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A través de su cuenta de X, el presidente Gustavo Petro anunció el pasado jueves 29 de febrero, que suspendía la compra de armas a Israel, luego de que se conociera un nuevo ataque de Israel contra Palestina en el que murieron al menos 100 personas que buscaban ayuda humanitaria. Además del anuncio de frenar esos negocios, el jefe de Estado colombiano aseguró que su homólogo israelí, Benjamín Netanyahu, está cometiendo un “genocidio” contra la comunidad palestina.
(En contexto: Israel condena las declaraciones “hostiles y antisemitas” de Gustavo Petro)
El anuncio generó ruido entre militares retirados y conocedores del tema, pues durante décadas Israel ha sido clave para la compra, mantenimiento y elaboración de varios elementos de guerra, como los aviones Kfir, fusiles Galil y herramientas de comunicaciones. Sin embargo, al menos desde octubre del año pasado, ambos países ya habían anunciado la suspensión de este tipo de negocios, en medio de la tensión política que han tenido los jefes de Estado desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás.
El primer anuncio se conoció el 15 de octubre pasado, por parte del ministro de Relaciones Exteriores de israelí, Eli Cohen, a través de un mensaje que publicó el embajador de Israel en Colombia, Gali Dagan. Además de condenar las declaraciones de Gustavo Petro, por avivar el antisemitismo y poner en riesgo a la comunidad judía, Cohen anunció que ya había detenido las exportaciones de elementos de seguridad a Colombia. Las palabras del presidente Petro que generaron esta reacción de Israel se conocieron, también, a través de su cuenta de X.
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El presidente colombiano aseguró estar “en el lado justo de la historia”, mostrando su solidaridad con los civiles en Gaza que han sido impactados por la retaliación de Israel tras el ataque de Hamás: “El ataque a civiles de manera sistemática está prohibido. Los genocidios están prohibidos”, dijo el mandatario en redes sociales. Además, Petro comparó la situación de los palestinos con los campos de concentración de Auschwitz de la Segunda Guerra Mundial.
Como contrarespuesta, el presidente Petro señaló que, si había que suspender las relaciones exteriores con Israel, lo haría. El mandatario agregó que no apoya lo que considera un genocidio en Gaza. “Algún día el ejército y el gobierno de Israel nos pedirá perdón por lo que hicieron sus hombres en nuestra tierra desatando el genocidio. Me abrazaré con ellos y ellas y lloraré por el homicidio de Auschwitz y de Gaza, y por el Auschwitz colombiano. Hitler será derrotado en bien de la humanidad, su democracia, la Paz y la libertad del mundo”, escribió el primer mandatario en su cuenta de X.
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Desde ese momento, expertos en la materia explicaron los posibles efectos de la suspensión de negocios sobre material bélico. Los mismos que volvieron a surgir ahora, cuatro meses después del primer anuncio. Aunque desde hace décadas entre Colombia e Israel existe una relación para la cooperación militar, lo primero que han precisado es que ese país no es ni un socio estratégico ni el más importante en esta materia, pues existen otros negocios con países europeos, Canadá y Estados Unidos.
Por otra parte, quienes conocen los detalles de qué es lo que Israel le vende a Colombia, han explicado que son varios los temas que podrían afectarse. Según datos del Centro de Educación Militar y de la Industria Militar Colombiana (Indumil), el Ejército, la Policía y el CTI de la Fiscalía usan varias armas producidas por la Industria de Armas de Israel (IWI, por sus siglas en inglés), entre las que se destacan la pistola semiautomática Jericho, el rifle X95 y los fusiles Galil.
(Le recomendamos leer: Petro pedirá reconocer a Palestina y suspendería compra de armas: ¿qué implica?)
De esta última arma, Indumil tiene, desde 2002, la licencia exclusiva para su producción, por lo que cualquier cambio en las relaciones bilaterales entre los países no tendría ningún efecto. En cuanto a vehículos y helicópteros, el Ejército colombiano utiliza misiles antitanque Nimrod y Spike, de origen israelí, así como vehículos de artillería tipo M-462 y las baterías antiaéreas Eagle Eye.
Solo el año pasado, Colombia pactó la compra de varias unidades del sistema de cañón autopropulsado Atmos. Entre otros cambios que ha planteado la fuerza pública colombiana es el que tiene que ver con los aviones de combate Kfir, que tradicionalmente habían sido comprados a Israel. El año pasado se supo que Colombia tenía 24 aeronaves de este tipo y que estaba en el trámite de adquirir otros 90, pero que quería cambiar ese modelo de su flota, pues ni Israel ni Estados Unidos utiliza esos aviones.
Eso sí, hasta el momento, para el mantenimiento de los Kfir que sí tiene Colombia el país sigue dependiendo de Israel, por lo que un cambio en las relaciones de ambos países podría implicar buscar nuevos proveedores y la revisión de los contratos que actualmente siguen vigentes. Por último, el Indumil señaló que la Fuerza Aeroespacial Colombiana también utiliza el helicóptero AH-60, fabricado junto a la empresa Elbit Systems, y los aviones no tripulados Hermes.
Así, desde octubre de año pasado, la tensión por los negocios de material bélico entre Colombia e Israel se mantiene.
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