JEP citó a “Otoniel”, del Clan del Golfo, a declarar sobre la violencia en Urabá
Quien fuera el jefe máximo del Clan del Golfo fue citado a declarar el 20 y 21 diciembre en el macrocaso de Urabá. Esto no significa que vaya a entrar a la justicia especial ni que se frene su extradición a Estados Unidos.
Dairo Antonio Úsuga David, conocido como Otoniel, fue citado a declarar en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre la violencia de la región de Urabá, de la que fue testigo y protagonista. La magistrada que lleva el macrocaso sobre esta zona del país en la Sala de Reconocimiento de Verdad, Nadiezhda Henriquez, cree que el trasegar del jefe máximo del Clan del Golfo por distintos grupos armados puede contribuir a esclarecer varios hechos del conflicto. Esto no significa que el exparamilitar vaya a ser admitido en la justicia creada con el Acuerdo de Paz con las Farc.
(Lea también: El efecto de la captura de “Otoniel” en el corazón del Clan del Golfo)
El auto mediante el cual fue citado Otoniel reza: “El testimonio del señor Dairo Antonio Úsuga David, es pertinente por ser testigo presencial de hechos ocurridos en el contexto del conflicto armado en la región del Urabá. El testimonio es un medio útil para contrastar la diversa información sobre hechos de violencia de la región de Urabá y que ha obtenido el Despacho de informes de organizaciones de víctimas, instituciones del Estado, de versiones voluntarias recibidas y de otras declaraciones ya practicadas”.
Dice además que la declaración es “necesaria, porque siendo el testigo, una persona que hizo presencia en la región del Urabá, tuvo conocimiento de primera mano de hechos, por lo que sus dichos contribuyen al esclarecimiento pleno de estos”. La diligencia fue programada para los días 20 y 21 de diciembre coordinada con la Fiscalía General, que en este momento tiene la custodia de Otoniel, y estarían presentes tanto la defensa del exparamilitar, como la Procuraduría y tres miembros del despacho de la magistrada Henriquez.
(Lea también: La historia de “Gabriel Paraco”, el hombre de “Otoniel” que negoció con la Oficina)
Asimismo, se intentará que puedan asistir virtualmente las víctimas del macrocaso de Urabá, que ya ascienden a 39.833. De hecho, fueron un grupo de víctimas acreditadas en el caso quienes solicitaron la declaración de Otoniel. Ahora bien, esta declaración no significa que se vayan a frenar las investigaciones en la justicia ordinaria contra quien fuera el jefe máximo del Clan del Golfo, ni siquiera se contempla que pueda entrar a la JEP ni que se vaya a detener el proceso de extradición que ya hay en marcha para enviarlo a Estados Unidos por narcotráfico.
Otoniel fue capturado el pasado 23 de octubre, precisamente en Urabá. Estados Unidos ofrecía hasta $18.000 millones por información que llevara a su judicialización y, tras una operación militar y de inteligencia de más de un lustro, fue aprehendido y llevado a Bogotá. Además de la JEP, la justicia ordinaria ya ha intentado tomar declaraciones del exjefe máximo del Clan del Golfo. “Este señor tiene deudas pendientes con Colombia. En ese sentido, yo voy a conformar con el equipo técnico de la Fiscalía, un grupo de fiscales encargados de verificar la situación del señor Otoniel”, dijo el fiscal Francisco Barbosa en octubre.
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Aunque comenzó su carrera en la ilegalidad vinculado a la guerrilla del Epl en 1987, no se desmovilizó cuando este grupo pasó a la vida civil y, en cambio, saltó a las Autodefensas de Córdoba y Urabá (Accu) y, posteriormente, a las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc). Tras el proceso de paz con el que este último grupo se desmovilizó, Otoniel se unió a Don Mario y a otros para conformar una organización de corte narcoparamilitar que fue llamada en un comienzo Los Urabeños, luego los Úsuga y, más recientemente, el Clan del Golfo.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Dairo Antonio Úsuga David, conocido como Otoniel, fue citado a declarar en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre la violencia de la región de Urabá, de la que fue testigo y protagonista. La magistrada que lleva el macrocaso sobre esta zona del país en la Sala de Reconocimiento de Verdad, Nadiezhda Henriquez, cree que el trasegar del jefe máximo del Clan del Golfo por distintos grupos armados puede contribuir a esclarecer varios hechos del conflicto. Esto no significa que el exparamilitar vaya a ser admitido en la justicia creada con el Acuerdo de Paz con las Farc.
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El auto mediante el cual fue citado Otoniel reza: “El testimonio del señor Dairo Antonio Úsuga David, es pertinente por ser testigo presencial de hechos ocurridos en el contexto del conflicto armado en la región del Urabá. El testimonio es un medio útil para contrastar la diversa información sobre hechos de violencia de la región de Urabá y que ha obtenido el Despacho de informes de organizaciones de víctimas, instituciones del Estado, de versiones voluntarias recibidas y de otras declaraciones ya practicadas”.
Dice además que la declaración es “necesaria, porque siendo el testigo, una persona que hizo presencia en la región del Urabá, tuvo conocimiento de primera mano de hechos, por lo que sus dichos contribuyen al esclarecimiento pleno de estos”. La diligencia fue programada para los días 20 y 21 de diciembre coordinada con la Fiscalía General, que en este momento tiene la custodia de Otoniel, y estarían presentes tanto la defensa del exparamilitar, como la Procuraduría y tres miembros del despacho de la magistrada Henriquez.
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Asimismo, se intentará que puedan asistir virtualmente las víctimas del macrocaso de Urabá, que ya ascienden a 39.833. De hecho, fueron un grupo de víctimas acreditadas en el caso quienes solicitaron la declaración de Otoniel. Ahora bien, esta declaración no significa que se vayan a frenar las investigaciones en la justicia ordinaria contra quien fuera el jefe máximo del Clan del Golfo, ni siquiera se contempla que pueda entrar a la JEP ni que se vaya a detener el proceso de extradición que ya hay en marcha para enviarlo a Estados Unidos por narcotráfico.
Otoniel fue capturado el pasado 23 de octubre, precisamente en Urabá. Estados Unidos ofrecía hasta $18.000 millones por información que llevara a su judicialización y, tras una operación militar y de inteligencia de más de un lustro, fue aprehendido y llevado a Bogotá. Además de la JEP, la justicia ordinaria ya ha intentado tomar declaraciones del exjefe máximo del Clan del Golfo. “Este señor tiene deudas pendientes con Colombia. En ese sentido, yo voy a conformar con el equipo técnico de la Fiscalía, un grupo de fiscales encargados de verificar la situación del señor Otoniel”, dijo el fiscal Francisco Barbosa en octubre.
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Aunque comenzó su carrera en la ilegalidad vinculado a la guerrilla del Epl en 1987, no se desmovilizó cuando este grupo pasó a la vida civil y, en cambio, saltó a las Autodefensas de Córdoba y Urabá (Accu) y, posteriormente, a las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc). Tras el proceso de paz con el que este último grupo se desmovilizó, Otoniel se unió a Don Mario y a otros para conformar una organización de corte narcoparamilitar que fue llamada en un comienzo Los Urabeños, luego los Úsuga y, más recientemente, el Clan del Golfo.
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