JEP reconoce como víctima a resguardo Motilón Barí por reclutamiento de niños
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) señaló que esta comunidad perteneciente al Pueblo Barí, no solo perdió territorio por culpa del conflicto armado, sino que con el reclutamiento ilegal de sus niños, se fracturó la transmisión de los saberes ancestrales a las nuevas generaciones.
La Sala de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aceptó acreditar como víctima al resguardo Motilón Barí en el caso que estudia los reclutamientos forzados de miles de menores de edad que terminaron a la fuerza en las filas de las FARC. Así lo decidió ese sistema de justicia transicional, luego de escuchar durante tres días a la comunidad.
Las diligencias se llevaron a cabo entre el 22 y 24 de abril pasado, en la ciudad de Cúcuta (Norte de Santander), en las que representantes de la JEP escucharon a 17 caciques, máximas autoridades del Pueblo Barí, y otros integrantes. Sus testimonios se concentraron en explicarle a los funcionarios por qué y cómo la presencia de grupos armados en su territorio ha alterado su cosmovisión, su lengua, sus costumbres y sus fuentes alimentarias.
“Las autoridades narraron los hechos de reclutamiento y utilización que sufrieron por parte de las FARC y el Ejército, ocasionando ‘que los sueños de las niñas y los niños se apagaran’”, explicó la JEP. Pero quizás la afectación más profunda, explicaron las autoridades indígenas, es que con sus niños en la guerra, se fracturó la transmisión de los saberes ancestrales a las nuevas generaciones.
Esta comunidad indígena se ubica sobre la cuenca del río Catatumbo, en la frontera con Venezuela, en la Serranía de los Motilones, en los municipios de El Carmen, Convención y Teorama (Norte de Santander). Durante las diligencias judiciales en Cúcuta, la JEP, además, organizó un espacio inédito para la entidad, pues dispuso de un espacio para escuchar exclusivamente a las mujeres del Pueblo Barí.
Lo anterior tuvo como propósito “que sus voces, narrativas y reflexiones contribuyan a una comprensión de los daños causados por el conflicto sobre sus comunidades desde una perspectiva de mujer, familia y generación”, agregó la JEP. Con la decisión de reconocer al resguardo Motilón Barí, esta comunidad se convierte en el tercer pueblo indígena en tener este reconocimiento en el caso 07 que investiga el reclutamiento de niños y niñas.
Luego de conocerse la decisión de la JEP, las autoridades del pueblo étnico señalaron que es “un gran triunfo para el Pueblo Barí”. Según cálculos de la Jurisdicción Especial para la Paz, hasta ahora hay 6.831 víctimas reconocidas en este caso. De ellas, agregó la JEP, 851 son víctimas individuales (61% de ellas son mujeres y 39% hombres) y 5.530 son víctimas colectivas.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La Sala de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aceptó acreditar como víctima al resguardo Motilón Barí en el caso que estudia los reclutamientos forzados de miles de menores de edad que terminaron a la fuerza en las filas de las FARC. Así lo decidió ese sistema de justicia transicional, luego de escuchar durante tres días a la comunidad.
Las diligencias se llevaron a cabo entre el 22 y 24 de abril pasado, en la ciudad de Cúcuta (Norte de Santander), en las que representantes de la JEP escucharon a 17 caciques, máximas autoridades del Pueblo Barí, y otros integrantes. Sus testimonios se concentraron en explicarle a los funcionarios por qué y cómo la presencia de grupos armados en su territorio ha alterado su cosmovisión, su lengua, sus costumbres y sus fuentes alimentarias.
“Las autoridades narraron los hechos de reclutamiento y utilización que sufrieron por parte de las FARC y el Ejército, ocasionando ‘que los sueños de las niñas y los niños se apagaran’”, explicó la JEP. Pero quizás la afectación más profunda, explicaron las autoridades indígenas, es que con sus niños en la guerra, se fracturó la transmisión de los saberes ancestrales a las nuevas generaciones.
Esta comunidad indígena se ubica sobre la cuenca del río Catatumbo, en la frontera con Venezuela, en la Serranía de los Motilones, en los municipios de El Carmen, Convención y Teorama (Norte de Santander). Durante las diligencias judiciales en Cúcuta, la JEP, además, organizó un espacio inédito para la entidad, pues dispuso de un espacio para escuchar exclusivamente a las mujeres del Pueblo Barí.
Lo anterior tuvo como propósito “que sus voces, narrativas y reflexiones contribuyan a una comprensión de los daños causados por el conflicto sobre sus comunidades desde una perspectiva de mujer, familia y generación”, agregó la JEP. Con la decisión de reconocer al resguardo Motilón Barí, esta comunidad se convierte en el tercer pueblo indígena en tener este reconocimiento en el caso 07 que investiga el reclutamiento de niños y niñas.
Luego de conocerse la decisión de la JEP, las autoridades del pueblo étnico señalaron que es “un gran triunfo para el Pueblo Barí”. Según cálculos de la Jurisdicción Especial para la Paz, hasta ahora hay 6.831 víctimas reconocidas en este caso. De ellas, agregó la JEP, 851 son víctimas individuales (61% de ellas son mujeres y 39% hombres) y 5.530 son víctimas colectivas.
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