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En un operativo de control vial, la Policía de Cundinamarca incautó 104 kilos de marihuana en la vía Bogotá-Villavicencio, específicamente en el sector del peaje Naranjal, ubicado en el municipio de Guayabetal (Cundinamarca). La droga, que se encontraba oculta dentro de un vehículo tipo furgón utilizado para el transporte de encomiendas, fue descubierta durante una actividad de registro y control realizada por la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía.
El vehículo fue detenido como parte de los controles rutinarios que se realizan en la vía. Al realizar la inspección detallada, los agentes encontraron que la marihuana estaba cuidadosamente camuflada entre los paquetes de encomiendas. El cargamento ilícito, de un peso total de 104 kilos, fue decomisado y puesto a disposición de las autoridades judiciales competentes.
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Hasta la fecha, la Policía ha logrado la incautación de más de 2 toneladas de drogas en diversas modalidades de camuflaje, entre las que se incluyen el uso de maletas con doble fondo, llantas de vehículos, y el ocultamiento en encomiendas o en los propios vehículos de carga.
Según el coronel Andrés Fernando Serna Bustamante, comandante del Departamento de Policía de Cundinamarca, el éxito de estos operativos se debe a la “experticia y entrenamiento de nuestros uniformados, quienes con su experiencia han logrado identificar y decomisar grandes cantidades de sustancias ilícitas”.
La marihuana incautada en este operativo tiene un valor estimado de más de 50 millones de pesos en el mercado negro. El coronel Serna Bustamante destacó que estos resultados no solo afectan las rentas criminales, sino que también contribuyen a desarticular redes de narcotráfico que buscan operar de manera clandestina. “Cada decomiso es un paso más para frenar el narcotráfico y proteger a nuestra sociedad de los graves efectos que generan estas sustancias”, señaló el oficial, quien aseguró que las operaciones seguirán intensificándose en las próximas semanas.
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El operativo, que contó con el apoyo del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, es parte de una estrategia más amplia para combatir el tráfico de drogas en Colombia, especialmente en corredores estratégicos como la vía Bogotá-Villavicencio, que conecta la capital con los Llanos Orientales y se ha convertido en una ruta crítica para las organizaciones delictivas.
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