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TD Bank es una entidad bancaria de Estados Unidos, creada en enero 1852 en la ciudad Portland (Maine). Según el Consejo de Examinadores de Instituciones Financieras Federales, TD Bank es el séptimo en la lista de bancos más grandes por depósitos y el undécimo más grande de los Estados Unidos por activos totales.
Su nombre, desde el pasado 10 de octubre, llegó a los titulares de prensa, no por sus exitosos movimientos, sino porque negoció con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y aceptó pagar una multa $3.000 millones de dólares por operaciones ilegales de dinero que llegaron hasta Colombia.
La investigación de la Fiscalía estadounidense dio cuenta que TD Bank desplegó un sofisticado esquema criminal que le permitió a varios de sus funcionarios crear cuentas bancarias, a cambio de dinero, sin ningún control y, muchas veces, si tener la documentación necesaria. Según las pruebas, muchas de esas cuentas eran creadas el mismo día y en horarios en los que el banco ya no trabajaba.
Las alertas se encendieron en 2014, cuando funcionarios del banco se dieron cuenta de la expedición de tarjetas de débito sin contar con los documentos necesarios y que mucho del dinero allí depositado llegaba a cuentas bancarias en Colombia el mismo día de su depósito. Además, que la plata era inmediatamente extraída de cajeros en Cúcuta (Norte de Santander).
Aunque la investigación no esclareció qué tipo de personas recibieron el dinero o y se trató de grupos armados ilegales, el Departamento de Justicia sí explicó que, en tres años, solamente en cajeros de Cúcuta, TD Bank ayudó a transferir $151,8 millones de dólares. “El valor de los retiros en cajeros automáticos en Colombia, utilizando cuentas de TD Bank, aumentó más de cinco veces en tres años”, explicó la Fiscalía de Estados Unidos.
Para el Departamento de Justicia, el esquema criminal no solo le habría servido a una agrupación para lavar dinero, que sería lo que habría pasado en Colombia, sino que también fue utilizado por negocios de joyas, sin que hubiera cómo rastrear a quienes depositaron el dinero. “TD Bank creó un entorno que permitió el florecimiento de la delincuencia financiera al hacer sus servicios convenientes para los delincuentes”, agregó la Fiscalía.
Pese a todas las alertas que el banco empezó a prender en 2014, las directivas nunca hicieron nada para corregir y evitar que las redes criminales contaminar sus cuentas. Esto es, precisamente, lo que más reprochó el Departamento de Justicia de Estados Unidos en este caso en contra del banco. Aunque esta investigación se centró únicamente en el papel que tuvo TD Bank en el esquema criminal, las autoridades ya están detrás de las personas que ejecutaron los crímenes.
En el caso que ya tuvo una condena, la Fiscalía explicó que, entre el 1 de enero de 2018 y el 12 de abril de 2024, el 92 % del volumen total de las transacciones del banco no fueron supervisadas. Ya contra las cuerdas, TD Bank aceptó un acuerdo con la justicia y se declaró culpable de los delitos de conspirar para violar la Ley de Secreto Bancario y lavado de activos.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.