Judicializan en Medellín a hombre que tenía en cautiverio cinco boas del Amazonas
También fue judicializado un hombre en Sabaneta (Antioquia) por mantener en condiciones precarias y abusivas a una perrita llamada Sasha y a sus cachorros.
Un fiscal del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) presentó ante jueces de control de garantías a dos personas en Antioquia, acusadas de maltrato a fauna silvestre y doméstica. Santiago Ospina Muñoz fue judicializado por mantener en una vivienda de Medellín (Antioquia) a cinco boas constrictor y una tortuga matamata, ambas especies amazónicas, en condiciones inapropiadas y fuera de su hábitat.
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Los animales, que fueron trasladados a un lugar seguro bajo la autoridad ambiental, habrían sido extraídos en condiciones de transporte y alojamiento precarias. Ospina Muñoz enfrenta cargos por aprovechamiento ilícito de recursos naturales renovables y tráfico de fauna.
En un caso distinto, Alexander Aguirre Marulanda fue imputado por maltrato animal luego de que autoridades inspeccionaran su vivienda en Sabaneta (Antioquia) y encontraran a una perra, llamada Sasha, junto a sus cachorros, en condiciones de desnutrición y problemas de salud. Los animales fueron trasladados a un centro de recuperación. Las investigaciones continúan para determinar la responsabilidad en ambos casos y garantizar la protección de estos animales.
Otros casos imputados por Fiscalía
El pasado 30 de octubre, dos personas fueron enviadas a prisión por daños graves a fauna silvestre en Risaralda y Putumayo, según pruebas presentadas por la Fiscalía. En el primer caso, el fiscal del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) demostró que Darwin Carmelo López formaba parte de una red de tráfico de fauna conocida como “Harpía”.
De acuerdo con informes locales, López se encargaba de obtener partes y subproductos de especies protegidas como jaguares, águilas harpía y guacamayas en áreas de reserva de Puerto Leguízamo, Putumayo, para luego comercializarlos en redes sociales. López aceptó los cargos de tráfico de fauna y concierto para delinquir en un preacuerdo y fue condenado a dos años y nueve meses de prisión, además de una multa equivalente a 150 salarios mínimos mensuales.
La Fiscalía también informó que la red “Harpía” vendió ilegalmente partes de animales silvestres en al menos 10 ocasiones, disfrazándolas como artesanías. Otros miembros clave de esta red, Diego Fernando Mora Obando y Vivian Vanessa García Rivero, también recibieron sentencias en días pasados.
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En un segundo caso, un juez de Risaralda impuso una pena de cinco años y cuatro meses de prisión a Dayana Alejandra Pulgarín Guzmán por la muerte de un oso perezoso que mantuvo en cautiverio en condiciones inadecuadas. Según las pruebas presentadas por la Fiscalía y respaldadas por exámenes de especialistas, el animal estaba en pésimas condiciones de salud y con los dientes limados, lo que contribuyó a su fallecimiento.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Un fiscal del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) presentó ante jueces de control de garantías a dos personas en Antioquia, acusadas de maltrato a fauna silvestre y doméstica. Santiago Ospina Muñoz fue judicializado por mantener en una vivienda de Medellín (Antioquia) a cinco boas constrictor y una tortuga matamata, ambas especies amazónicas, en condiciones inapropiadas y fuera de su hábitat.
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Los animales, que fueron trasladados a un lugar seguro bajo la autoridad ambiental, habrían sido extraídos en condiciones de transporte y alojamiento precarias. Ospina Muñoz enfrenta cargos por aprovechamiento ilícito de recursos naturales renovables y tráfico de fauna.
En un caso distinto, Alexander Aguirre Marulanda fue imputado por maltrato animal luego de que autoridades inspeccionaran su vivienda en Sabaneta (Antioquia) y encontraran a una perra, llamada Sasha, junto a sus cachorros, en condiciones de desnutrición y problemas de salud. Los animales fueron trasladados a un centro de recuperación. Las investigaciones continúan para determinar la responsabilidad en ambos casos y garantizar la protección de estos animales.
Otros casos imputados por Fiscalía
El pasado 30 de octubre, dos personas fueron enviadas a prisión por daños graves a fauna silvestre en Risaralda y Putumayo, según pruebas presentadas por la Fiscalía. En el primer caso, el fiscal del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) demostró que Darwin Carmelo López formaba parte de una red de tráfico de fauna conocida como “Harpía”.
De acuerdo con informes locales, López se encargaba de obtener partes y subproductos de especies protegidas como jaguares, águilas harpía y guacamayas en áreas de reserva de Puerto Leguízamo, Putumayo, para luego comercializarlos en redes sociales. López aceptó los cargos de tráfico de fauna y concierto para delinquir en un preacuerdo y fue condenado a dos años y nueve meses de prisión, además de una multa equivalente a 150 salarios mínimos mensuales.
La Fiscalía también informó que la red “Harpía” vendió ilegalmente partes de animales silvestres en al menos 10 ocasiones, disfrazándolas como artesanías. Otros miembros clave de esta red, Diego Fernando Mora Obando y Vivian Vanessa García Rivero, también recibieron sentencias en días pasados.
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