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Hay una altísima probabilidad de que Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, sea extraditado a Estados Unidos. La Corte Suprema de Justicia avaló su traslado y el presidente Iván Duque firmó la resolución para que en Norteamérica lo juzguen por delitos relacionados con narcotráfico. Sin embargo, aún tiene un expediente vivo en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en el cual busca que le aprueben la garantía de no extradición.
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La Sección de Revisión del Tribunal para la Paz de la JEP concedió la solicitud de apelación contra una decisión del pasado 7 de marzo. En ese documento, le negaron al máximo líder del Clan del Golfo las medidas cautelares para permanecer en Colombia, donde, aseguró, buscaría negociar la paz del grupo armado con el Estado. La Sección consideró que cumplió con el trámite legal y, ahora, contra todo pronóstico, la JEP estudiará si Otoniel se queda en el país.
El pasado 7 de marzo, la Sección concluyó que la medida de protección solicitada por la defensa de Otoniel no cumple con los requisitos de urgencia. Los abogados del exguerrillero y exparamilitar explicaron que el trámite en la Corte Suprema de Justicia, que ayer 7 de abril cambió el rumbo de Otoniel, se estaba realizando muy rápido, lo cual afectaba el derecho a la defensa.
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Dairo Antonio Úsuga tiene la esperanza de que se le garantice la no extradición, pues asegura tener un espacio en la JEP como tercero civil. El órgano de justicia transicional le ha pedido, en distintos despachos, que pruebe su pertenencia al Epl o a las Farc, como lo ha revelado, a través de acusaciones o condenas judiciales. Ahora, podrán revisar su apelación.
El pasado 25 de marzo, por otro lado, la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP rechazó el sometimiento de Otoniel, pues allí tampoco aportó las pruebas suficientes que lo acreditaran como un tercero colaborador. La decisión fue comunicada a la Sección de Ausencia de Reconocimiento y la Sala de Reconocimiento de la JEP, en las cuales, respectivamente, había revelado su participación en el conflicto armado en el Urabá y también en los falsos positivos que apuntan al Ejército.
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Y mientras la defensa de Otoniel se daba sus batallas judiciales en la JEP, la Corte Suprema de Justicia aprobó su extradición a Estados Unidos. En ese país tiene en contra tres indictments (escritos de acusación), desde julio de 2009. Uno de ellos por parte de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, que lo señala por delitos relacionados con narcotráfico desde que el Clan del Golfo era conocido como Los Urabeños, en el pacífico nacional.
La investigación norteamericana, según la Corte Suprema, considera que desde 2002 hasta 2021, alias Otoniel envío toneladas de cocaína a México y otros países de Centroamericana, para llegar al mercado de Estados Unidos. Para ello, se habría apoyado con socios en Colombia, Venezuela, Ecuador, Guatemala, Panamá, Honduras, Costa Rica, Nicaragua y México. En nuestro país, acusa la Corte de Nueva York, “empleaba ‘sicarios’ o asesinos a sueldo, quienes llevaban a cabo diversos actos de violencia, como asesinatos, agresiones, secuestros y atentados”.
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Y en la mañana de este 8 de abril, el presidente Iván Duque dio la puntada final y firmó el decreto para trasladar a Otoniel. “Se deben surtir ahora los tiempos de ley, pero lo cierto es que este delincuente se va extraditado, cumplirá las penas por narcotráfico ante Estados Unidos por sus delitos transnacionales”, dijo el mandatario. No obstante, la defensa del criminal podrá interponer un recurso de impugnación a esa resolución. Y, además, en la JEP todavía tiene una pequeña luz, pero es muy probable que en las últimas horas parta rumbo a su próximo destino.
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