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“Memento Mori (Recuerda que morirás)”. Esa fue la amenaza que el disidente de las Farc Seuxis Pausias Hernández, conocido como Jesús Santrich, le envió al presidente Iván Duque a través de un video difundido en redes sociales. Frente a las intimidaciones de quien abandonó el Acuerdo de Paz de 2016, el primer mandatario respondió que “no teme a amenazas de delincuentes” y que el Gobierno combatirá a la Nueva Marquetalia “sin tregua”.
En contexto: Radiografía de las disidencias de las Farc.
Con amenazas reaccionan delicuentes de disidencias de las FARC que sienten la presión de un Estado unido. El miembro de narcotalia alias ‘Santrich’ pronto verá que el Comandante Supremo de las Fuerzas Militares y de Policía tiene como principio “Res, non verba” #ColombiaSeRespeta
— Diego Molano Aponte (@Diego_Molano) February 23, 2021
Las amenazas de Jesús Santrich, quien reapareció en medio de una espesa selva, con sus reconocidas gafas de sol y apoyado de un bastón, fueron reveladas en el programa La Noche de NTN 24. De acuerdo con la periodista Claudia Gurisatti, quien citó fuentes de inteligencia, las imágenes corresponden a un video grabado hace una semana en el estado Bolívar, en zona fronteriza con Venezuela.
De acuerdo con fuentes de la Policía Antinarcóticos, Jesús Santrich participa en una red de narcotráfico montada por el también disidente Luciano Marín, alias Iván Márquez y líder de la Segunda Marquetalia. El Espectador conoció detalles de la investigación que las autoridades siguen contra los exguerrilleros, la cual da cuenta de una estructura conformada por alrededor de 800 personas. Según la última información, la Segunda Marquetalia tendría armados a más de 200 combatientes.
Los líderes de la Segunda Marquetalia, al parecer, nunca se desligaron del narcotráfico, ni siquiera cuando debatían en el Congreso. Iván Márquez, además, pagaría sueldos a sus combatientes y ofrecería capacitaciones técnicas en lucha y comunicaciones en territorio venezolano, donde tendría su centro de operaciones. Las investigaciones apuntan a que Jesús Santrich se encarga de la parte política y el manejo de masas. Incluso, dicen fuentes de la Policía, convocaría reuniones en el estado vecino de Zulia con narcos colombianos que sacan droga por la frontera con la Guajira.
Santrich dejó el Acuerdo de Paz en junio de 2019. En ese momento, luego de un agitado proceso judicial, había recuperado su libertad y en uno de sus primeros actos como congresista, estaba visitando el espacio territorial de reincorporación (ETCR) de Tierra Grata, en La Guajira, cuando abandonó su esquema de seguridad. Dos meses más tarde, reapareció armado en un video junto al exjefe negociador de las Farc, Iván Márquez; y de otros excombatientes que habían prometido dejar las armas e incumplieron, como El Paisa y Romaña.
Lea también: Así opera la red de narcotráfico de “Iván Márquez” y “Jesús Santrich”.
El ahora jefe guerillero Santrich, en abril de 2018, fue capturado con fines de extradición por su presunta participación en una red de narcotráfico. La justicia de Estados Unidos, con base en el trabajo de agentes infiltrados de la DEA, señaló a Santrich de haber coordinado un envío de cocaína a su territorio. Supuestamente, Santrich, junto con Marlon Marín, Fabio Younes y Armando Gómez, eran los negociadores de ese cargamento. Todos, excepto Marín, han negado los cargos. Pocos días después de su detención, Marín se fue a Estados Unidos, donde se convirtió en testigo protegido del gobierno estadounidense.
Luego de un trámite judicial, la JEP aplicó la garantía de no extradición, luego de concluir que no había las pruebas necesarias de que hubiera reincidido en el crimen. No obstante, cuando estaba por recobrar su libertad, en mayo de 2019, la Fiscalía lo recapturó a la salida de la cárcel y lo comenzó a procesar en la justicia ordinaria. Sus abogados dijeron que su caso debía pasar a la Sala de Instrucción de la Corte Suprema porque Santrich tenía fuero de congresista, así no hubiera alcanzado a posesionarse, y el alto tribunal les dio la razón.
En junio, se posesionó como representante a la Cámara por el Partido FARC y, en desarrollo de esas labores, estando todavía investigado por la Corte Suprema; dejó el Acuerdo de Paz. Mucho se especuló sobre su destino, hasta que, en agosto, él mismo apareció en un video hablando con los líderes de la autodenominada Segunda Marquetalia. “Una nueva Marquetalia bajo el amparo del derecho universal de levantarse en armas contra la opresión. Es la continuación de la lucha guerrillera en respuesta a la traición del Estado a los acuerdos de paz de La Habana”, dijeron en la declaración.
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Desde entonces, como ha contado este diario, la organización se ha fortalecido en el narcotráfico. Compra la cocaína a la organización de origen narcoparamilitar La Constru en Putumayo y la saca por tres rutas con destino a Europa y Centroamérica. Sus principales aliados son el cartel mexicano de Jalisco Nueva Generación y la organización criminal brasileña Primer Comando Capital.