La carta de uno de los declarantes del caso Uribe a la Corte Suprema

El revuelo político y judicial que se originó tras el llamado a indagatoria que hizo la Corte Suprema de Justicia al expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, por presunto soborno y fraude procesal, ha permitido que, con el paso de los días, se conozcan diferentes versiones de los involucrados en esta investigación. Uno de los 31 citados a declarar por la propia Corte es Enrique Pardo Hasche, quien envió en abril pasado una carta a ese alto tribunal detallando sus conversaciones en prisión con el testigo que señala a Uribe de tener presuntos nexos con el paramilitarismo: Juan Guillermo Monsalve. (Vea la carta completa aquí)

Pardo Hasche, condenado por el secuestro del empresario Eduardo Puyana, suegro del expresidente Andrés Pastrana, compartió celda con Monsalve tanto en la prisión de Cómbita como en La Picota, según la carta. De su puño y letra, Pardo aseguró que Monsalve culpaba al expresidente Uribe de que no hubiera sido postulado a los beneficios de la ley de Justicia y Paz y perdiera la posibilidad de cumplir una pena alternativa de 8 años de prisión. Además, relató en su misiva cómo supuestamente Monsalve comenzó los acercamientos para entrevistarse con el congresista Iván Cepeda, quien estaba recopilando declaraciones de exparamilitares. Esos testimonios finalmente fueron las pruebas que utilizó senador en un debate en el Congreso en 2014 para hacer referencia a los supuestos nexos entre Uribe y las autodefensas.

(Le puede interesar: Las conversaciones claves para la investigación que se adelanta en contra de Álvaro Uribe)

“Me comentó que había decidido contactarlo para convertirse en testigo. Esto debido a que tendría que permanecer cerca de 25 años en la cárcel (…) Me comentó que suministró unas pruebas y unos testimonios falsos y a cambio le dieron una lujosa celda”, dijo Pardo a la Corte. De acuerdo con su relato, ante la posibilidad de que fuera trasladado a la cárcel de Valledupar, Monsalve manifestó su interés en retractarse de sus afirmaciones por lo que le sugirió contactar al propio expresidente y pedirle protección y asesoría.

Pardo describío entonces su versión de cómo se logró que Monsalve se reuniera en prisión con el abogado Diego Cadena, quien se presentaba como el apoderado del expresidente Uribe. En su carta, Pardo aseguró que la primera reunión no se pudo hacer y que, en ese momento, salió la decisión de la Corte de archivar una investigación al senador Cepeda (denunciado por Uribe por supuestamente buscar falsos testigos en su contra) y de ordenar una en contra del exmandatario. Según Pardo, ante este nuevo panorama la situación de Mosnalve era de total zozobra.

(Le puede interesar: Ni Lombana ni yo nos reunimos con el testigo Monsalve: María Mercedes Williamson)

“Dos o tres días después de la noticia llegó el señor Cadena. Yo bajé y me entrevisté con él, le expliqué la situación (…) Al otro días nos reunimos los cuatro (…) el señor Monsalve y su abogado insistieron en que a cambio de la retractación le deberían dar beneficios y comodidades”.

Según Pardo, el abogado Cadena se habría negado a ello y le habría explicado a Monsalve que no podía prometerle nada. Tanto Pardo como Cadena le habrían insistido que hiciera una carta a la Corte Suprema. “Entonces dijo (Monsalve) que él quería que el senador Uribe se comunciara con un señor Villegas para estar seguro de que el señor Cadena sí era representante de Uribe. Y que cuando el señor Villegas le confirmara la comunicación, él haría la carta y la enviaría a la Corte”, dice la misiva de Pardo.

Le puede interesar: Las razones por las que llamaron a Álvaro Uribe y al representante Álvaro Prada a indagatoria)

De acuerdo con este testigo, esa “confirmación” del señor Villegas (de quién no da el nombre) sí llegó y Monslave le pidió ayuda para hacer la retractación por “no saber de ortografía”. “Le ayudé a redactar la carta. Entonces él me manifestó que al otro día le entregaría la carta a su esposa, para que ella la llevara a la Corte. Al otro día trasladaron al señor Monsalve a las casas fiscales de La Picota”. Según Pardo, la esposa de Monsalve y Cadena se citan para entregarle una copia de la carta y allí el abogado se habría percatado que, al parecer, Monsalve siempre grabó las conversaciones que sostuvieron.

Igualmente, Pardo hasche aseguró a la Corte Suprema que los exparamilitares Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, y José Gélvez Albarracín, alias el Canoso, lo culparon porque el Inpec decomisó unos instrumentos de cocina que tenían, en las cuales se preparaba la comida de Monsalve, quien se negaba a recibir alimentos del Inpec. Luego, dijo Pardo, otro interno que trabajaba para los exparamilitares le habría dicho que esos señalamientos que le hicieron eran una especie de presión para pescar en rio revlueto y tratar de conseguir alguna demora en su extradición hacia los Estados Unidos.

(Le puede interesar: Los declarantes del caso Uribe)

El revuelo político y judicial que se originó tras el llamado a indagatoria que hizo la Corte Suprema de Justicia al expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, por presunto soborno y fraude procesal, ha permitido que, con el paso de los días, se conozcan diferentes versiones de los involucrados en esta investigación. Uno de los 31 citados a declarar por la propia Corte es Enrique Pardo Hasche, quien envió en abril pasado una carta a ese alto tribunal detallando sus conversaciones en prisión con el testigo que señala a Uribe de tener presuntos nexos con el paramilitarismo: Juan Guillermo Monsalve. (Vea la carta completa aquí)

Pardo Hasche, condenado por el secuestro del empresario Eduardo Puyana, suegro del expresidente Andrés Pastrana, compartió celda con Monsalve tanto en la prisión de Cómbita como en La Picota, según la carta. De su puño y letra, Pardo aseguró que Monsalve culpaba al expresidente Uribe de que no hubiera sido postulado a los beneficios de la ley de Justicia y Paz y perdiera la posibilidad de cumplir una pena alternativa de 8 años de prisión. Además, relató en su misiva cómo supuestamente Monsalve comenzó los acercamientos para entrevistarse con el congresista Iván Cepeda, quien estaba recopilando declaraciones de exparamilitares. Esos testimonios finalmente fueron las pruebas que utilizó senador en un debate en el Congreso en 2014 para hacer referencia a los supuestos nexos entre Uribe y las autodefensas.

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“Me comentó que había decidido contactarlo para convertirse en testigo. Esto debido a que tendría que permanecer cerca de 25 años en la cárcel (…) Me comentó que suministró unas pruebas y unos testimonios falsos y a cambio le dieron una lujosa celda”, dijo Pardo a la Corte. De acuerdo con su relato, ante la posibilidad de que fuera trasladado a la cárcel de Valledupar, Monsalve manifestó su interés en retractarse de sus afirmaciones por lo que le sugirió contactar al propio expresidente y pedirle protección y asesoría.

Pardo describío entonces su versión de cómo se logró que Monsalve se reuniera en prisión con el abogado Diego Cadena, quien se presentaba como el apoderado del expresidente Uribe. En su carta, Pardo aseguró que la primera reunión no se pudo hacer y que, en ese momento, salió la decisión de la Corte de archivar una investigación al senador Cepeda (denunciado por Uribe por supuestamente buscar falsos testigos en su contra) y de ordenar una en contra del exmandatario. Según Pardo, ante este nuevo panorama la situación de Mosnalve era de total zozobra.

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“Dos o tres días después de la noticia llegó el señor Cadena. Yo bajé y me entrevisté con él, le expliqué la situación (…) Al otro días nos reunimos los cuatro (…) el señor Monsalve y su abogado insistieron en que a cambio de la retractación le deberían dar beneficios y comodidades”.

Según Pardo, el abogado Cadena se habría negado a ello y le habría explicado a Monsalve que no podía prometerle nada. Tanto Pardo como Cadena le habrían insistido que hiciera una carta a la Corte Suprema. “Entonces dijo (Monsalve) que él quería que el senador Uribe se comunciara con un señor Villegas para estar seguro de que el señor Cadena sí era representante de Uribe. Y que cuando el señor Villegas le confirmara la comunicación, él haría la carta y la enviaría a la Corte”, dice la misiva de Pardo.

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De acuerdo con este testigo, esa “confirmación” del señor Villegas (de quién no da el nombre) sí llegó y Monslave le pidió ayuda para hacer la retractación por “no saber de ortografía”. “Le ayudé a redactar la carta. Entonces él me manifestó que al otro día le entregaría la carta a su esposa, para que ella la llevara a la Corte. Al otro día trasladaron al señor Monsalve a las casas fiscales de La Picota”. Según Pardo, la esposa de Monsalve y Cadena se citan para entregarle una copia de la carta y allí el abogado se habría percatado que, al parecer, Monsalve siempre grabó las conversaciones que sostuvieron.

Igualmente, Pardo hasche aseguró a la Corte Suprema que los exparamilitares Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, y José Gélvez Albarracín, alias el Canoso, lo culparon porque el Inpec decomisó unos instrumentos de cocina que tenían, en las cuales se preparaba la comida de Monsalve, quien se negaba a recibir alimentos del Inpec. Luego, dijo Pardo, otro interno que trabajaba para los exparamilitares le habría dicho que esos señalamientos que le hicieron eran una especie de presión para pescar en rio revlueto y tratar de conseguir alguna demora en su extradición hacia los Estados Unidos.

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