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El imperio de Enilce López, más conocida como la “Gata”, quien fue la reina de las apuestas en el norte del país se termina de desboronar. Primero fueron los procesos judiciales. Uno por el homicidio en el año 2000 de Amaury Fabián Ochoa y otro por supuestamente utilizar el negocio de los juegos de azar y apuestas para lavarle la plata a los grupos de autodefensa de Salvatore Mancuso. Por este último caso, la Fiscalía también le ha quitado a la empresaria del chance 1.580 bienes avaluados en $1.5 billones, uno de los procesos de extinción de dominio más grandes de la historia.
La “Gata” entró en desgracia el 14 de agosto de 2013, cuando la Corte Suprema de Justicia dejó en firme la condena por el homicidio de Ochoa, quien era vigilante de un peaje entre los municipios de Ovejas y Carmen de Bolívar (Sucre). El hombre fue asesinado el 12 de junio de 2000 luego de que Enilce López le dijera a los paramilitares que era un informante de las Farc. El caso se reabrió en 2007 y fueron los sicarios quienes señalaron a la “Gata” de estar detrás del crimen.
Desde ese entonces el nuevo foco de investigación de la Fiscalía se centró en investigar si la inmensa fortuna de la “Gata” se había dado por el jugoso negocio del chance o por lavarle la plata a los paramilitares de Mancuso. Fue con información de la DEA y de la Policía que los investigadores encontraron que desde 2004 Enilce López utilizó la fachada de legalidad de los juegos de azar para limpiar el dinero de las autodefensas y así armar su imperio económico. Los bienes que logró comprar con estas acciones los puso a nombre de personas cercanas y sus hijos José Julio, Héctor y Jorge Alfonso López.
Las empresas Aposmar, Uniapuestas, Unicat y Aposucre fueron la fachada para que la plata en efectivo -según las pesquisas eran entre $200 y $300 millones- que mes a mes les llevó Mancuso fueran legalizadas. Fincas, apartamentos, tierras, locales comerciales, bodegas, oficinas, autos de gama alta, empresas y lanchas hacían parte del patrimonio de la empresaria del chance. Fue entonces que la Fiscalía lanzó la operación e embargo y secuestro de los bienes en abril de 2014. Desde ese entonces, se realizaron otros tres procesos de extinción de dominio en el que ya se han recuperado bienes avaluados en $1.5 billones.
La última gran operación contra el clan de Enilce López y Mancuso se dio este fin de semana, cuando la Fiscalía ocupó 69 inmuebles que aún no habían sido identificados y que seguían en manos del grupo más cercano de la “Gata”. La mayoría de bienes estaban ubicados en Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Magangué, Medellín y los municipios de Sucre Achí, San Juez y San Jacinto.
Asimismo, en la resolución de 93 páginas conocidas por El Espectador se estableció que entre las personas que aparecían como dueñas de los inmuebles estaba la exesposa de Salvatore Mancuso, Marta Elena Dereix Martinez. Por estos hechos, la Fiscalía solicitó la exclusión de Justicia y Paz del comandante paramilitar, pues aseguró que Mancuso ocultó estos bienes y no dijo la verdad sobre el destino que tuvo la plata producto de narcotráfico y otras actividades ilícitas.
Los lujosos apartamentos de más de $1.000 millones, los carros de lujo y los lotes que tenía en su poder la “Gata”, ya quedaron en manos del Estado. Enilce López pasó de ser en menos de diez años una de las brillantes empresarias de la costa que financiaba campañas políticas y controlaba a su antojo los juegos de azar, a una socia clave del paramilitarismo, al punto que ordenó la muerte de un hombre a quien consideraba informante de la guerrilla.