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El coronel (r) Hugo Aguilar Naranjo, patriarca de la casa política que ha gobernado Santander la última década, fue dejado en libertad por orden judicial. Tras cumplir la pena de nueve años que le impuso la Corte Suprema de Justicia por sus vínculos con paramilitares del Bloque Central Bolívar, esta misma semana se emitió la boleta de libertad en favor de Aguilar. En su contra avanzan, al menos, otros dos procesos, uno por lavado de activos y otro por irregularidades en la creación del Parque Nacional Chicamocha.
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La decisión de esta semana la emitió el Juzgado 17 de Ejecución de Penas de Bogotá. Desde finales de mayo, Hugo Aguilar le había pedido a ese despacho que le concediera la libertad por cumplimiento de pena. El juez analizó la petición y le reconoció, además, que había redimido 35 días de su condena por trabajos que realizó en la cárcel entre enero y marzo de este año. Las cuentas dieron la decisión se tomó: se emitió su boleta de libertad y se le rehabilitaron sus derechos para ocupar cargos públicos.
Ahora bien, Aguilar no estuvo esos nueve años de condena tras las rejas. Al menos entre 2015 y 2018 había estado en libertad condicional, por orden de otro juez de ejecución de San Gil. Sin embargo, en 2017, se hizo viral una foto que publicó la periodista Diana Giraldo, exdirectora de Vanguardia, en la que se veía al exgobernador manejando un lujoso automóvil Porsche por las calles de Bucaramanga. El lío: Aguilar le había asegurado a la justicia que no tenía cómo pagar la multa de más de $6.000 millones que le impusieron tras su condena por parapolítica.
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La Fiscalía comenzó a investigar sus propiedades y en febrero de 2018 lo capturó por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Según el ente investigador, el coronel (r) Aguilar realizó “presuntas triangulaciones comerciales con algunos integrantes de su núcleo familiar y terceras personas”. Es decir, habría escondido su fortuna en personas allegadas para mostrarse insolvente ante la justicia y así, “legalizar y ocultar recursos obtenidos por su relación con estructuras del desmovilizado Bloque Central Bolívar de las Autodefensas”.
Ese proceso por lavado de activos fue remitido a finales de 2020 a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que aún no decide de fondo si admite o no a Hugo Aguilar. El juez que ordenó la libertad del retirado coronel esta semana, incluso, consultó con la justicia creada con el Acuerdo de Paz antes de emitir una decisión. La respuesta, reservada, llegó el 1 de junio, según registros públicos, y dos semanas más tarde, el juzgado concluyó que se cumplían los requisitos para que el barón político santandereano quedara en libertad.
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Hugo Aguilar fue gobernador de Santander entre 2004 y 2007. Saltó a la política luego de una carrera llena de condecoraciones en la Policía, donde incluso hizo parte del bloque de búsqueda contra narcotraficantes en los noventa y, según el propio Aguilar, fue él quien le disparó de muerte a Pablo Escobar. Actualmente, su hijo, Richard Aguilar, se encuentra en juicio y tras las rejas por un entramado de corrupción en contratos cuando fue gobernador de Santander, entre 2012 y 2015. Otro de sus hijos, Mauricio Aguilar, es el actual gobernador del mismo departamento.
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