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El exembajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente, enfrentará un juicio pena por el delito de ocultamineto, alteración o destrucción de elemento probatorio. La Fiscalía se comprometió a condenarlo por, al parecer, destruir los soportes que lo vincularían con el funcionamiento de un laboratorio de cocaína en una de sus propiedades. La denominada “narcofinca”, de nombre Aras de San Fernando y ubicada en Guasca (Cundinamarca).
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El escándalo inició en febrero de 2020, cuando una emergencia ambiental llevó a las autoridades del municipio cerca de Aras de San Fernando. Entonces, alertaron por el hallazgo de un cristalizadero improvisado y más de 9.000 gramos de coca y pasta de coca. Dos meses después, Sanclemente renunció a su cargo en Uruguay una vez se conoció la investigación. Según la hipótesis de la Fiscalía, en septiembre de ese año, Sanclemente habría ordenado a sus trabajadores quemar todos los bienes del mayordomo de la finca, Laureano Acuña, quien está capturado y es testigo en su contra.
Entre el material probatorio se encuentra un computador portátil, un computador de mesa, unos cuadernos que tendrían información de las actividades del laboratorio. Además, una Tablet, tres memorias USB, un disco duro de 500 GB y tres celulares de distintas marcas. De acuerdo con Acuña, quien desde 2020 ha colaborado con la Fiscalía, todos esos bienes contenían soportes de que Sanclemente sabía lo que estaba sucediendo en la finca. Acuña ha sostenido la versión de que el exmbajador en Uruguay conocía cada detalle del laboratorio.
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“De los elementos materiales nombrados se ordenó su quema, con el fin de evitar se usaran dichos elementos materiales probatorios, como elementos cognoscitivos durante las indagaciones que se vienen adelantado por parte de la Fiscalía General de la Nación y como medio de prueba en los juicios que se vienen desarrollando por los hechos acaecidos a partir del día 12 de febrero del año 2020 en la Finca Aras de san Fernando de su propiedad”, acusó la Fiscalía.
El mayordomo Acuña, preso en la cárcel La Modelo de Bogotá, pide ser declarado víctima en este juicio contra Sanclemente, dado que el material destruido estaba en su casa dentro de la finca. “Sí, es cierto que el embajador quemó la evidencia que está descrita en el escrito de acusación. Además, quemó y destruyó material de la familia de Laureano. Vestidos, utensilios, él desapareció el equipo de sonido, muchas cosas que no están inventariadas como prueba”, explicó el abogado Víctor Muñoz, representante del mayordomo.
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Según acusa la Fiscalía, “ordenó su destrucción, aun sabiendo que eran elementos parte de una investigación. Y sabía de esos actos desde sus capacidades y calidades como abogado, profesional, ex embajador, exdirector de la aeronáutica civil, sabia y conocía que este hecho estaba prohibido por la ley, más aún cuando no tenía el poder de disposición sobre dichos bienes por no ser de su propiedad”.
Para el abogado Muñoz, es apenas normal que la investigación por narcotráfico no tenga avances contra Sanclemente, dada la destrucción de los elementos aducidos por el mayordomo. Asimismo, el representante se refirió a Julio Lozano Piraquive, un esmeraldero nombrado por Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, en unos audios revelados por Noticias Caracol a principio de 2022. Según el jefe del Clan del Golfo, Lozano habría participado en la muerte del narco Luis Caicedo Velandia, alias Don Lucho, en junio de 2021 en Bogotá.
“Julio Lozano es un tipo que posa de esmeraldero, pero de esmeraldero no tiene nada. Ha logrado escaparse, debe tener 65 años. La información que tenemos es que está escondido a partir de los audios de Otoniel. Realmente quien es el verdadero financiador de esos laboratorios, dicho por mi cliente, es Julio Lozano. Efectivamente, el Clan del Golfo se apalancaba en actividades de narcotráfico, con estas personas para hacer un perfil mucho más empresarial. La relación directa es Clan del Golfo, Julio Lozano y laboratorio”, agregó.
Por último, el abogado Muñoz aseguró que hace menos de dos semanas su cliente fue fuertemente golpeado en la cárcel La Modelo y abandonado en la farmacia del lugar. “Las personas que están allá lo golpearon, lo maltrataron y lo dejaron tirado en la enfermería. La advertencia es que la próxima vez que él hable lo van a matar. Esa fue la advertencia. Nos sentimos muy desprotegidos. A mí también me han amenazado”, concluyó.
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