos acaecidos a partir de febrero de 2020 en la finca Haras de San Fernando, donde para esa época se halló y se allanó un laboratorio para el procesamiento de cocaína”, añadió el fiscal del caso. Y fue así que le imputó el delito de ocultamiento, alteración o destrucción de material probatorio en calidad de determinador y listó los elementos que fueron quemados, al parecer por orden de Sanclemente.
Estos fueron los equipos electrónicos quemados, en los que habría pruebas:
- Un computador portátil
- Un computador de mesa
- Un celular marca LG
- Una Tablet Movistar
- Un celular Huawei
- Un celular marca Avvio
- Tres memorias USB
- Un disco duro
Además, habría sido quemada una caja con cuadernos usados, que según Laureano Martínez contendría información y datos de todo lo desarrollado en el cristalizadero de cocaína hallado en la finca. Según le dijo el mismo Martínez a la Fiscalía, todos estos componentes contienen “información útil” para probar la participación de personas que aún no han sido vinculadas al proceso y para entregar el sustento de su colaboración con la Fiscalía. “Al destruirse estos elementos por orden suya se ha generado una ausencia de elementos de corroboración para la colaboración de Martínez”, añadió el fiscal del caso, Daniel Hernández.
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En febrero de 2020, en una operación conjunta con agencias de Estados Unidos, las autoridades hallaron un laboratorio para el procesamiento de cocaína en la finca Haras de San Fernando, ubicada en zona rural de Guasca (Cundinamarca) y propiedad de la familia Sanclemente. El exembajador, exdirector de la Aeorocivil y exgerente de Transmilenio controlaba la parte que era propiedad su padre, el abogado Fernando Sanclemente Molina, y, según personas cercanas, era el único de sus familiares que frecuentaba la hacienda.
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Desde que el laboratorio fue descubierto, Sanclemente dijo que era víctima de sus mayordomos, que él había arrendado la finca antes de partir a Uruguay que colaboraría con la investigación. En abril de 2020, el fiscal general Francisco Barbosa, dijo en una entrevista: “Ese embajador va a tener que responder ante la justicia”. La misma semana, Sanclemente presentó su renuncia al presidente Iván Duque en una carta en la que le dijo: “se hace necesario marginarme de su administración y empeñarme a fondo en la defensa cerrada de nuestro buen nombre, defensa con la cual tengo la absoluta certeza, quedará demostrada mi inocencia, transparencia y honorabilidad”.
En principio, el exmayordomo de la finca, Laureano Martínez, aseguró que desconocía del laboratorio instalado en Haras de San Fernando y que solo dejó entrar unas personas que lo amenazaron con matar a su familia. Sin embargo, con el tiempo él y el segundo mayordomo, Gustavo Bejarano, decidieron colaborar con la justicia. De hecho, en febrero de este año, el abogado Víctor Eduardo Muñoz, representante de ambos, entregó una matriz de colaboración a la Fiscalía en el expediente por el narcolaboratorio. En el corazón de sus afirmaciones estaba que Sanclemente, supuestamente, sí tuvo conocimiento del negocio de narcotráfico.
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