La desconocida carrera criminal de los herederos del Clan del Golfo
El Espectador conoció informes policiales de los tres delincuentes que están llamados a heredar el poder de alias “Otoniel”. Entre ellos se encuentran hombres que ejecutaron crímenes ordenados por Salvatore Mancuso en las filas del paramilitarismo y de Iván Márquez en las Farc.
David Escobar Moreno
El heredero de Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, un mes después de su captura, sigue siendo un misterio para las autoridades. La información que tienen a la mano es que ningún miembro de su familia tomaría el liderazgo del Clan del Golfo y no existe buena relación entre los llamados a ocupar el vacío que dejó Otoniel, quien terminará siendo extraditado a Estados Unidos en los próximos meses. Desde su captura en la madrugada del 22 de octubre, la Policía tiene pistas de quiénes podrían ser los sucesores del que era hasta hace muy poco el hombre más buscado de Colombia. El Espectador conoció documentos de inteligencia claves para entender el pasado y los perfiles de la terna para ser el heredero.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
El heredero de Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, un mes después de su captura, sigue siendo un misterio para las autoridades. La información que tienen a la mano es que ningún miembro de su familia tomaría el liderazgo del Clan del Golfo y no existe buena relación entre los llamados a ocupar el vacío que dejó Otoniel, quien terminará siendo extraditado a Estados Unidos en los próximos meses. Desde su captura en la madrugada del 22 de octubre, la Policía tiene pistas de quiénes podrían ser los sucesores del que era hasta hace muy poco el hombre más buscado de Colombia. El Espectador conoció documentos de inteligencia claves para entender el pasado y los perfiles de la terna para ser el heredero.
Lea: Capturan a 90 presuntos integrantes del clan del golfo en siete departamentos
Según los organigramas de la Policía, son tres los posibles sucesores de Otoniel: Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo; Wílmer Antonio Giraldo Quiroz, alias Siopas, y José Gonzalo Sánchez Sánchez, alias Gonzalito. Sobre el primero de ellos se conoce un poco más. Incluso, aparece en uno de los indictments (acusaciones) de la justicia estadounidense contra Otoniel y es el principal coordinador de los alijos de cocaína que salen por el Urabá antioqueño. El perfil que hizo la Policía sobre Chiquito Malo da cuenta de que su principal socio fue alias Marihuano, quien murió en un enfrentamiento con la Fuerza Pública en febrero de 2021 y también era una de las principales fichas del Clan para el narcotráfico internacional.
La Policía también indica que son cuatro fiscales los que tienen bajo la mira a Chiquito Malo en esa misma cantidad de procesos por los delitos de homicidio, desplazamiento forzado y uso de menores para cometer delitos en hechos perpetrados desde 2002, mientras hizo parte del bloque Bananero de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), hasta 2019. El informe señala que Chiquito Malo, líder la subestructura Central Urabá del Clan del Golfo, estuvo a punto de ser capturado en octubre de 2015, durante una operación por parte de la Fuerza Pública en la vereda Manuel Cuello, en Turbo (Antioquia), donde murieron tres hombres de su primer anillo de seguridad.
Le podría interesar: “La captura de ‘Otoniel’ no ha cambiado nada en el Bajo Cauca”: Carlos Zapata
Sobre su pasado, los documentos de inteligencia señalan que empezó a crecer en el Clan del Golfo en agosto de 2017, cuando murió en combate con la Policía Roberto Vargas Gutiérrez, alias Gavilán. Desde entonces se perfiló como el principal coordinador de los cargamentos de cocaína del Clan del Golfo a Estados Unidos y Europa. “En marzo de 2018, Estados Unidos realizó solicitud de extradición vinculándolo directamente con el tráfico de drogas a esta nación (...) en octubre del 2018, tras la captura de alias Nicolás, uno de los principales líderes del Clan del Golfo, se conoció que Chiquito Malo pasó a ser el tercero al mando de dicha organización (por detrás de Marihuano y Otoniel)”, dice el informe.
Los investigadores policiales también lograron determinar, luego de que una fuente se los confirmara, que Otoniel y miembros del estado mayor del Clan del Golfo realizaron algunos cambios internos para tener gente de confianza en puestos estratégicos para ellos, por lo que envíaron a alias “Mico”, un curtido exmiembro de las Farc, para que se uniera a la subestructura Central Urabá, a finales del año 2019, bajo el mando de Chiquito Malo. “A principios de abril de 2020, Chiquito Malo decide nombrar a Mico como cabecilla de dicha subestructura para el dedicarse exclusivamente a liderar todo lo relacionado con el narcotráfico del Clan del Golfo”, reza el documento.
Alias “Gonzalito”
Sobre el monteriano José Gonzalo Sánchez Sánchez, la Policía asegura que inició su carrera criminal en 1996 en grupos locales al margen de la ley y estuvo seis años preso en la cárcel de Bellavista en Medellín. Tras salir de prisión en 2002, ingresó al bloque Catatumbo de las Auc, que operó en Norte de Santander y era comandado por Salvatore Mancuso, hoy detenido en Estados Unidos. “Dentro de esta estructura criminal se destacó por su frialdad y sagacidad al cometer los actos criminales encomendados por los cabecillas principales, en su mayoría homicidios perpetrados según ellos a colaboradores de las guerrillas de las Farc”, indica el informe policial.
En 2004, Gonzalito se desmovilizó en Tibú (Norte de Santander), junto a otros 1.425 integrantes de grupos paramilitares. Según información recolectada por investigadores de la Policía, este importante miembro del Clan del Golfo perteneció a un grupo especial en las Auc conformado para ubicar, asesinar y posteriormente incinerar los cadáveres en hornos crematorios para no dejar evidencia de los homicidios. “Poco después de demostrar su frialdad para cometer actos criminales, sería enviado a la casa Castaño (líderes de las Auc) en límites del Urabá antioqueño y Córdoba, territorio neurálgico para la consolidación y conformación de los bloques paramilitares”, describe el documento de inteligencia.
De allí saltó al Clan del Golfo, en donde ha tenido un destacado papel por su entrenamiento militar y manejo financiero en las antiguas Auc. Además, dice la Policía, por su grado de compromiso y fidelidad con Otoniel, fue designado como líder principal de la estructura Roberto Vargas Gutiérrez, al mando de unos 1.220 hombres distribuidos en cinco subestructuras y que tienen injerencia en los departamentos de Córdoba, Antioquia y Sucre. Para la Policía, se trata de “zonas estratégicas para actividades como la minería ilegal, cultivos de hoja de coca, la producción de cocaína, homicidios selectivos, extorsiones y cobro de impuestos a los transportadores”.
Alias “Siopas”
Según la Policía, inició su vida en el crimen organizado en el frente 5 de las extintas Farc, el cual estaba al mando de alias Efraín Guzmán. En 2003, cuando muere Efraín y alias Iván Márquez termina siendo su heredero. En ese momento, la zona de influencia de este frente eran los municipios antioqueños de San José de Apartado, Turbo, Carepa, Chigorodó, Mutatá, Peque, Ituango y los límites entre Córdoba y Chocó. Entre 2008 y 2009, Siopas se desmoviliza, pero debido a su conocimiento en explosivos ingresa al Clan del Golfo. En 2016, asume como líder de la subestructura Zuley Guerra, que hace presencia en Montería, San Pelayo, Canalete, Los Córdobas, Puerto Escondido, San Bernardo del Viento, Lorica, Moñitos y San Antero (Córdoba).
Por su experiencia criminal, Otoniel lo designó en 2019 al mando de la estructura Jairo de Jesús Durango Restrepo, que hace presencia en el suroeste de Antioquia y Chocó, especialmente en los municipios de Quibdó, Yuto, Lloró, Río Quito, Cantón de San Pablo, Unión Panamericana, Tadó, Istmina, Condoto, Novita, Medio San Juan, Santa Rita de Iro, Medio Baudó, Alto Baudó, Bajo Baudó, Litoral del San Juan, Nuquí, Bahía Solano y Juradó. Por este departamento, dicen los investigadores de la Policía, sacaba los alijos de cocaína junto a alias Pueblo, primo de Otoniel, quien murió en agosto de 2020 en un enfrentamiento con las autoridades.
En agosto de 2019, la Policía conoció que alias “Chaverra”, exlíder del frente 34 de las Farc, habría enviado 30 integrantes para fortalecer la estructura de “Siopas” en el municipio de Atrato (Chocó). “En la actualidad cuenta con cuatro subestructuras (Carretera, Baudó, Playas o Pacífico y Suroeste Antioqueño), con un componente armado de 380 personas armadas. A su vez, sostienen enfrentamientos con del Eln, con el fin de tener el control territorial y rutas del narcotráfico, situación que ha generado desplazamientos de comunidades indígenas y negras en la jurisdicción de los municipios de Lloró y el Alto Baudó”, reza el informe policial.
Aunque el Clan del Golfo no ha anunciado quién será el heredero de la estructura criminal, han realizado algunas incursiones armadas en municipios donde hacen control territorial. Por ejemplo, tres miembros de la Fuerza Pública murieron en las últimas semanas tras ataques armados del Clan del Golfo y fueron difundidos en Montería varios panfletos sobre la captura de Otoniel y la supuesta robustez que mantendría del grupo armado. Lo que sí está claro, según el Ministerio de Justicia, es que al menos en los siguientes tres meses Otoniel permanecerá en Colombia mientras se tramita su extradición a Estados Unidos por cargos de narcotráfico.