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Luego de que estallara el escándalo por las interceptaciones de integrantes del Ejército a los negociadores del Gobierno en La Habana, el presidente Juan Manuel Santos, ordenó una exhaustiva investigación para establecer que “fuerzas oscuras” estarían interesadas en acabar con el proceso de paz que se adelanta con las Farc. (Ver Estalla escándalo por supuestas chuzadas a negociadores de Gobierno con las Farc)
“He dado órdenes inmediatas al Ministro de Defensa y a la cúpula militar para que investiguen hasta el fondo esta situación, para que nos digan hasta donde ha podido llegar este uso ilícito de la inteligencia, pero sobre todo saber quién está detrás de esto y cuál es su interés”, dijo el jefe de Estado.
Santos, visiblemente molesto por este nuevo escándalo de interceptaciones ilegales al interior del Gobierno, señaló que las chuzadas a funcionarios, a la oposición, a civiles y a periodistas es inaceptable y recordó que por hechos similares él ordenó acabar con el DAS.
“Lo que no es aceptable es que se haga contra los ciudadanos comunes y corrientes, la oposición política y menos contra funcionarios del propio Estado (…) He sido tajante cada vez que compruebo que hay algún tipio de irregularidades, por eso propuse que se eliminara el DAS, que llegó a un punto de no retorno y resultó ser la medida más conveniente”.
“Espero que con esa investigación sepamos qué fuerzas oscuras están detrás de esto, si hay ruedas sueltas quiénes son. Quién filtró esta información y por qué sólo hasta anoche se conoció si lo allanamientos se realizaron hace 10 días. Es inminente saber si se filtró toda la información o si se escogió”, agregó. (Ver Fachada en la que funcionaría espionaje a negociadores de paz ya habría sido allanada)
Finalmente, el jefe de Estado hizo una defensa de las interceptaciones legales, que han permitido ejecutar operaciones contra la guerrilla y contra el narcotráfico.
“Hay operaciones de inteligencia que son una obligación del Estado, dirigidas contra los grupos terroristas y la delincuencia. Esa es una buena inteligencia, pero el uso ilegal de la inteligencia debilita el uso legal y desprestigia esa labor”.
Según reveló este martes Semana.com, desde la trastienda de un restaurante de ‘corrientazos’ y un centro de aprendizaje de informática -ubicado en el barrio de Galerías en Bogotá- se monitoreaban las comunicaciones privadas, entre otros, "de algunos de los integrantes del equipo negociador del Gobierno".
Entre las personas supuestamente espiadas estaban el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle; el alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, y el director de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), Alejandro Eder, así como líderes de izquierda.
El local estuvo a cargo de un capitán del Batallón de Inteligencia Técnica del Ejército Número 1 (Bitec-1), agrega la revista, que no reveló el nombre del oficial.
Según la investigación, el local usado como fachada funcionaba desde el 12 de septiembre de 2012, ocho días después de que el presidente Santos, confirmara al país que su Gobierno había iniciado contactos con las Farc para negociar un acuerdo de paz. (Imágenes del 'corrientazo' desde donde espiaba el Ejército)
Poco menos de un mes antes, el expresidente Álvaro Uribe, que está en contra de las negociaciones de paz, había revelado que el Gobierno de Santos estaba negociando con esa guerrilla.
Las negociaciones comenzaron formalmente en la capital cubana el 19 de noviembre de 2012 y actualmente están en la discusión del tercer punto de la agenda, sobre drogas ilícitas.
Durante la investigación, Semana.com consultó más de 25 fuentes, entre ellas agencias de inteligencia estadounidense, altos mandos del Ejército colombiano, militares de inteligencia y contrainteligencia, y altos funcionarios del Estado, entre otros.
El batallón al que pertenece el capitán involucrado hace parte de la Central de Inteligencia Técnica del Ejército (Citec) que a su vez es una de las columnas vertebrales de la Dirección de Inteligencia Militar (Dinte), agrega la revista.
En la Citec se gestó parte de la "Operación Jaque" que en julio de 2008 rescató a la excandidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y varios militares que llevaban a los secuestrados por las Farc, según la publicación.