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Seis personas, cinco de las cuales trabajaron con anterioridad en una aerolínea cuyo nombre no fue revelado por las autoridades, fueron capturadas en Bogotá por traficar droga al exterior a través de terceros. Según el reporte de la Fiscalía, los detenidos de la red narcotraficante usaron sus carnés y uniformes para pasar la droga de forma desapercibida en el aeropuerto El Dorado, a través de los accesos exclusivos para trabajadores. Una vez burlados los controles de seguridad, coordinaban con viajeros previamente contactados para la entrega del paquete.
Los kilos de droga se escondían en chalecos artesanales, los cuales eran entregados en los baños de las salas de abordaje. La Fiscalía aseguró que cada uno “pesaba entre nueve y once kilogramos de estupefacientes”. En cuestión de minutos, los viajeros recibían la droga y la escondían bajo la ropa o en el equipaje de mano. Este modus operandi se descubrió tras una investigación de 16 meses, en los cuales se reconstruyeron los hechos a través de testimonios y cámaras de seguridad del aeropuerto.
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El primer caso que llamó la atención de las autoridades ocurrió en el 2016. “Un ciudadano francés, que perdió un vuelo rumbo a París, fue detenido en flagrancia en un baño mientras intentaba deshacerse de un chaleco artesanal hecho de esparadrapo, en el que escondía algo más de nueve kilogramos de cocaína”, señaló el ente investigador. Posteriormente, se detectaron cuatro casos más en Bogotá y otros dos en el aeropuerto de París, Charles De Gaulle.
Además de revisar videos de seguridad, para capturar a las seis personas que harían parte de la red, fue clave la detención de siete viajeros que eran los encargados de recibir la droga en el aeropuerto para transportarla a países como Francia, Inglaterra y República Dominicana. “La Fiscalía les imputó los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, y concierto para delinquir con fines de narcotráfico”. Los cinco exempleados detenidos aceptaron cargos y les otorgaron casa por cárcel mientras se conoce la condena. Cuatro de ellos ya habían sido despedidos de la aerolínea antes de su captura.