Incautan más de 4.000 bienes de alias “Puntilla”, sucesor del "Loco Barrera"
Las propiedades del jefe máximo de la segunda Bacrim más importante del país tenían un valor de $235.000 millones y se ubicaban en diez departamentos distintos.
Redacción Judicial
Histórica. Así calificó el subdirector de la Policía, general Ricardo Restrepo, la incautación de 4.456 bienes del narcotraficante Óscar Pachón Rozo, alias Puntilla, quien lidera el grupo armado organizado (GAO) Los Puntilleros, el segundo más importante del país. En una acción conjunta entre Policía y Fiscalía se ubicaron las propiedades ubicadas en 24 municipios de Meta, Casanare, Santander, Cundinamarca, Bolívar, Antioquia, Valle del Cauca, Córdoba, Caldas y Tolima. (Lea también: La modelo fitness que visita a alias ‘puntilla’ en la cárcel de Cómbita)
Las propiedades, además de fincas y haciendas (86), son carros de alta gama (20), siete establecimientos comerciales, cuatro sociedades, seis cuentas corrientes y 4.335 semovientes que permanecían en Acacías y Puerto López (Meta), Tauramena (Casanare), Ricaurte (Cundinamarca), y Pueblo Nuevo (Córdoba). En total, los bienes incautados suman $235.000 millones.
La configuración de la operación Cimarrón, en la que también participó la agencia estadounidense DEA, comenzó tras la captura de alias Puntilla en su finca en Cimitarra (Santander), en febrero de 2016. No obstante, las indagaciones para dar con la fortuna ilícita de este capo iniciaron en marzo de 2014. De acuerdo con la Fiscalía, Pachón Rozo empezó a amasar su fortuna ilícita hace 30 años.
Oriundo de Fusagasugá (Cundinamarca), Puntilla comenzó su camino criminal como palafrenero y cuidador de las fincas de los hermanos Ochoa Vásquez, en la ciudad de Medellín. No obstante, se ganó la confianza de los hermanos e ingresó como sicario al cartel de Medellín. Allí aprendió todo lo que necesitaba saber sobre rutas, procesamiento y comercialización de estupefacientes.
Más tarde trabajó para los narcotraficantes del Norte del Valle. “En ese entonces posaba como un exitoso hombre de la ganadería, mientras abría sus propios laboratorios para el procesamiento de cocaína en Valle y Caquetá”, informó la Policía.
En la década de los noventas puso parte de su riqueza a nombre de una sociedad de la que hicieron parte su esposa, sus hijas menores y un hermano, pero que liquidó en el año 2002. Aun así sus familiares siguieron siendo titulares de buena parte de los bienes de Puntilla.
El creciente poder económico que fue adquiriendo desde los noventas le permitió comprar grandes extensiones de tierra en los Llanos Orientales, especialmente en Meta, Guaviare y Vichada. Fue allí, en los Llanos, donde conoció al Loco Barrera y con quien se asoció para manejar las rutas de la mafia hacia Estados Unidos y Europa. Allí se convirtió, de acuerdo con la Fiscalía, en el principal financiador de las estructuras paramilitares del Bloque Meta, que operó en la zona hasta su desmovilización en 2006.
Tras la desmovilización de los ‘paras’, Barrera y Puntilla continuaron con el negocio del narcotráfico. Pero luego, en el año 2013 el Loco Barrera fue capturado y extraditado a Estados Unidos. Alias Puntilla vio en el debilitamiento del poder de Barrera una oportunidad para consolidarse como amo y señor de la región, pues para ese entonces ya manejaba las rutas del narcotráfico hacia Venezuela y el aparato sicarial de la zona.
Así fue como comenzó el baño de sangre en el que alias Puntilla habría mandado a asesinar a los más cercanos colaboradores del Loco Barrera. Antonio Angulo, hombre de confianza de Barrera, fue el primero en caer. Más tarde, el 24 de abril de 2014, Luis Fernando Trujillo, un ex policía que conocido como Cejas, fue asesinado en Bogotá. Él manejaba homicidios selectivos, secuestros y extorsiones a ganaderos del Meta para financiar la estructura liderada por el Loco Barrera.
Otros miembros de las estructuras criminales como alias el Pollo, Mojarro y el Rudo también fueron asesinados. De esta manera Óscar Pachón Rozo, alias Puntilla, se convirtió en el hombre clave del narcotráfico en los Llanos, al frente de la organización de crimen organizado Los Puntilleros, disidencia de Erpac.
La Dirección Nacional de Fiscalías Especializadas de Extinción del Derecho de Dominio y la Dirección Antinarcóticos de la Policía encontró entre los bienes incautados lujosas viviendas, entre las que sobresale una casa quinta de descanso ubicada en el sector El Peñón en Girardot (Cundinamarca), que presuntamente era utilizada por la esposa e hijos de Puntilla. La vivienda tiene un muelle privado y una piscina con vista al lago.
Además, a los investigadores les llamó la atención que alias Puntilla recibía indemnización de servidumbre por hidrocarburos, ya que una línea del gasoducto atravesaba 20 de sus predios en Acacías (Meta). Adicionalmente, en esas 2.000 hectáreas había lotes de almacenamiento de maquinaria petrolera, que también lo hacían acreedor del dinero pagado a terceros quienes aparecían como dueños de las tierras.
Otro grupo de propiedades estaba registrado en el papel a nombre de Julio César Monroy Velasco, cuñado del capo, quien habría sido asesinado por órdenes del mismo Puntilla, que empezó a desconfiar de su pariente tras leer en informes de prensa que Monroy Velasco tenía relación con el Loco Barrera.
Tras su captura el 26 de febrero de este año, Óscar Pachón Rozo, alias Puntilla, fue recluido en la Cárcel de Máxima Seguridad de Cómbita (Boyacá). Mientras tanto en su contra avanzan procesos penales por los delitos de concierto para delinquir con fines de homicidio, homicidio y tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos.
Histórica. Así calificó el subdirector de la Policía, general Ricardo Restrepo, la incautación de 4.456 bienes del narcotraficante Óscar Pachón Rozo, alias Puntilla, quien lidera el grupo armado organizado (GAO) Los Puntilleros, el segundo más importante del país. En una acción conjunta entre Policía y Fiscalía se ubicaron las propiedades ubicadas en 24 municipios de Meta, Casanare, Santander, Cundinamarca, Bolívar, Antioquia, Valle del Cauca, Córdoba, Caldas y Tolima. (Lea también: La modelo fitness que visita a alias ‘puntilla’ en la cárcel de Cómbita)
Las propiedades, además de fincas y haciendas (86), son carros de alta gama (20), siete establecimientos comerciales, cuatro sociedades, seis cuentas corrientes y 4.335 semovientes que permanecían en Acacías y Puerto López (Meta), Tauramena (Casanare), Ricaurte (Cundinamarca), y Pueblo Nuevo (Córdoba). En total, los bienes incautados suman $235.000 millones.
La configuración de la operación Cimarrón, en la que también participó la agencia estadounidense DEA, comenzó tras la captura de alias Puntilla en su finca en Cimitarra (Santander), en febrero de 2016. No obstante, las indagaciones para dar con la fortuna ilícita de este capo iniciaron en marzo de 2014. De acuerdo con la Fiscalía, Pachón Rozo empezó a amasar su fortuna ilícita hace 30 años.
Oriundo de Fusagasugá (Cundinamarca), Puntilla comenzó su camino criminal como palafrenero y cuidador de las fincas de los hermanos Ochoa Vásquez, en la ciudad de Medellín. No obstante, se ganó la confianza de los hermanos e ingresó como sicario al cartel de Medellín. Allí aprendió todo lo que necesitaba saber sobre rutas, procesamiento y comercialización de estupefacientes.
Más tarde trabajó para los narcotraficantes del Norte del Valle. “En ese entonces posaba como un exitoso hombre de la ganadería, mientras abría sus propios laboratorios para el procesamiento de cocaína en Valle y Caquetá”, informó la Policía.
En la década de los noventas puso parte de su riqueza a nombre de una sociedad de la que hicieron parte su esposa, sus hijas menores y un hermano, pero que liquidó en el año 2002. Aun así sus familiares siguieron siendo titulares de buena parte de los bienes de Puntilla.
El creciente poder económico que fue adquiriendo desde los noventas le permitió comprar grandes extensiones de tierra en los Llanos Orientales, especialmente en Meta, Guaviare y Vichada. Fue allí, en los Llanos, donde conoció al Loco Barrera y con quien se asoció para manejar las rutas de la mafia hacia Estados Unidos y Europa. Allí se convirtió, de acuerdo con la Fiscalía, en el principal financiador de las estructuras paramilitares del Bloque Meta, que operó en la zona hasta su desmovilización en 2006.
Tras la desmovilización de los ‘paras’, Barrera y Puntilla continuaron con el negocio del narcotráfico. Pero luego, en el año 2013 el Loco Barrera fue capturado y extraditado a Estados Unidos. Alias Puntilla vio en el debilitamiento del poder de Barrera una oportunidad para consolidarse como amo y señor de la región, pues para ese entonces ya manejaba las rutas del narcotráfico hacia Venezuela y el aparato sicarial de la zona.
Así fue como comenzó el baño de sangre en el que alias Puntilla habría mandado a asesinar a los más cercanos colaboradores del Loco Barrera. Antonio Angulo, hombre de confianza de Barrera, fue el primero en caer. Más tarde, el 24 de abril de 2014, Luis Fernando Trujillo, un ex policía que conocido como Cejas, fue asesinado en Bogotá. Él manejaba homicidios selectivos, secuestros y extorsiones a ganaderos del Meta para financiar la estructura liderada por el Loco Barrera.
Otros miembros de las estructuras criminales como alias el Pollo, Mojarro y el Rudo también fueron asesinados. De esta manera Óscar Pachón Rozo, alias Puntilla, se convirtió en el hombre clave del narcotráfico en los Llanos, al frente de la organización de crimen organizado Los Puntilleros, disidencia de Erpac.
La Dirección Nacional de Fiscalías Especializadas de Extinción del Derecho de Dominio y la Dirección Antinarcóticos de la Policía encontró entre los bienes incautados lujosas viviendas, entre las que sobresale una casa quinta de descanso ubicada en el sector El Peñón en Girardot (Cundinamarca), que presuntamente era utilizada por la esposa e hijos de Puntilla. La vivienda tiene un muelle privado y una piscina con vista al lago.
Además, a los investigadores les llamó la atención que alias Puntilla recibía indemnización de servidumbre por hidrocarburos, ya que una línea del gasoducto atravesaba 20 de sus predios en Acacías (Meta). Adicionalmente, en esas 2.000 hectáreas había lotes de almacenamiento de maquinaria petrolera, que también lo hacían acreedor del dinero pagado a terceros quienes aparecían como dueños de las tierras.
Otro grupo de propiedades estaba registrado en el papel a nombre de Julio César Monroy Velasco, cuñado del capo, quien habría sido asesinado por órdenes del mismo Puntilla, que empezó a desconfiar de su pariente tras leer en informes de prensa que Monroy Velasco tenía relación con el Loco Barrera.
Tras su captura el 26 de febrero de este año, Óscar Pachón Rozo, alias Puntilla, fue recluido en la Cárcel de Máxima Seguridad de Cómbita (Boyacá). Mientras tanto en su contra avanzan procesos penales por los delitos de concierto para delinquir con fines de homicidio, homicidio y tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos.