“Hay un aumento de denuncias y de asesinatos de mujeres”: Women's Human Rights

En entrevista con este diario, Alda Facio, fundadora y Directora Académica del Women´s Human Rights explica la importancia de la Ley 1257 de 2008 sobre no violencias contra las mujeres. Para ella, se necesita un cambio de mentalidad para erradicar la violencia de genero.

Redacción Judicial
25 de noviembre de 2018 - 04:39 p. m.
Según Medicina Legal, las cifras de violencia contra la mujer van en aumento, en comparación con el año pasado.  / Mauricio Alvarado - El Espectador
Según Medicina Legal, las cifras de violencia contra la mujer van en aumento, en comparación con el año pasado. / Mauricio Alvarado - El Espectador
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¿Cuál es para usted la importancia de la ley 1257 de 2008 en Colombia?
Es una de las mejores leyes que hay en la región por la cantidad de aspectos que prevee y por eso mismo se llama ley integra. Yo creo que no hay que hacer más leyes sino mas bien ver como se implementan. Esa ley es producto de toda la experiencia, no solo aquí en Colombia sino en el mundo en que leyes de violencia y en las convenciones que hablan de violencia contra las mujeres.

(En contexto: Aumentan los casos de violencia contra la mujer en 2018)

¿Por qué cree que pese a estos avances jurídicos la violencia contra las mujeres sigue disparada?, las cifras en aumento que se han registrado serían el resultado de que muchas mujeres ya están siendo conscientes de que son víctimas de abuso y están denunciando más?

Creo que son por las dos cosas. Por un lado, las mujeres si están denunciando más porque ya saben que tienen derecho a una vida libre de violencia. Y si bien es cierto que hay un aumento en las denuncias, también hay un aumento en los asesinatos de mujeres en todo el mundo, aparecen los cuerpos mutilados los ataques con ácido. Sin embargo, todavía existe lo que causa la violencia contra las mujeres que son las estructuras patriarcales, la misoginia, la discriminación contra las mujeres, el sentir que las mujeres solo valemos cuando podemos darle algo a los hombres, eso no ha cambiado.

¿Cree que el feminismo puede ser una respuesta educativa y social desde el Estado para combatir la violencia de género?

Por supuesto, el feminismo es la teoría y la práctica que primero habló de la violencia contra las mujeres, que denunció lo que estaba pasando y era algo que estaba totalmente silenciado hace tres o cuatro décadas. Es gracias el feminismo que entendemos porque se la violencia contra las mujeres y eso justamente es lo que estamos tratado que se reconozca, que el feminismo es una teoría y una práctica que ha mejorado la vida de miles y miles de mujeres. Eso, es lo que yo creo que se be enseñar en las escuelas desde pequeños, que sepan que existe esta teoría que explica por qué las mujeres estamos como estamos.

¿Cómo incentivar justamente a esa sensibilización de los docentes quienes finalmente son quienes se encuentran educando a las nuevas generaciones?

Tiene que hacerse un proceso de capacitación y sensibilización a las y los docentes porque si no se hace eso, es imposible que docentes que han sido capacitados, que no entienden porque se da la violencia, puedan enseñar estos principios. Es un tema de que hay que enseñar en las escuelas, pero primero hay que invertir en los docentes.

Sabemos que en los últimos años se ha dedicado a conformar una finca ecofeminista ¿cómo surgió la idea, por qué crear este espacio?

La idea surgió porque nos dimos cuenta que, así como nos tratan a las mujeres en estas sociedad patriarcales así tratamos a la naturaleza. Si nosotros no cambiamos, los seres humanos nos vamos a acabar. La idea de tener la finca es justamente para que la gente vaya, aprenda cómo tener una finca, cómo regenerar la tierra, cómo hacer cosas en la que no se utilice el agua innecesariamente y termina también, en el proceso, aprendiendo de feminismo y de derechos humanos.

Esta no es una idea única, en muchas partes del mundo se están tratando de hacer terrenos que nosotros llamamos “Terrenos Liberados del Neoliberalismo Patriarcal” y ya hay en varios lugares cómo España, Costa Rica, México. La idea en esos lugares es tratar de vivir lo más distante del consumo y de la destrucción de la naturaleza.

Explíquenos un poco la comparación que usted hace entre el feminismo y la naturaleza y el cuidado de la tierra…

Para empezar la ecología nace de una feminista que empieza a pensar como ese desprecio a la vida que tenemos en el mundo capitalista, destruye la naturaleza y desprecia la reproducción de la vida que es justamente lo que hacemos las mujeres, que en nuestros propios cuerpos reproducimos la vida y en nuestras sociedades eso no tiene valor. Lo vemos también con la violencia obstétrica, si tuviera valor la mujer que se encuentra pariendo, se le tendría que hacer más bien una ceremonia en vez de un mal trato y de decir ‘eso lo hace cualquiera’. En realidad, tiene mucho que ver el feminismo que trata de cambiar la mentalidad irrespetuosa de la vida con la ecología que también busca que se aprecié la naturaleza.

(Le puede interesar: Nueva APP para denunciar casos de violencia contra la mujer)

¿Cómo puede avanzar Colombia para erradicar la violencia de género, qué modelo cree usted que está funcionando en el mundo?

Hay países como Noruega, Suecia, Dinamarca. Sin embargo, vemos que es bastante superficial la comprensión de los cambios que se necesitan para cambiar esas mentalidades.

En 1997 usted fundó el Caucus de Mujeres por una Justicia de Género en la Corte Penal Internacional, convirtiéndose en su primera directora. En Colombia uno de los casos que están en el radar de la CPI es la violencia sexual que han padecido las mujeres a propósito del conflicto armado por la impunidad en la que están los casos, ¿Por qué cree que estos casos permanecen en la impunidad y si cree que tiene que ver con la poca formación en temas de género en los operadores de justicia?

La mayoría de los abogadas y abogados, de jueces y juezas, porque eso no tiene que ver con ser de un sexo o de otro, sino de la formación o lo que yo llamaría la ‘deformación jurídica’ que recibimos las personas que estudiamos derecho, es no darle importancia a todo lo que pudimos lograr  que se incorporara en el Estatuto de Roma, que son todas las violencias específicas contra las mujeres o que reciben las mujeres en mayor grado. Ese tipo de violaciones aún no causan ese grado de indignación que se causa cuando se habla de otras formas de violaciones graves a los derechos humanos y por eso siguen en impunidad.

Por Redacción Judicial

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