Así cayó Ana Catalina Noguera, alta funcionaria de la Fiscalía que aceptó cargos
Ana Catalina Noguera aceptó que cometió hechos de corrupción mientras fue una alta funcionaria de la Fiscalía. Llegó durante la administración de Néstor Humberto Martínez, pero se mantuvo casi un año bajo la dirección de Francisco Barbosa.
A las 11:25 de la mañana del pasado 13 de febrero una unidad del CTI de la Fiscalía llegó a un apartamento de Bogotá buscando a una mujer que durante años había trabajado al lado de esos uniformados en capturas, diligencias judiciales y audiencias. Ella había apagado su celular desde hace unas semanas y se había resguardado en las paredes de su casa, sospechando, como fiscal que fue desde 2016 hasta 2020, que en cualquier momento vendrían por ella. El miércoles lo hicieron y, como ella lo había ordenado tantas veces, los funcionarios del CTI le leyeron sus derechos y le informaron que un juzgado de Cali había autorizado su captura por delitos de corrupción. Su nombre, Ana Catalina Noguera Toro, quedó reseñado y de inmediato fue trasladada al búnker de la Fiscalía.
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A las 11:25 de la mañana del pasado 13 de febrero una unidad del CTI de la Fiscalía llegó a un apartamento de Bogotá buscando a una mujer que durante años había trabajado al lado de esos uniformados en capturas, diligencias judiciales y audiencias. Ella había apagado su celular desde hace unas semanas y se había resguardado en las paredes de su casa, sospechando, como fiscal que fue desde 2016 hasta 2020, que en cualquier momento vendrían por ella. El miércoles lo hicieron y, como ella lo había ordenado tantas veces, los funcionarios del CTI le leyeron sus derechos y le informaron que un juzgado de Cali había autorizado su captura por delitos de corrupción. Su nombre, Ana Catalina Noguera Toro, quedó reseñado y de inmediato fue trasladada al búnker de la Fiscalía.
(En contexto: Capturan a Ana Catalina Noguera, exjefe de Finanzas Criminales de la Fiscalía)
Su antiguo lugar de trabajo se convirtió en su celda. La noticia de su captura empezó a rodar como papa caliente, pues no era cualquier exfiscal la que ahora estaba con líos judiciales. Noguera Toro fue una de las funcionarias de confianza del exfiscal Néstor Humberto Martínez, quien la nombró como directora de Extinción de Dominio, y cuando Francisco Barbosa se posesionó como nuevo fiscal la designó como delegada para las Finanzas Criminales, una apetecida posición dentro de la Fiscalía, porque maneja tres direcciones especializadas: Lavado de Activos, Investigaciones Financieras y Extinción de Dominio, justamente de donde venía ella. Además, la exfuncionaria también es conocida por ser la hija del exrector de la Universidad Sergio Arboleda Rodrigo Noguera.
En cuestión de horas, Noguera fue presentada ante un juez de garantías, quien legalizó su captura. Junto a Noguera Toro, la Fiscalía también judicializó a Carlos Ramón Zapata, alias “el Médico”, y el agente de la Policía Jhon Fredy Redondo Bautista. Casi 24 horas después de esa decisión, y luego de que el fiscal del caso, Mario Burgos, le explicara una a una las pruebas en su contra, Ana Catalina Noguera intervino y aceptó que sí cometió hechos de corrupción. Ahora bien, ella explicó que aceptaba su culpabilidad porque había negociado un preacuerdo con la Fiscalía, hecho que confirmó también el fiscal, quien se sentó a mano izquierda de la investigada durante toda la audiencia.
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La investigación liderada por el fiscal Burgos, uno de los funcionarios estrella de la administración Barbosa, apunta a que Noguera y Zapata fueron los líderes de una organización que, como lo dijo la Fiscalía, se dedicó a extorsionar a personas con investigaciones pendientes, incluyendo a temidos capos del narcotráfico. La oferta era sencilla: a cambio de altas sumas de dinero la exfuncionaria y Zapata, exnarco condenado por autoridades estadounidenses, ofrecían beneficios judiciales, como asegurarles la no extradición a Estados Unidos.
Durante la audiencia de imputación de cargos el fiscal Burgos presentó varias fotografías extraídas del celular del “Médico”, quien ya había sido capturado en otra indagación, lo que alertó a Noguera Toro. En ellas, sin que hasta ahora haya una explicación, la exfiscal aparece en una finca al lado del ganadero Gabriel Puerta Parra, y en una hacienda en Puerto Boyacá, al lado del capo Ignacio Álvarez Meyendorf. Sin aclarar qué hacía Noguera en esas fotografías, el fiscal Burgos aclaró durante la audiencia: “La amistad íntima (de la exfiscal) con Carlos Ramón Zapata la llevó a apartarse de las misiones inherentes a su cargo”. Además de las pruebas de sus presuntas andanzas ilegales ofreciendo beneficio a narcos, la Fiscalía explicó que la exfiscal también cometió delitos de corrupción.
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Según la investigación, la exfiscal interceptó ilegalmente un teléfono que nada tenía que ver con ninguna investigación penal. Lo hizo, como ya lo aceptó, para saber si la mujer dueña de ese teléfono tenía una relación sentimental con Víctor Rojas. De esa manera, agregó Burgos, Noguera Toro buscaba rastrear una supuesta infidelidad por parte de la mujer chuzada. Los delitos que aceptó la exfiscal fueron: fraude procesal, violación ilícita de comunicación y violación de datos personales. Esta es apenas una de las investigaciones que la Fiscalía tiene en contra de Noguera Todo. Como lo reveló El Espectador en octubre de 2020, en el ente investigador hay más dudas sobre la transparencia de los actos de ciertos fiscales y abogados privados con respecto a procesos de extinción de dominio.
En voz baja se habla hasta de un cartel de fiscales, litigantes y agentes estadounidenses que ofrecían el “servicio” de lograr que propiedades incautadas volvieran a sus dueños por vías irregulares, un tema que aún está por esclarecerse. En 2017, un antiguo lavador de activos del cartel de Cali, José Bayron Piedrahíta, denunció la existencia del supuesto cartel y la propia Noguera pidió ayuda a la Embajada de Estados Unidos. Sobre esa investigación, la Fiscalía no ha presentado todavía ningún avance. Sin embargo, con la aceptación de cargos de Noguera Toro queda claro que, al menos en lo que tiene que ver con esta historia que la llevó a estar presa durante una noche en el búnker, sus andanzas ilegales dentro de la Fiscalía fueron ciertas.