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Juzgado de Antioquia absolvió a Santiago Uribe Vélez en el caso de los 12 Apóstoles

Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe, fue declarado inocente en investigación por conformación y financiación del grupo paramilitar de los 12 Apóstoles en Antioquia. Este es el expediente en su contra.

13 de noviembre de 2024 - 05:15 p. m.
La investigación contra Santiago Uribe fue archivada en 1999, pero la aparición de un testigo estrella, en 2010, reabrió la pesquisa que acaba de terminar en primera instancia.
La investigación contra Santiago Uribe fue archivada en 1999, pero la aparición de un testigo estrella, en 2010, reabrió la pesquisa que acaba de terminar en primera instancia.
Foto: DAVID CAMPUZANO
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Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, fue declarado inocente frente a las acusaciones por los delitos de homicidio y concierto para delinquir, por decisión del juez primero penal del circuito de Antioquia. El ganadero, en decisión de primera instancia, quedó libre de responsabilidad por la conformación y financiación del grupo paramilitar conocido como Los 12 Apóstoles, el cual significó la barbarie plena en municipios como Yarumal, Angostura, Briceño, Campamento y Valdivia, en Antioquia, durante los noventa. El grupo criminal respondió a una supuesta lucha antisubversiva que contó con la complicidad de la Fuerza Pública y que dejó, según La Fiscalía, más de 300 homicidios selectivos.

Uno de ellos fue el conductor de chiva Camilo Barrientos, quien el 25 de febrero de 1994 fue acribillado por dos de sus pasajeros en la vía que de Yarumal conduce a Campamento (Antioquia). El crimen fue atribuido a Los 12 Apóstoles, quienes señalaron a la víctima falsamente como miembro de la guerrilla. Por este hecho, Santiago Uribe Vélez también fue declarado inocente por la justicia, pese a que la acusación en su contra indicaba que él habría dado la orden del asesinato por considerarlo auxiliar de los grupos guerrilleros.

La acusación contra Santiago Uribe Vélez

La investigación de la Fiscalía General concluyó que en la década de los ochenta, un grupo de empresarios y comerciantes de Yarumal se juntaron para crear una estructura armada para protegerse de los grupos guerrilleros que delinquían en la zona. Para esto se entregaron altas sumas de dinero con el único fin de comprar armas y darles toda la dotación necesaria. Para ejecutar ello, Los 12 Apóstoles tuvieron la complacencia de miembros de la Fuerza Pública, los cuales también recibieron prebendas en dinero para apoyar las acciones ilegales que ejecutaron los integrantes de ese grupo contra todo aquel que tuviera tintes subversivos.

Las pruebas recopiladas da cuenta de que, en 1995, la Fiscalía Regional de Medellín abrió una indagación previa en contra de Uribe Vélez por los crímenes que empezaban a documentarse. “En el acta del consejo de seguridad, realizado el 12 de diciembre de 1995 (…), se hace alusión a la existencia de un grupo de ‘limpieza social’ en el municipio de Yarumal, el cual estaba causando zozobra y temor en la comunidad”. La Fiscalía, entonces, empezó a recopilar testimonios de personas que, bajo la reserva de su identidad (para salvaguardar su vida), empezaron a contar que Santiago Uribe, otros ganaderos, miembros de la Policía y hasta un sacerdote se habrían reunido para crear una especie de ejército privado en Yarumal.

Entre los testimonios de antaño y luego tenidos en cuenta para la acusación está el de Alexander Amaya Vargas, quien fue agente de Policía en Yarumal. El testigo dio su primera declaración el 9 de agosto de 1996 bajo reserva de identidad y señaló que, en febrero de 1994, estuvo presente en una reunión en la hacienda La Carolina, propiedad de la familia Uribe Vélez, a la que asistieron la mayoría de miembros de los 12 Apóstoles, incluido Santiago. Según Amaya, los 12 Apóstoles cometían delitos financiados por los entonces ganaderos Álvaro Vásquez y por Santiago Uribe Vélez.

Sin embargo, dicha información no fue tenida en cuenta en su momento por las autoridades, las cuales cerraron la investigación contra Uribe Vélez en 1999. A pesar de ello, para 2010, apareció un testigo estrella que daría vuelta al expediente: el mayor retirado de la Policía, Juan Carlos Meneses, quien era escoltado en los noventa por el testigo antes mencionado Amaya Vargas. De tal gravedad fue su verdad, que, no solo la investigación fue retomada por la Fiscalía, sino que sirvió para lograr el arresto del hermano del expresidente Uribe en 2016. Según Meneses, al llegar a la comandancia de la Policía de Yarumal, en 1993, el comandante saliente, el entonces capitán Pedro Benavides, le dijo que tenía que colaborar con un “grupo de personas que hacía limpieza social”.

La Fiscalía, además, admitió una grabación que el propio Meneses entregó, tras la cual, quedó en evidencia que el hoy coronel en retiro Pedro Benavides estuvo tan involucrado con Los 12 Apóstoles como el mismo Santiago Uribe Vélez. Luego de una fuerte controversia por la legalidad de la grabación entre la Fiscalía y la defensa de Santiago Uribe, la prueba fue incluida dentro del juicio. Meneses ha reiterado ese testimonio ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), buscando beneficios judiciales, y está condenado a 27 años de prisión por el asesinato de aquel conductor de chiva en Yarumal.

Otro testimonio clave para la Fiscalía fue el de el campesino Eunicio Pineda, quien trabajó en la hacienda La Carolina, en los noventas. Este hombre dijo haber visto allí a civiles uniformados que poseían radios y armas, y que se reunían con la Policía. Pineda, exiliado en Europa, declaró que antes de salir del país supo que lo querían matar “porque conocía que en La Carolina se había conformado un grupo armado ilegal”. Aseguró que, en 1994, miembros de Los 12 Apóstoles lo retuvieron en Yarumal mientras viajaba en un bus. Luego de eso, le arrancaron todos los dientes con un alicate y le dispararon por la espalda. Pineda cuenta que logró escapar, se escondió y encontró trabajo en distintas fincas de Antioquia y Quindío.

La verdad de Don Berna

En febrero de 2015, El Espectador conoció el testimonio que el extraditado exjefe paramilitar Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, entregó en el expediente contra Santiago Uribe Vélez. A pesar de que Don Berna aseguró que no tuvo relación directa con Los 12 Apóstoles, sí manifestó que las primeras autodefensas en Antioquia fueron los Escopeteros, patrocinadas por el ganadero Ernesto Garcés Soto. Un hombre que, según Don Berna, solía jactarse de su amistad con Santiago Uribe.

A la pregunta del fiscal del caso acerca de si supo de relaciones entre Santiago Uribe y los hermanos Castaño Gil, comandantes de las autodefensas, Don Berna sostuvo que no supo si Uribe tuvo nexos con Carlos y Fidel, pero que a Vicente sí le escuchó decir en tres ocasiones que el ganadero era amigo suyo. El fiscal del caso, además, le preguntó uno a uno por las personas relacionadas con el denominado grupo de Los 12 Apóstoles, empezando por el detenido oficial (r) de la Policía Juan Carlos Meneses. De ese listado de nombres, cabe aclarar, Don Berna dijo no conocer a nadie.

La defensa de Santiago Uribe Vélez

En febrero de 2021 concluyó la etapa de juicio contra el hermano del expresidente Uribe, tras 11 días de alegatos de defensa del abogado Jaime Granados, apoderado de la familia Uribe Vélez. Granados argumentó que la acusación de la Fiscalía fue variando y “estirándose como el caucho” en cuanto a su desarrollo, señalando que el ente investigador desdibujó dicha organización militar que funcionaba con el aval de la Policía del territorio, Los 12 Apóstoles, al tratar de hacer ver que esta agrupación criminal fue la génesis del todo el movimiento paramilitar de Antioquia.

Luego, haciendo referencia a los testigos, dijo Granados que el agente de Policía Alexander Amaya “no es testigo de nada”, pues nunca pudo dar cuenta de la fuente de su conocimiento. “Se mostró que el record de mentiras que tiene Alexander Amaya así como el particular interés que tenía en obtener beneficios cuando dio sus primeras declaraciones, se mostraron todas sus mentiras y que constantemente iba cambiando en función de cómo avanzaba su situación”, dijo.

Con respecto al mayor (r) Meneses, manifestó Granados que habría quedado clara su intención de testificar falsamente contra Santiago Uribe Vélez. “Tan es así, que el origen de todo, la gran mentira, quedó desvirtuada cuando no pudo establecerse la posible presencia de Santiago en el encuentro hipotéticamente y falsamente construido en enero de 1994, cuando Santiago se encontraba en Manizales y no en la Hacienda La Carolina (…) se pudieron establecer 19 graves mentiras estructurales en su declaración que muestra esa profesión que tiene para mentir y el modus operandi con el que actúa para mezclar pocas verdades con sus mentiras”, dijo.

Por otro lado, indicó que el testigo Eunicio Pineda, ocupó atención importante de la defensa pues es “indudable” que sufre de una enfermedad mental. Granados le dijo al juez que será él quien tendrá que definir si se trata de una esquizofrenia paranoide, como dice la defensa, o de un estrés postraumático, como lo plantea la Fiscalía. No obstante, dejó claro, que el testigo no tiene una mente sana y que la misma Fiscalía reconoció que sufre de psicosis, por lo cual su verdad no podría considerarse como certera en un expediente judicial.

¿Qué sigue en el caso?

La defensa de las víctimas rechazó la decisión del juez primero penal del circuito de Antioquia, pues tanto las víctimas, como la Fiscalía y la Procuraduría habían solicitado una condena. Anunciaron que presentarán un recurso de apelación ante una mayor instancia, por carencia de fundamentos en la decisión de absolución de Uribe Vélez.

Durante la investigación el juez rechazó la incorporación de pruebas que la defensa consideraba que podrían ser de relevancia, como declaraciones de trabajadores de La Carolina. Además, en una reciente declaración ante la JEP el excomandante Jairo Rodríguez Venegas reconoció su colaboración con los 12 Apóstoles cuando trabajaba en Yarumal y dio a conocer que en la hacienda de Uribe Vélez funcionaba un centro de entrenamiento de los paramilitares.

Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.

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Juan(82042)Hace 10 horas
Conozco a ese Juez, desde q es secretario; puedo decir q es un timorato flojo; además pusilánime. Siempre en todos los procesos se hace el loco. Vive tomando tinto.
maría(52338)Hace 11 horas
¡qué decepción!, ¿para eso se demoró tres años el juez?, ¡¡qué falta de valor y de honestidad!!
Luis(22669)Hace 12 horas
Viva Colombia, juez impoluto, probó y buen muchacho como todos los que lo rodean.
Jaime(40834)Hace 12 horas
Ahora Santiago y mañana Álvaro.!!!!Justicia para los de ruana!!!!
Piedad(81806)Hace 12 horas
Qué podrán sentir las victimas ante esta injusticia. Cómo vamos a tener paz en este país¡¡¡
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