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En las próximas semanas se espera que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) defina si escuchará al exjefe paramilitar, Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco, antiguo jefe del bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El hombre, que también lideró este grupo criminal entre 2001 y 2003, pretende tener la misma posibilidad que tuvo hace un par de semanas el también exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quien durante cuatro días entregó información a los magistrados de la JEP para que valoren si esos datos son novedosos y podrían justificar su eventual ingreso a esta jurisdicción nacida del Acuerdo de Paz.
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La solicitud hecha por Macaco quedó en limbo luego que El Espectador revelara el pasado 17 de mayo un informe de inteligencia que señalaba su supuesto regreso al crimen organizado. El portal periodístico Verdad Abierta, señaló que la JEP, a raíz de la publicación de este diario, pidió información al Comando General de las Fuerza Militares, la Dirección de la Policía y la Fiscalía que informen si Macaco se encuentra investigado por delitos ocurridos en los últimos seis años, aproximadamente, y relacionadas con la Cordillera, banda criminal que fundó en los 2000 y a la que es vinculado en el reciente informe de inteligencia.
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De acuerdo con el portal periodístico, estas autoridades tienen hasta finales de esta semana que inicia para responder la solicitud de la JEP, que pretende tener total certeza de que Macaco cumple un requisito clave para ingresar a esa jurisdicción: no haber vuelto a delinquir luego del 1° de diciembre de 2016. “En caso afirmativo (de tener investigaciones en curso) deberán remitir copia de los documentos, piezas procesales o decisiones judiciales que así lo acrediten. El carácter reservado de un documento no será oponible a las autoridades que lo soliciten para el debido ejercicio de sus funciones”, señala el documento de la JEP citado por Verdad Abierta.
Los abogados del antiguo narcoparamilitar, quien estuvo preso en Estados Unidos entre 2008 y 2019 por delitos de narcotráfico, fueron informados de que la JEP estudiaba si era viable escuchar a Jiménez Naranjo en audiencia única de aporte a la verdad, justo el mismo día que El Espectador reveló el informe. Esta semana también exparamilitares vinculados a gestorías de Paz y cercanos al excapo narcotraficante emitieron un comunicado de prensa en el que indicaron que Jiménez Naranjo no volvió a delinquir y que estaba comprometido con el proyecto de Paz Total del presidente Gustavo Petro.
“Resulta extraño que, ahora que se ha anunciado que (Macaco) comparecerá ante la JEP, empiecen nuevamente los señalamientos en los que se le vincula, irresponsablemente, con remanentes de organizaciones armadas que él ayudó a desmontar dentro del proceso de paz que se adelantó con el gobierno del expresidente Álvaro Uribe Vélez”, dice el comunicado de los reclusos cercanos Macaco. Sin embargo, el informe de inteligencia no es la única fuente que genera sospechas sobre el regreso de Macaco a la ilegalidad. Un testigo de la Fiscalía lo mencionó en una reciente declaración de un expediente que también tiene en la mira a otros exparamilitares de las AUC.
Se trata de Manuel Castañeda, el testigo estrella de la Fiscalía en el caso de la fuga del narcotraficante alias Matamba, indicó que el exjefe paramilitar fue mencionado en una cumbre de los líderes del Clan del Golfo, el grupo sucesor del paramilitarismo en Colombia. De acuerdo con Castañeda, en esa reunión, Macaco fue mencionado por los líderes como alguien que podía ayudar a fraguar un plan de fuga para alias Otoniel, el líder del Clan del Golfo, capturado en octubre de 2021 y que hoy está preso en Estados Unidos por delitos de narcotráfico.
Este fin de semana, uno de los abogados de Macaco, Henry Rodríguez, le dijo a El Tiempo que su cliente centraría su declaración en personas que apoyaron a los paramilitares y no fueron procesadas. “En efecto, se hablará de política, financiación, narcotráfico y conexiones con agentes del Estado. En el caso de empresas hay nacionales y extranjeras. Es lo único que le puedo anticipar. Y responderemos lo que se nos pregunte”, señaló el abogado Rodríguez. El diario bogotano también indicó que, en los próximos días, se hará una reunión entre la JEP y la defensa de Macaco para definir temas logísticos de su declaración y definir puntos claves. Además, se hablará sobre los supuestos vínculos criminales que le endilga la inteligencia militar a Jiménez Naranjo.
El historial criminal de Macaco
Desde muy joven sirvió como hombre de confianza de alias Rasguño, uno de los capos del extinto cartel del norte del Valle. Durante esa época, a principios de los años 90 y en medio de sus grandes negocios de narcotráfico, conoció a los hermanos Castaño, quienes necesitaban de su dinero para financiar la expansión paramilitar. Ya dentro de las AUC se convirtió en el comandante del Bloque Central Bolívar, el cual hizo presencia en Barrancabermeja, el sur de Bolívar, el Magdalena Medio y el Bajo Cauca antioqueño. Su poder creció tanto en las autodefensas que, a finales de 2001, Carlos Castaño cedió su poder y Macaco se convirtió en su único líder.
En 2003 se abrió paso en el proceso de paz entre el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y las autodefensas y asumió un papel de negociador. En diciembre de 2005, en el municipio de Remedios (Antioquia), se desmovilizó junto a 1.900 miembros de su estructura que dejó miles de desplazados y cientos de homicidios y desaparecidos. Fue tal la ostentación de su poder, que entregó dos helicópteros, una urbanización completa en Cáceres (Antioquia) y cuatro fincas con 2.600 cabezas de ganado. Previo a su extradición a Estados Unidos, estuvo preso en la cárcel de Cómbita y recluido durante 23 días en un buque en alta mar, pues la Policía tenía información de que podía fugarse con ayuda de su poder corruptor.
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