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En un fallo de segunda instancia, el Tribunal Superior de Medellín condenó a Juan Fernando Acevedo Muñoz, alias Orejas, a 10 años y 3 meses de prisión por su participación en el homicidio de un habitante de calle ocurrido en el Parque Bolívar de Medellín el 22 de abril de 2015. La decisión se produjo tras una apelación presentada por la Fiscalía, que solicitó la revocatoria de una sentencia inicial que había favorecido al procesado.
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De acuerdo con las pruebas recopiladas por los investigadores, Acevedo Muñoz roció con alcohol a la víctima mientras esta hacía fila para ingresar a un baño público de la zona. Instantes después, otra persona involucrada en el crimen le prendió fuego, provocándole graves quemaduras en gran parte de su cuerpo. A pesar de haber sido trasladado a un centro asistencial para recibir atención médica, el hombre falleció el 11 de mayo de 2015 como consecuencia de una falla multiorgánica derivada de las lesiones sufridas.
El tribunal declaró a Acevedo Muñoz culpable del delito de homicidio preterintencional simple y ordenó su captura inmediata para cumplir la pena en un establecimiento penitenciario designado por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec). Este tipo de delito se configura cuando la intención inicial del agresor no es causar la muerte, pero sus acciones terminan generándola de manera directa o indirecta.
Según los testimonios recolectados, la víctima fue sorprendida mientras estaba desprevenida y no tuvo oportunidad de defenderse del ataque. El caso generó consternación en la ciudad por la brutalidad de los hechos y la vulnerabilidad de la víctima, que se encontraba en una situación de extrema precariedad al momento del ataque.
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En este contexto, las autoridades judiciales también confirmaron que otro de los implicados en el crimen, Robinzon Andrés González Restrepo, alias Llorón, fue condenado previamente a 41 años y 8 meses de prisión por el delito de homicidio agravado. González Restrepo fue señalado como la persona que prendió fuego a la víctima tras la acción de Acevedo Muñoz, en un acto que fue calificado por la Fiscalía como de extrema crueldad.
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