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Luego de varios allanamientos en centros de reclusión en el país durante el pasado mes de diciembre, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) reveló que había encontrado cientos de elementos prohibidos para los internos. Entre estos están, por ejemplo, 374 celulares y 553 armas blancas. En los operativos, se encontraron este tipo de objetos, por ejemplo, en las casas fiscales de la cárcel La Picota. Ahora, la entidad está intentando descifrar cómo ingresaron los elementos prohibidos a la cárcel y comenzó mirando hacia adentro.
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Según pudo confirmar este diario, al interior del Inpec ya se ordenó la apertura de investigaciones disciplinarias contra los dragoneantes de la cárcel para establecer responsabilidades. El objetivo: sancionar a quienes ayudaron a ingresar licor, celulares, armas y otros objetos a personajes como el expresidente de Corficolombiana, José Elías Melo; el testigo estrella en uno de los procesos contra el senador Álvaro Uribe, Juan Guillermo Monsalve; el condenado abogado del cartel de la toga, Leonardo Pinilla, entre otros.
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Por orden del propio director del Inpec, general Norberto Mujica, se iniciaron estas pesquisas, que todavía están en fase preliminar. Una vez se encuentren méritos y se identifique a los responsables, se les abrirá una investigación formal e irían a procesos disciplinarios formales en los que los dragoneantes y demás funcionarios que lleguen a esta involucrados pueden recibir sanciones como multas, suspensiones provisionales y hasta destituciones e inhabilidades para ejercer cargos públicos.
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Por ahora, la oficina de control interno de la entidad, que es la instancia encargada de llevar este tipo de investigaciones, está evaluando lo sucedido con una orden de celeridad que viene desde arriba en el Inpec. Sin embargo, el proceso total puede llegar a demorarse unos dos meses.
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Desde diciembre a la fecha, el Inpec ha incautado en todos los penales del país 374 celulares, 1.043 accesorios para celular, 553 armas blancas artesanales; 4.847 litros de licor artesanal, 16.241 gramos de estupefacientes y $1.486.000 en efectivo. Además de esos elementos, el instituto halló en toda la casa un videojuego de control, un teclado inalámbrico, un modem wifi, cuatro sim card, una radio USB, dos Ipad, una cédula y $262.000 en efectivo.