Gral. Marcos Pinto pidió la baja tras ataque a Duque y Brigada en su jurisdicción
El militar, que llevaba 36 años en el Ejército, pidió la baja. Pinto tenía bajo su jurisdicción la Brigada 30 en Cúcuta, que fue atacada con un carro bomba y también había sido llamado en abril por la JEP, para que declara en el caso de los falsos positivos.
El general Marcos Evangelista Pinto, excomandante de la Segunda División del Ejército, pidió a sus superiores la baja. El militar, quien estuvo en la institución por 36 años, tenía a su cargo toda la seguridad de Norte de Santander, incluyendo la Brigada 30, atacada por disidencias de las Farc el pasado 27 de mayo. Igualmente, Pinto había sido llamado en abril por la JEP para que diera su versión en el caso de los falsos positivos.
Según dijo el Ejército, la solicitud de la baja que hizo el ahora militar en retiro, fue totalmente voluntaria y se sustentaba en asuntos personales. Hace unas semanas, el general Pinto fue trasladado a Bogotá para que se hiciera cargo de la jefatura de Educación y Doctrina del Ejército, después del carro bomba instalado en la Brigada 30 y del atentado al helicóptero en el que se transportaba el presidente Iván Duque, ambos hechos cometidos en Cúcuta, jurisdicción que estaba a cargo de Pinto.
Por su parte, el Ejército confirmó el retiro del militar así: “El señor mayor general Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, quien se desempeñaba como comandante del Comando de Educación y Doctrina del Ejército Nacional, solicitó hoy por voluntad propia su retiro de la institución”. Así mismo, le agradecieron a Pinto: “el Ejército Nacional agradece su trabajo y compromiso por la Institución a lo largo de sus 36 años de servicio a la Patria, y envía un saludo a su esposa e hijos, quienes han sido el soporte y apoyo fundamental en su vida como militar”.
El general Pinto enfrenta, ahora en la JEP, una investigación por su presunta participación en un caso de falsos positivos. Esa jurisdicción lo citó el pasado mes de abril a una diligencia por hechos de reclutamiento y asesinato de civiles presentados como guerrilleros abatidos en combate por el Batallón Magdalena en el departamento de Huila.
El general Pinto Lizarazo, fue comandante del batallón Magdalena entre diciembre de 2007 y septiembre de 2009. En ese periodo, según la JEP, se presentaron por lo menos 28 falsos positivos en los municipios de Guadalupe, Pitalito, Acevedo, San Agustín, Timaná, Isnos y Palestina. En el caso que enfrenta Pinto, al menos ocho de sus subalternos han hablado de esos hechos y, al parecer, lo han mencionado a él.
Tras conocerse la salida de Pinto del Ejército, el director ejecutivo de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, publicó en su cuenta de Twitter que desde hace años se relaciona al militar en retiro con hechos de ejecuciones extrajudiciales. Además de Pinto, otro de los citados por la JEP en este caso es el mayor general Edgar Alberto Rodríguez Sánchez.
Según Human Rights Watch, “entre octubre de 2006 y abril de 2007, el general Pinto Lizarazo fue comandante del batallón Anastasio Girardot, de la Cuarta Brigada. Los fiscales tienen investigaciones sobre 23 presuntos asesinatos perpetrados por soldados del batallón en 2006 y 22 en 2007, según documentos de la Fiscalía. Por ejemplo, en 2011, un tribunal condenó a cuatro soldados del batallón Anastasio Girardot por el homicidio, en diciembre de 2006, de dos civiles que fueron reportados como milicianos de las FARC”.
El general Marcos Evangelista Pinto, excomandante de la Segunda División del Ejército, pidió a sus superiores la baja. El militar, quien estuvo en la institución por 36 años, tenía a su cargo toda la seguridad de Norte de Santander, incluyendo la Brigada 30, atacada por disidencias de las Farc el pasado 27 de mayo. Igualmente, Pinto había sido llamado en abril por la JEP para que diera su versión en el caso de los falsos positivos.
Según dijo el Ejército, la solicitud de la baja que hizo el ahora militar en retiro, fue totalmente voluntaria y se sustentaba en asuntos personales. Hace unas semanas, el general Pinto fue trasladado a Bogotá para que se hiciera cargo de la jefatura de Educación y Doctrina del Ejército, después del carro bomba instalado en la Brigada 30 y del atentado al helicóptero en el que se transportaba el presidente Iván Duque, ambos hechos cometidos en Cúcuta, jurisdicción que estaba a cargo de Pinto.
Por su parte, el Ejército confirmó el retiro del militar así: “El señor mayor general Marcos Evangelista Pinto Lizarazo, quien se desempeñaba como comandante del Comando de Educación y Doctrina del Ejército Nacional, solicitó hoy por voluntad propia su retiro de la institución”. Así mismo, le agradecieron a Pinto: “el Ejército Nacional agradece su trabajo y compromiso por la Institución a lo largo de sus 36 años de servicio a la Patria, y envía un saludo a su esposa e hijos, quienes han sido el soporte y apoyo fundamental en su vida como militar”.
El general Pinto enfrenta, ahora en la JEP, una investigación por su presunta participación en un caso de falsos positivos. Esa jurisdicción lo citó el pasado mes de abril a una diligencia por hechos de reclutamiento y asesinato de civiles presentados como guerrilleros abatidos en combate por el Batallón Magdalena en el departamento de Huila.
El general Pinto Lizarazo, fue comandante del batallón Magdalena entre diciembre de 2007 y septiembre de 2009. En ese periodo, según la JEP, se presentaron por lo menos 28 falsos positivos en los municipios de Guadalupe, Pitalito, Acevedo, San Agustín, Timaná, Isnos y Palestina. En el caso que enfrenta Pinto, al menos ocho de sus subalternos han hablado de esos hechos y, al parecer, lo han mencionado a él.
Tras conocerse la salida de Pinto del Ejército, el director ejecutivo de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, publicó en su cuenta de Twitter que desde hace años se relaciona al militar en retiro con hechos de ejecuciones extrajudiciales. Además de Pinto, otro de los citados por la JEP en este caso es el mayor general Edgar Alberto Rodríguez Sánchez.
Según Human Rights Watch, “entre octubre de 2006 y abril de 2007, el general Pinto Lizarazo fue comandante del batallón Anastasio Girardot, de la Cuarta Brigada. Los fiscales tienen investigaciones sobre 23 presuntos asesinatos perpetrados por soldados del batallón en 2006 y 22 en 2007, según documentos de la Fiscalía. Por ejemplo, en 2011, un tribunal condenó a cuatro soldados del batallón Anastasio Girardot por el homicidio, en diciembre de 2006, de dos civiles que fueron reportados como milicianos de las FARC”.