“Iván Mordisco es objetivo militar”: comandante de las Fuerzas Militares
Para el comandante de las Fuerzas Militares, quien coordina las operaciones del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, el disidente Iván Mordisco es un objetivo de alto valor y espera presentarlo próximamente como resultado. Además, responde a la delicada coordinación en terreno del proyecto “paz total” y aseguró que no hay nada que temer de cara a la COP 16.
Jhoan Sebastian Cote
El almirante Francisco Cubides es el primer comandante de las Fuerzas Militares que, desde el gobierno de Juan Manuel Santos, toma el poder de la entidad que coordina las operaciones del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Dice no haber dudado un segundo en aceptar el reto propuesto por el presidente Gustavo Petro y asegura que comparten la misma meta: apostarle a la paz del país. Al final, “los soldados somos los primeros interesados”, como explicó en diálogo con El Espectador. Asimismo, el oficial se refirió a la frontera con Venezuela, las disidencias de las Farc, los protocolos que tiene para la paz total, los retos que le esperan en el cargo y hace una mapeo de los grupos armados en varias zonas del país.
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El almirante Francisco Cubides es el primer comandante de las Fuerzas Militares que, desde el gobierno de Juan Manuel Santos, toma el poder de la entidad que coordina las operaciones del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Dice no haber dudado un segundo en aceptar el reto propuesto por el presidente Gustavo Petro y asegura que comparten la misma meta: apostarle a la paz del país. Al final, “los soldados somos los primeros interesados”, como explicó en diálogo con El Espectador. Asimismo, el oficial se refirió a la frontera con Venezuela, las disidencias de las Farc, los protocolos que tiene para la paz total, los retos que le esperan en el cargo y hace una mapeo de los grupos armados en varias zonas del país.
Con la reelección de Nicolás Maduro en Venezuela, ¿ha sido necesario reajustar estrategias de seguridad en la frontera teniendo en cuenta la presencia de grupos armados en ese país?
En temas diplomáticos no soy vocero, como sí lo es el canciller. Lo que sí estamos haciendo es un control fronterizo. Esta semana estuvimos en un consejo de seguridad en Cúcuta, donde miramos el tema de seguridad del departamento. Los medios pensaron que íbamos a mirar la situación con Venezuela, pero no. La elección de Maduro es un tema particular de ese país, pero nosotros, por ahora, hacemos control en las áreas de interés para Colombia. Por ejemplo, en Cúcuta hay cuatro pasos legales y nosotros estamos allí con Migración y la Policía Nacional. No ha habido ningún evento que atente contra la seguridad de los colombianos en el sector.
En Venezuela está el ELN y la Segunda Marquetalia, ambas con intereses en la “paz total” del presidente Gustavo Petro. ¿Qué opina de la política?
Es importante decir que cada gobierno debidamente elegido en las urnas merece todo nuestro respeto en el marco de la democracia. Las Fuerzas Militares somos respetuosas de la Constitución y las leyes. Apoyamos al gobierno electo por los colombianos e históricamente hemos apoyado las políticas de paz. Sobre los movimientos relacionados con los grupos armados, siempre somos los primeros consejeros para el gobierno, con el que compartimos una mesa enfocada únicamente en temas de paz y conflicto armado. Apoyamos los acuerdos de paz porque los soldados somos los primeros interesados en la paz. Somos los que vamos al frente del combate y no queremos que la gente muera.
Hemos visto durante estos dos años los esfuerzos que se han hecho desde el gobierno. Los ofrecimientos generosos que el señor presidente ha hecho a estos grupos para que en el marco de ceses al fuego y decretos se adelanten negociaciones en las mesas de diálogos. Pero en los casos donde no haya un decreto de cese al fuego, que cobije a un grupo específico, las Fuerzas Militares deben adelantar labores ofensivas. Y contestar toda clase del accionar delictivo de las bandas.
¿Cómo es ese ajedrez para garantizar la seguridad en los territorios en época del proyecto “paz total”?
La misionalidad de las Fuerzas Militares no raya con la política del presidente. Nuestro objetivo es garantizar la defensa y la seguridad de Colombia, que al final de cuentas aporta al objetivo político del gobierno: la paz. ¿Cómo hacemos para identificar los grupos? No es complejo, pero tampoco es sencillo. Cada grupo armado tiene bloques o frentes que están ubicados en el país. Traigamos a la conversación a las disidencias de Iván Mordisco y a las disidencias de alias Calarcá. Aunque hasta hace poco se definían como el Estado Mayor Central (EMC), están ubicados en lugares diferentes.
Justo en este momento, el gobierno está en diálogo con el grupo de Calarcá, que tienen el Bloque del Magdalena Medio de Gentil Duarte y que llega hasta Norte de Santander. Están bajo el cese al fuego, junto al frente Jorge Suárez Briceño, que hace presencia en el sector de Meta, Huila, Caquetá y más al sur. Y un frente denominado Raúl Reyes.
Los otros de Mordisco están ubicados en otra parte del país. Está el Bloque Amazonas, ubicado en Guaviare, Putumayo, Guainía, Meta y Amazonas. El Comando Conjunto de Oriental o Martín Villa, que está ubicado en Arauca, Casanare y Santander, que está disputándose el área con el ELN. El Bloque Central Isaías Pardo, que está en Huila, Cauca y un sector del Valle. Y el Bloque Occidental Jacobo Arenas que está en Cauca, Valle y Nariño.
Igual pasa con el ELN y el Clan del Golfo. Hemos hecho un gran trabajo de inteligencia. Por eso, para realizar nuestras operaciones siempre debemos tener claridad de dónde está cada grupo y claridad sobre los decretos de cese al fuego. Mire por ejemplo el caso de la Segunda Marquetalia. Ya hubo una primera reunión con el gobierno, pero no hay cese al fuego definido. Son totalmente accionables a las Fuerzas Militares y tenemos que seguir haciendo total ofensiva. Llámese como se llame el grupo.
El grupo de Iván Mordisco quedó por fuera de las negociaciones, a pesar de sus acercamientos durante meses con el gobierno. ¿Eso lo pone en la posición de objetivo militar?
Iván Mordisco es objetivo militar. Así como lo son otros delincuentes de Colombia, como lo son Chiquito Malo, cabecilla del Clan del Golfo, e Iván Marquez de la Segunda Marquetalia. Todos son objetivos militares. Hemos definido categorías. Hay objetivos de alto valor estratégico y regional, y así vamos bajando. Por ejemplo, los de Mordisco tienen bloques, estructuras, subestructuras y comisiones en el territorio. Hay una identificación enemiga a nivel nacional y dar con ellos es tarea operacional.
Usted confirma que la idea con Iván Mordisco es mostrarlo como resultado militar...
Repito. Iván Mordisco es un objetivo militar, como lo son todos los demás cabecillas de todos los demás bloques de los grupos armados ilegales.
¿Cuál es el poder de Iván Mordisco en el territorio?
Tiene una presencia delictiva en torno al narcotráfico. Tiene muy coaccionados a los campesinos en torno a ese negocio. Hay coacción, miedo y zozobra. Lo que queremos es que, en la medida que podamos combatirlos, las comunidades se sientan menos coaccionadas por esas disidencias. La intención de las Fuerzas Militares es avanzar para que cada vez más logremos el control del territorio y las comunidades se liberen de la presión de esos grupos.
La Fuerza Pública y la población civil han sido blancos de ataques con drones por parte de grupos armados, ¿cómo fue que ellos tuvieron acceso a esa tecnología y qué se puede hacer para combatirlos?
El Derecho Internacional Humanitario (DIH) define la restricción de métodos y medios no convencionales de guerra. El uso de drones es una violación al DIH porque atacan con esa tecnología a las Fuerzas Militares y también de los derechos humanos porque atacan a la población civil. Ellos en El Plateado, en Argelia (Cauca), asesinaron a un niño hace unos días. Es un método para el cual nadie estaba preparado. Ni siquiera hoy en Ucrania los drones han sido combatidos.
¿Qué estamos haciendo ahora? Tenemos dos frentes. Uno con la Corporación de Alta Tecnología (Codaltec), una empresa del grupo del sector defensa como lo es Satena, que ha desarrollado unas antenas anti drones para proteger bases fijas, como las aéreas, navales y militares. Y en el otro frente, estamos en un proceso contractual para la adquisición de sistemas que nos permitan detectar e inhibir los drones, que será muy versátil en territorio. Entre tanto, estamos implementando unas medidas pasivas y activas, para que el soldado se cubra y se proteja. Hemos logrado en gran medida evitar la afectación a nuestros hombres con ese método de ataque.
¿Cómo llegaron estas disidencias a conseguir esas tecnologías?
Es una tecnología abierta. Usted puede entrar a Amazon y comprar un dron. Quizás viendo lo que ha pasado en Ucrania, ellos han venido desarrollando ciertas capacidades con eso. Al dron le colocan un gancho, le montan una granada y lo hacen mover para que caiga. Es un arma no convencional, lo que denominamos arma hechiza. Y ellos no hacen ninguna distinción al momento de planear el ataque, lo que provoca es un gran daño a la población.
Siguiendo con el Cauca, hemos visto que semanalmente hay hostigamientos a los municipios. ¿Qué significado tienen esos ataques?
La respuesta es clara: cuando usted entra al territorio que ha sido históricamente de ellos, se desacomodan. En El Plateado hay más de 10 años de ausencia del Estado. Hace mucho tiempo la población, coaccionada, sacó al Estado de allá. Ahora que estamos entrando a las zonas de injerencia de los disidentes en el Cauca, encontramos que ellos están reaccionando para que el Estado no llegue. Esa es la reacción típica cuando en un conflicto como estos, un adversario se siente atacado. Responde con medidas terroristas para mostrar poder y tratar de bajar la moral combativa de la tropa.
Entre las tácticas también están las amenazas, como las de hace unos días a la conferencia COP 16, que se realizará en Cali en octubre. Ahora, el mismo Mordisco se retracta, ¿qué opina de eso?
Son intentos. Hace dos días Iván Mordisco dice en un comunicado: “no, es que ya no vamos a atacar la COP 16″, como queriendo decir: “yo tengo el poder para decir si ataco o no ataco. Ataco porque me siento fuerte y todos correrán. Que vean que soy un grupo que tiene poder”. Y la verdad es que solo quieren demostrar poder, porque está garantizada la seguridad de la COP. En realidad, tienen una presencia delictiva en las regiones, que estamos contraatacando con la Policía y la Fiscalía. Son reacciones normales a cuando se sienten acorralados y no quieren dejarse sacar.
Jamundí es un caso especial, porque es parte de la zona metropolitana de Cali, una ciudad capital. ¿Cómo es que se perdió el control del municipio?
Hay picos de violencia. En estos días ha estado tranquilo porque hemos logrado hacer más presencia policial y militar, y hemos logrado hacer diferentes capturas contra esos individuos. Es un área que nos demanda mucho esfuerzo. ¿En qué momento Jamundí se volvió así? Bueno, el sector rural del municipio se llenó de coca. Eso trae ilegalidad, representada en la columna Jaime Martínez del EMC. Buscamos que haya control del territorio y atacar el negocio del narcotráfico.
¿Cómo se combate el narcotráfico en Colombia?
Nosotros podemos llegar a frenar el negocio y hacer presencia militar, pero se requiere una acción unificada del Estado. Se requiere que haya soluciones. Esa comunidad de El Plateado que está enseñada a usar la coca como medio de vida hay que ofrecerle medios. Salud, educación, vías, inclusión social. Una posibilidad de vida lícita, para que migren de economía.
En algunos territorios, por ejemplo del Cauca, hay hasta tres grupos armados y no con todos hay cese al fuego, ¿qué hacen las Fuerzas Militares cuando hay confrontaciones entre ellos?
Ese es el reto. Lo que pasa es que también existen acuerdos entre grupos a nivel regional. En el sector del Valle del Cauca, la Segunda Marquetalia estaba aliada con el ELN, para golpear la estructura Jaime Martínez de las disidencias. Cuando ellos están a punto de enfrentarse, nosotros tenemos que llegar para evitar que se confronten y ataquen a la población civil. De todas maneras, aunque algún grupo esté bajo el cese al fuego, pero lo vemos en situación de flagrancia, tenemos que atacarlos. Y si no está bajo cese al fuego, lo atacamos. Es un tema complejo que nos demanda mucha inteligencia y capacidad de maniobra.
Veamos lo que está pasando en el sur de Bolívar. Históricamente estuvo allá el ELN, y hoy está tratando de entrar el Clan del Golfo y la Segunda Marquetalia, con su bloque del Magdalena medio. En cada región hay diversas alianzas. Este fin de semana en un medio escrito salió que el Ejercito se estaría aliando con la Segunda Marquetalia para combatir al EMC, pero es mentira. No hay ninguna connivencia con ningún grupo. Eso lo que busca es minar la moral del Ejército.
Y también se mueve esa información por parte de los grupos. En el Chocó, el ELN dice que estamos aliados con el Clan del Golfo para atacarlos, pero es porque el Clan del Golfo está entrando y los ataca a ellos. En Arauca dicen que el Ejército está aliado con el EMC para sacar al ELN, y hablan sobre nuestro comandante de la Cuarta División. El único objetivo de esos mensajes es que les bajemos la presión, y no lo vamos a hacer.
¿Cuándo usted habla de la flagrancia, quiere decir que han tenido que atacar al ELN aunque haya un cese al fuego?
Si bien el ELN está en cese al fuego, este año los hemos afectado en 136 individuos. Las personas podrían preguntarse el por qué, y es por la situación de flagrancia. Este fin de semana nos atacaron en Tame y en Norte de Santander. Nosotros, de todas maneras, ponemos esa situación ante el mecanismo de monitoreo y verificación para que se estudie. Esos números a final significan que, si nos atacan, nosotros también los atacamos. Y si los vemos “narcotraficando” o atacando a la población civil, debemos actuar.
¿Qué responder sobre el Clan del Golfo, el grupo armado con mayor presencia en el país?
Se retomó Agamenón con la Policía y estamos adelantando la operación Hefesto en Chocó y Antioquia, que busca contrarrestar la presencia delictiva de estos grupos allá, al quitarles el negocio del narcotráfico y la minería ilegal. En el último año hemos logrado 987 capturas. Comparado con el año anterior, estamos 6% por encima. Solo el fin de semana pasado capturamos a 18 personas dedicadas a la extorsión. El tema con ese grupo es que el cabecilla es alguien rápidamente reemplazable. Hay que mirar el Clan del Golfo como un todo de hombres en armas. En lo que más han crecido es en las redes de apoyo. Cada vez pagan más a los colaboradores. A los jóvenes les pagan hasta un millón 500 mil pesos por avisar dónde está la policía.
Usted es el primer comandante de la Armada que llega a la comandancia de las FF. MM en casi una década, ¿se lo esperaba?
No me imaginaba como comandante de las Fuerzas Militares, de la Armada sí. Primero, se hace un reconocimiento al almirante que ha venido trabajando durante mucho tiempo y a la Armada como tal. Tengo 58 años y puedo seguir sirviendo al país y a los 226.000 servidores de las Fuerzas Armadas. Además, porque hay un principio de vida de los militares: el militar ni se niega, ni se regala. Y esa es la máxima de éxito.
Es cierto que ha sido una tradición de que el Ejército llegue a la comandancia de las Fuerzas Militares, aclarando que hay países donde está reglado de que se deben turnar las fuerzas. Eso no significa que los marinos o los aviadores no puedan estar en esta posición. Es una oportunidad que se le da al Almirante por sus cualidades. Pero cualquier general del Ejército y de la Fuerza Aérea puede estar acá, poniendo en suma sus capacidades, experiencia, conocimiento, criterio, estudios y visión. La posición de liderazgo del comandante general es hacia las Fuerzas Militares.
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