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Un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia acaba de recibir en su despacho una respuesta oficial del Gobierno de Estados Unidos que, sin duda, le dará un nuevo impulso al expediente preliminar que se le sigue al controvertido ex congresista Vicente Blel Saad por los delitos de concierto para delinquir con fines de narcotráfico, enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Según el proceso, Blel, quien fue llamado a juicio el 16 de octubre pasado dentro del escándalo parapolítico, habría sido testaferro y socio del extraditado narcotraficante Víctor Patiño Fómeque.
En desarrollo de esa sociedad, Blel le habría firmado cinco pagarés a Patiño Fómeque por un valor de 450 mil dólares por un cargamento de droga que fue decomisado por las autoridades hace casi una década. Las pruebas de esos pagarés fueron entregadas por Patiño, alias El Químico, a las autoridades norteamericanas. Y es precisamente esa documentación la que solicitó la Fiscalía para aclarar si, como ya lo anticipó el ‘narco’, Blel tuvo nexos con él y selló alianzas para lavar dinero o traficar drogas.
En una respuesta parcial a la solicitud de asistencia judicial, el Departamento de Estado de los Estados Unidos le respondió al fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia que está evaluando en dónde reposa esa información entregada por Patiño Fómeque y que tan pronto la recopile le enviará una copia, con fines procesales. Un portavoz de la Fiscalía señaló que una vez se pueda corroborar la autenticidad de estos supuestos pagarés de 450 mil dólares, el expediente de Vicente Blel Saad tendría un nuevo impulso.
Por ahora, el ex parlamentario del polémico partido Colombia Viva permanece detenido en la cárcel La Picota, de Bogotá, en virtud de la acusación que le hizo la Fiscalía por el delito de concierto para delinquir agravado por sus presuntos vínculos con grupos de autodefensa de la Costa Atlántica. De acuerdo con las pruebas del organismo investigador, Blel Saad se reunió en el corregimiento de El Caramelo, Córdoba, con jefes paramilitares con el fin de buscar un apoyo de las autodefensas a la candidatura a la Gobernación de Bolívar de Libardo Simancas, quien a la postre terminó elegido en ese cargo en octubre de 2003.