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La esperada audiencia única de verdad en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, ya tiene fecha. El antiguo jefe del Bloque Norte de las Autodefensas deberá asistir de manera presencial a las instalaciones de la JEP en Ibagué, los próximos 26 y 27 de enero. Tiene un espacio como hombre bisagra entre las fuerzas de seguridad del Estado y los máximos líderes paramilitares que dominaron la costa caribe entre el noventa y los 2.000.
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De forma oral, Tovar Pupo, quien está preso en la cárcel La Picaleña de Ibagué, tendrá la responsabilidad de realizar un aporte a la verdad del conflicto, de manera detallada, con respecto a su participación como tercero colaborador y financiador del paramilitarismo antes de integrar el Bloque Norte y como comandante del mismo grupo armado organizado. La JEP le advirtió que su entrada en el organismo, lo cual le representaría beneficios como la libertad, está condicionada a las verdades reveladas y a la aceptación de responsabilidad que esté dispuesto a comunicar.
“Se advierte al señor Rodrigo Tovar Pupo que la aceptación de su sometimiento en la JEP está condicionada a los aportes a la verdad plena que realice, los cuales deberán ser verificables, así como a sus propuestas de reparación y garantías de no repetición, de conformidad con la responsabilidad que reconozca. Será emitida decisión interlocutoria de rechazo, en caso de inasistencia a la audiencia única de verdad plena o silencio frente a las preguntas formuladas, también si lo manifestado durante la diligencia carece de pruebas que lo corroboren”, explicó la JEP.
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Sobre Tovar Pupo, en agosto pasado, El Espectador confirmó que la JEP resolvió a su favor una apelación, luego de que en septiembre de 2020 fuera rechazado. En su momento, se explicó que no tenía cabida como tercero civil, ya que sus crímenes “están excluidos del ámbito de competencia personal de la JEP y no pueden ser conocidos por esta Jurisdicción”. En 2020, además, la JEP invitó a Jorge 40 a llevar su versión a la Comisión de la Verdad.
Con el nuevo cambio de panorama, los crímenes de Jorge 40 podrían ser conocidos y juzgados por la JEP, la cual justo esta semana anunció la apertura del macrocaso 08, denominado: “Crímenes cometidos por la fuerza pública, otros agentes de Estado, en asocio con grupos paramilitares o terceros civiles”. En ese espacio podrían entrar, entre otros hechos atroces, la masacre de El Salado (Bolívar), en el 2.000, que dejó más de 60 asesinatos y que fue comandada por Jorge 40, entre otros jefes paramilitares.
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Jorge 40 fue uno de los principales voceros de las Auc en las negociaciones de Santa Fe de Ralito y fue uno de los últimos jefes paramilitares en desmovilizarse. No obstante, en 2015 fue expulsado del también sistema transicional de Justicia y Paz, creado para la desmovilización paramilitar, por no aceptar su participación en crímenes de reclutamiento forzado de menores, violencia de género y secuestro ni haber reparado a las víctimas.
Ahora, resta que la JEP entregue fecha y hora para la audiencia, bajo las mismas condiciones, a la que accederá el jefe paramilitar Salvatore Mancuso, líder de las Autodefensas Unidas de Colombia. Durante los últimos años, Mancuso ha sido insistente en lograr su sometimiento a la JEP. En su contribución a la Comisión de la Verdad, en agosto de 2021, pidió ser incluido en el macrocaso de falsos positivos. “Quiero colaborar para esclarecer estos crímenes. A las víctimas mi respeto por su lucha, resistencia y valentía”, señaló. Asimismo, desde su prisión en Atlanta (Estados Unidos) ha reiterado su disposición para contar la verdad y ha confirmado asociaciones con políticos, ganaderos y militares para sostener el poder en los noventa e inicios de los 2.000.
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