La hacker Marialicia Pinzón fue citada a declarar contra Armando Benedetti
Armando Benedetti está vinculado a una indagación preliminar por “chuzadas”, luego de que el coronel (r) Jorge Humberto Salinas, miembro de una red ilegal de interceptaciones, declarara que el político envío emisarios para, supuestamente, interceptar ilegalmente al exfiscal Néstor Humberto Martínez. El congresista, por su parte, ha sostenido que solo un “loco” se atrevería a algo así.
En mayo de 2018, un informe de inteligencia de Ecuador alertó a las autoridades colombianas sobre un modelo de negocio escandaloso: oficiales retirados del Ejército estaban ofreciendo servicios de interceptación de comunicaciones. Se trataba de toda una red de “chuzadas”, liderada al parecer por varios exmiembros de la institución. Una de sus principales aliadas, se dijo entonces, era la hacker Marialicia Pinzón Montenegro. El senador Armando Benedetti resultó salpicado, pues uno de los miembros de la conspiración aseguró que, a través de un emisario, pidió información del exfiscal general Néstor Humberto Martínez, señalamiento que él ha negado desde siempre.
El coronel (r) Jorge Humberto Salinas, quien se acogió a un principio de oportunidad ante la Fiscalía en 2019, aseguró que el ingeniero Juan Carlos Madero fue enviado por Benedetti para, según su declaración, interceptar las comunicaciones de Néstor Humberto Martínez y su esposa. Salinas, quien actuaba a través de la empresa JHS Consultores, aliado -aseguró él- con la hacker Marialicia Pinzón, aseguró que el intento de “chuzar” al exfiscal general fue un plan denominado Faro 6, dentro de un archivo llamado Trabajo Especial Prima de Navidad. Sobre estos hechos, Pinzón Montenegro fue citada para declarar el próximo 19 de enero ante la Corte Suprema de Justicia.
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Asimismo, la alta corte busca esclarecer si acaso hay responsabilidad de Benedetti en el caso Gordos, el cual, según declaraciones del coronel (r) Salinas, tiene que ver con un supuesto pago de $4 millones para conseguir información personal del abogado Jaime Lombana y su hijo. Se indaga si el exsenador de la U habría pagado también por interceptar al defensor Jaime Granados para “conocer qué decía sobre su hermano” Camilo Benedetti, quien estaba involucrado en una supuesta desviación de dineros de las regalías petroleras giradas al departamento del Casanare
“Madero (el ingeniero supuestamente contactado por el exsenador de la U) me dice y me entrega el número telefónico de Lombana, que lo adquiere del senador Benedetti. ‘Cualquier punto que tenga Lombana y que lo desprestigie: eso es lo que yo necesito. Si tiene algún nexo con el cartel de la toga, averíguate eso. Si es gay’. Eso era lo que me pedía Benedetti para que hiciera con el abogado Lombana”, aseguró el coronel (r) Salinas en su interrogatorio ante la Fiscalía. Juan Carlos Madero representaba a la empresa Quarkom, cuya finalidad era darle apariencia de legalidad a la red de interceptaciones.
En contexto: Así se descubrió la nueva red de chuzadas ilegales
La génesis de este caso se cruza con Marialicia Pinzón Montenegro. Era conocida por los oficiales en retiro, entre ellos Jorge Humberto Salinas, como “la dama de las interceptaciones”. Fue identificada en 2017, tras una denuncia ciudadana contra una red de contrabando y robo de mercancía que operaba en la vía Panamericana, entre los departamentos de Nariño y Valle del Cauca. El presunto responsable de esta organización era el coronel (r) Carlos Andrés Pérez, a quien se le descubrió una estrecha relación con Pinzón Montenegro.
La Fiscalía asegura que “la dama de las interceptaciones”, quien es una exfuncionaria del Ministerio de Tecnologías de la Información, se encargaba de ayudar a Pérez “chuzando” llamadas telefónicas y conversaciones de WhatsApp. Luego de eso, los militares en retiro fueron cayendo uno por uno en el radar del ente investigativo. Tras monitorear sus conversaciones, el ente investigador encontró que el coronel (r) Salinas, el mayor (r) Luis Quiroga, la hacker Pinzón Montenegro y el coronel (r) Andrés Pérez, eran las cabezas de una organización criminal que funcionaba desde Ipiales y dos oficinas en Cali. Todos colaboraron con la justicia, incluso, la mujer dio acceso a 175 carpetas de información recopilada ilegalmente.
El segundo en hablar fue Salinas, quien ha declarado contra el congresista Benedetti. Le explicó a la Fiscalía cómo comenzó la red y describió la fuerte capacidad que tenían para interceptar datos, llamadas y bases de datos. El general en retiro aseguró que conoció a “la dama de las interceptaciones” cuando apoyaba a inteligencia del Ejército, dado que era una de sus fuentes humanas. Luego, tras su retiro, la contactó para resolver un problema de seguridad en la empresa Ferrocarriles del Pacifico, donde trabajadores al parecer estaban robando a la empresa. La hacker interceptó a tales personas y, desde entonces, crearon una sociedad.
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Las investigaciones dieron cuenta de 175 expedientes, de diferentes clientes de la red de interceptaciones. De acuerdo con el coronel (r) Jorge Humberto Salinas, el exdirector del Gaula Humberto Guatibonza, cuyo juicio penal está a próximo a iniciar, también era pieza clave del negocio. “Con el general (r) Guatibonza había una intención clara en temas de consultoría, seguridad y capacitaciones investigativas. Estaba la intención de abrir oficina en Ecuador y en los casos que él me pidió apoyo, él sabía exactamente lo que se hacía. Recuerdo casos en particular, como lo fue la recuperación de mensajes de Whatsapp de unos teléfonos que él me pasó”, testificó Salinas. Guatibonza, por su parte, ha reiterado hasta la saciedad que Salinas miente.
Desde que estalló este escándalo, el senador Armando Benedetti ha dicho una y otra vez que se trata de una persecución en su contra y que nunca ha conocido a Salinas o al general (r) Guatibonza -quien fue director del Gaula de la Policía por muchos años-. En 2018, cuando esta investigación arrancaba, Benedetti denunció al fiscal Daniel Hernández, quien está encargado de este expediente en lo que le corresponde al organismo investigativo. Según Benedetti, Hernández estaba buscando testigos en su contra para montarle un proceso judicial.
En septiembre de 2018, el propio Benedetti le pidió a la Corte que lo investigara a raíz de este escándalo. El asunto, hasta ahora, no ha pasado de una preliminar. “Tiene que ser uno muy loco, muy James Bond, para uno atreverse a interceptar al fiscal (...) ¿Para qué iba a verificar que hacía el hijo de Lombana, un menor de edad? ¿Para qué haría eso?”, dijo el congresista en su momento, rechazado así los señalamientos en su contra. “A quien se le ocurre que un senador tiene tanto poder para contratar a un exgeneral de la República para ir a interceptar a unos abogados. ¿Para qué? No sé”, agregó el senador.
En mayo de 2018, un informe de inteligencia de Ecuador alertó a las autoridades colombianas sobre un modelo de negocio escandaloso: oficiales retirados del Ejército estaban ofreciendo servicios de interceptación de comunicaciones. Se trataba de toda una red de “chuzadas”, liderada al parecer por varios exmiembros de la institución. Una de sus principales aliadas, se dijo entonces, era la hacker Marialicia Pinzón Montenegro. El senador Armando Benedetti resultó salpicado, pues uno de los miembros de la conspiración aseguró que, a través de un emisario, pidió información del exfiscal general Néstor Humberto Martínez, señalamiento que él ha negado desde siempre.
El coronel (r) Jorge Humberto Salinas, quien se acogió a un principio de oportunidad ante la Fiscalía en 2019, aseguró que el ingeniero Juan Carlos Madero fue enviado por Benedetti para, según su declaración, interceptar las comunicaciones de Néstor Humberto Martínez y su esposa. Salinas, quien actuaba a través de la empresa JHS Consultores, aliado -aseguró él- con la hacker Marialicia Pinzón, aseguró que el intento de “chuzar” al exfiscal general fue un plan denominado Faro 6, dentro de un archivo llamado Trabajo Especial Prima de Navidad. Sobre estos hechos, Pinzón Montenegro fue citada para declarar el próximo 19 de enero ante la Corte Suprema de Justicia.
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Asimismo, la alta corte busca esclarecer si acaso hay responsabilidad de Benedetti en el caso Gordos, el cual, según declaraciones del coronel (r) Salinas, tiene que ver con un supuesto pago de $4 millones para conseguir información personal del abogado Jaime Lombana y su hijo. Se indaga si el exsenador de la U habría pagado también por interceptar al defensor Jaime Granados para “conocer qué decía sobre su hermano” Camilo Benedetti, quien estaba involucrado en una supuesta desviación de dineros de las regalías petroleras giradas al departamento del Casanare
“Madero (el ingeniero supuestamente contactado por el exsenador de la U) me dice y me entrega el número telefónico de Lombana, que lo adquiere del senador Benedetti. ‘Cualquier punto que tenga Lombana y que lo desprestigie: eso es lo que yo necesito. Si tiene algún nexo con el cartel de la toga, averíguate eso. Si es gay’. Eso era lo que me pedía Benedetti para que hiciera con el abogado Lombana”, aseguró el coronel (r) Salinas en su interrogatorio ante la Fiscalía. Juan Carlos Madero representaba a la empresa Quarkom, cuya finalidad era darle apariencia de legalidad a la red de interceptaciones.
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La génesis de este caso se cruza con Marialicia Pinzón Montenegro. Era conocida por los oficiales en retiro, entre ellos Jorge Humberto Salinas, como “la dama de las interceptaciones”. Fue identificada en 2017, tras una denuncia ciudadana contra una red de contrabando y robo de mercancía que operaba en la vía Panamericana, entre los departamentos de Nariño y Valle del Cauca. El presunto responsable de esta organización era el coronel (r) Carlos Andrés Pérez, a quien se le descubrió una estrecha relación con Pinzón Montenegro.
La Fiscalía asegura que “la dama de las interceptaciones”, quien es una exfuncionaria del Ministerio de Tecnologías de la Información, se encargaba de ayudar a Pérez “chuzando” llamadas telefónicas y conversaciones de WhatsApp. Luego de eso, los militares en retiro fueron cayendo uno por uno en el radar del ente investigativo. Tras monitorear sus conversaciones, el ente investigador encontró que el coronel (r) Salinas, el mayor (r) Luis Quiroga, la hacker Pinzón Montenegro y el coronel (r) Andrés Pérez, eran las cabezas de una organización criminal que funcionaba desde Ipiales y dos oficinas en Cali. Todos colaboraron con la justicia, incluso, la mujer dio acceso a 175 carpetas de información recopilada ilegalmente.
El segundo en hablar fue Salinas, quien ha declarado contra el congresista Benedetti. Le explicó a la Fiscalía cómo comenzó la red y describió la fuerte capacidad que tenían para interceptar datos, llamadas y bases de datos. El general en retiro aseguró que conoció a “la dama de las interceptaciones” cuando apoyaba a inteligencia del Ejército, dado que era una de sus fuentes humanas. Luego, tras su retiro, la contactó para resolver un problema de seguridad en la empresa Ferrocarriles del Pacifico, donde trabajadores al parecer estaban robando a la empresa. La hacker interceptó a tales personas y, desde entonces, crearon una sociedad.
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Las investigaciones dieron cuenta de 175 expedientes, de diferentes clientes de la red de interceptaciones. De acuerdo con el coronel (r) Jorge Humberto Salinas, el exdirector del Gaula Humberto Guatibonza, cuyo juicio penal está a próximo a iniciar, también era pieza clave del negocio. “Con el general (r) Guatibonza había una intención clara en temas de consultoría, seguridad y capacitaciones investigativas. Estaba la intención de abrir oficina en Ecuador y en los casos que él me pidió apoyo, él sabía exactamente lo que se hacía. Recuerdo casos en particular, como lo fue la recuperación de mensajes de Whatsapp de unos teléfonos que él me pasó”, testificó Salinas. Guatibonza, por su parte, ha reiterado hasta la saciedad que Salinas miente.
Desde que estalló este escándalo, el senador Armando Benedetti ha dicho una y otra vez que se trata de una persecución en su contra y que nunca ha conocido a Salinas o al general (r) Guatibonza -quien fue director del Gaula de la Policía por muchos años-. En 2018, cuando esta investigación arrancaba, Benedetti denunció al fiscal Daniel Hernández, quien está encargado de este expediente en lo que le corresponde al organismo investigativo. Según Benedetti, Hernández estaba buscando testigos en su contra para montarle un proceso judicial.
En septiembre de 2018, el propio Benedetti le pidió a la Corte que lo investigara a raíz de este escándalo. El asunto, hasta ahora, no ha pasado de una preliminar. “Tiene que ser uno muy loco, muy James Bond, para uno atreverse a interceptar al fiscal (...) ¿Para qué iba a verificar que hacía el hijo de Lombana, un menor de edad? ¿Para qué haría eso?”, dijo el congresista en su momento, rechazado así los señalamientos en su contra. “A quien se le ocurre que un senador tiene tanto poder para contratar a un exgeneral de la República para ir a interceptar a unos abogados. ¿Para qué? No sé”, agregó el senador.