"Karina", la mujer más cruel de las Farc y la obsesión de Uribe
La guerrillera ‘Karina', quien se entregó a las autoridades el domingo, era la rebelde más importante y cruel de las Farc y su detención era una obsesión del presidente Álvaro Uribe desde hace muchos años.
El Espectador
El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, declaró que "hace mucho tiempo estábamos detrás de ella" y que ‘Karina' fue ascendiendo dentro de las Farc "gracias a su audacia, su crueldad" y por hacer "cosas muy malas que le permitieron volverse una leyenda"
La insurgente de 45 años, cuyo nombre verdadero es Nelly Ávila Moreno, era la jefe del frente 47 de las Farc, que azotó durante la última década los departamentos de Antioquia y Caldas, en la rica zona cafetera del país y que ahora está totalmente diezmado.
Las autoridades ofrecían una recompensa de un millón de dólares por la jefe guerrillera, de quien se afirma que tenía las siete vidas del gato y que terminó doblegada por el hambre debido a un cerco militar.
‘Karina' pasó los últimos quince días rodeada por tropas en las montañas de Antioquia, ya sin hombres bajo su mando, y no resistió más y decidió rendirse el domingo, según las autoridades.
De ‘Karina' se afirma que fue la persona que asesinó en 1983 al empresario Alberto Uribe Sierra, padre del presidente Uribe, en un intento de secuestro en una de las fincas de la familia en Antioquia.
El afán de Uribe por capturar o dar de baja a la rebelde de tez morena, pelo corto y anteojos de intelectual se expresó en las palabras pronunciadas por el mandatario hace cinco años: "Hay una señora de las Farc, llamada 'Karina', en el oriente de Caldas, que hay que capturar".
Uribe hizo esa afirmación en una reunión regional con mandos militares a los que les fijó como prioridad la captura de la líder guerrillera que también ha sido la única mujer en llegar a dirigir un frente de las Farc.
La guerrillera, que entró a las Farc hace casi treinta años, era conocida también como "Janet Mosquera Rentería" y se afirma que usa gafas para disimular la pérdida del ojo derecho en un ataque rebelde perpetrado en 1998 contra la población de Pavarandó, en Antioquia.
‘Karina' tenía al menos seis órdenes de captura por los delitos de homicidio, terrorismo, rebelión, secuestro extorsivo y daño en bien ajeno.
Las autoridades la acusan de múltiples crímenes, entre ellos un ataque perpetrado en diciembre del 2005 en las selvas del Chocó, en el que murieron ocho policías y treinta fueron secuestrados.
También se le atribuye el secuestro del ex congresista Óscar Tulio Lizcano, ocurrido en agosto del 2000 en Caldas y quien forma parte del grupo de 40 políticos, soldados, policías y extranjeros que las Farc pretenden canjear por cerca de medio millar de rebeldes presos.
La facción de ‘Karina', que en sus mejores tiempos tuvo unos 300 integrantes, quedó reducida a menos de 50, según analistas.
Los mismos creen que el frente 47, creado en 1995 y autor de ataques a poblaciones y secuestros de hacendados de la región cafetera, estaba casi disuelto en marzo último cuando ‘Iván Ríos', uno de los miembros de la cúpula de las Farc, que trataba de recomponerlo, fue asesinado por sus guardaespaldas para cobrar la recompensa.
Los asesinos de Ríos le amputaron al cadáver una mano que entregaron como prueba a las autoridades junto con algunos documentos personales, y luego indicaron el lugar donde estaba el cuerpo.
Según el ministro de Defensa, la insurgente "estaba desilusionada, pasando hambre" y aseguró que cree que "hizo lo correcto, porque su alternativa era terminar en una tumba".
"No le que quedaba otra alternativa. Estaba muy cercada y lo mejor era que se entregara", expresó Santos y añadió que la guerrillera "fue mucho el daño que le produjo a los colombianos".
El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, declaró que "hace mucho tiempo estábamos detrás de ella" y que ‘Karina' fue ascendiendo dentro de las Farc "gracias a su audacia, su crueldad" y por hacer "cosas muy malas que le permitieron volverse una leyenda"
La insurgente de 45 años, cuyo nombre verdadero es Nelly Ávila Moreno, era la jefe del frente 47 de las Farc, que azotó durante la última década los departamentos de Antioquia y Caldas, en la rica zona cafetera del país y que ahora está totalmente diezmado.
Las autoridades ofrecían una recompensa de un millón de dólares por la jefe guerrillera, de quien se afirma que tenía las siete vidas del gato y que terminó doblegada por el hambre debido a un cerco militar.
‘Karina' pasó los últimos quince días rodeada por tropas en las montañas de Antioquia, ya sin hombres bajo su mando, y no resistió más y decidió rendirse el domingo, según las autoridades.
De ‘Karina' se afirma que fue la persona que asesinó en 1983 al empresario Alberto Uribe Sierra, padre del presidente Uribe, en un intento de secuestro en una de las fincas de la familia en Antioquia.
El afán de Uribe por capturar o dar de baja a la rebelde de tez morena, pelo corto y anteojos de intelectual se expresó en las palabras pronunciadas por el mandatario hace cinco años: "Hay una señora de las Farc, llamada 'Karina', en el oriente de Caldas, que hay que capturar".
Uribe hizo esa afirmación en una reunión regional con mandos militares a los que les fijó como prioridad la captura de la líder guerrillera que también ha sido la única mujer en llegar a dirigir un frente de las Farc.
La guerrillera, que entró a las Farc hace casi treinta años, era conocida también como "Janet Mosquera Rentería" y se afirma que usa gafas para disimular la pérdida del ojo derecho en un ataque rebelde perpetrado en 1998 contra la población de Pavarandó, en Antioquia.
‘Karina' tenía al menos seis órdenes de captura por los delitos de homicidio, terrorismo, rebelión, secuestro extorsivo y daño en bien ajeno.
Las autoridades la acusan de múltiples crímenes, entre ellos un ataque perpetrado en diciembre del 2005 en las selvas del Chocó, en el que murieron ocho policías y treinta fueron secuestrados.
También se le atribuye el secuestro del ex congresista Óscar Tulio Lizcano, ocurrido en agosto del 2000 en Caldas y quien forma parte del grupo de 40 políticos, soldados, policías y extranjeros que las Farc pretenden canjear por cerca de medio millar de rebeldes presos.
La facción de ‘Karina', que en sus mejores tiempos tuvo unos 300 integrantes, quedó reducida a menos de 50, según analistas.
Los mismos creen que el frente 47, creado en 1995 y autor de ataques a poblaciones y secuestros de hacendados de la región cafetera, estaba casi disuelto en marzo último cuando ‘Iván Ríos', uno de los miembros de la cúpula de las Farc, que trataba de recomponerlo, fue asesinado por sus guardaespaldas para cobrar la recompensa.
Los asesinos de Ríos le amputaron al cadáver una mano que entregaron como prueba a las autoridades junto con algunos documentos personales, y luego indicaron el lugar donde estaba el cuerpo.
Según el ministro de Defensa, la insurgente "estaba desilusionada, pasando hambre" y aseguró que cree que "hizo lo correcto, porque su alternativa era terminar en una tumba".
"No le que quedaba otra alternativa. Estaba muy cercada y lo mejor era que se entregara", expresó Santos y añadió que la guerrillera "fue mucho el daño que le produjo a los colombianos".