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Desde hace un año, el nombre del empresario Carlos Alberto Plata aparece cada tanto mencionado en el escándalo Odebrecht, la constructora brasileña que repartió millonarios sobornos en Colombia -y 11 países más- para quedarse con megaproyectos de infraestructura. Este abogado, a quien en diciembre de 2019 la Fiscalía le archivó una investigación por su supuesta participación en el carrusel de la contratación en Bogotá, fue una de las primeras personas que trabajó con la multinacional cuando llegó al país en los 90 para trabajar con la British Petroleum (BP) en Cusiana, uno de los yacimientos petroleros más grandes del país. (Las 10 cartas del Estado para combatir la corrupción de Odebrecht).
Su nombre cobró relevancia en el caso Odebrecht hace un mes, cuando el expresidente Álvaro Uribe lo mencionó como asistente a una reunión en la que se habría ventilado información de supuestos aportes irregulares de Odebrecht a la campaña presidencial de Juan Manuel Santos en 2014. Según el exmandatario, en el segundo semestre de 2017, en la rectoría de la Universidad Sergio Arboleda se reunieron el rector de esa institución académica, Rodrigo Noguera, el expresidente Andrés Pastrana, Carlos Alberto Plata y un hombre que, de acuerdo con Uribe, era “un investigador independiente que ha trabajado con la CIA y el FBI”
Según El Tiempo, fue después de esa reunión que los expresidentes denunciaron en 2017 a varias personas del entorno de la campaña Santos por donde habría pasado el dinero de Odebrecht para financiar su reelección. A partir de entonces, preguntas como quién es Plata y qué circunstancias lo llevaron a participar en ese encuentro son incógnitas. El Espectador conoció pormenores de estas revelaciones que tienen a punto de imputar cargos a personas que habrían facilitado el ingreso de unos $4.000 millones de Odebrecht a la campaña Santos en 2014, pues las leyes colombianas prohíben financiación extranjera.
¿Quién es Carlos Alberto Plata?
El abogado de la Universidad Javeriana nació en Socorro (Santander). Según su sitio web, lidera un grupo interdisciplinario de profesionales que trabajan en la generación de “conocimiento soportado en patentes internacionales relacionadas con el medioambiente, disminución de agentes contaminantes y tecnologías inocuas que permiten un adecuado aprovechamiento de los recursos genéticos tropicales”. Ha estado vinculado al Partido Liberal, estuvo al frente del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), fue miembro de la junta directiva del IDRD durante la alcaldía de Julio César Sánchez (1986-1988) y fue secretario del Nuevo Liberalismo.
Plata es un hombre bien relacionado. Conoce al expresidente Ernesto Samper y al exministro Horacio Serpa, a quien le hizo aportes para una de sus campañas a la Presidencia. A su vez, trabó buena relación con la familia del actual procurador general, Fernando Carrillo. Incluso, uno de los hermanos de la cabeza del Ministerio Público, Rafael Carrillo, es socio de Plata en sociedades en el extranjero: Newbridge Electronics Solutions, Magnoil Exploration, Newbridge Electronics Development y Oriental Coal Corp, registradas en Panamá e Islas Vírgenes. Estas sociedades, según Plata, son usadas para impulsar sus proyectos y patentes. (Falta mucho por saber sobre el caso Odebrecht, dicen antiguas fichas de la firma en Colombia).
Para la época en la que Serpa se lanzó por segunda vez a la presidencia, en 2002, el nombre de Plata salió a relucir en los medios de comunicación por boca del entonces también candidato Álvaro Uribe. Lo hizo en una entrevista con Caracol Radio, en desarrollo de una pelea pública con el entonces director de Noticias Uno, Daniel Coronell, después de que este informara en su noticiero que un helicóptero de la familia de Uribe apareció en 1984 en el megalaboratorio de procesamiento de cocaína del cartel de Medellín, conocido como Tranquilandia. Este complejo, de propiedad de varios narcotraficantes, estaba entre Caquetá y Meta.
Álvaro Uribe agregó aquella vez que le parecía importante que Coronell dijera “claramente, para que (tuviera) solidez ética en sus investigaciones periodísticas”, si acaso había ejercido como testaferro de un narcotraficante. Al aire, Uribe preguntó además si Plata tenía intereses en Noticias Uno. Cuando el uribismo llegó al poder, dicen fuentes políticas, Plata se volvió un enemigo de su gobierno, auspició a Noticias Uno y patrocinó una biografía no autorizada de Uribe, El señor de las sombras, en la que se le endilgaron nexos con el narcotráfico. Plata ha negado esos señalamientos.
En su contra se ha dicho mucho, pero nada que se haya concretado en la justicia. En 2015, La Silla Vacía lo vinculó con los hermanos Samuel e Iván Moreno Rojas. Él, ante distintas instancias, ha rechazado cualquier relación con los Moreno, condenados en el carrusel de la contratación de la capital. Cuando estalló el escándalo, cinco años atrás, se supo que Álvaro Dávila (abogado de los Nule) recibió en su apartamento a gente clave del carrusel. Plata lo visitó, pero nunca se comprobó que esos encuentros tuvieran relación con las maniobras ilegales que llevaron al propio Dávila a la cárcel. También en 2015, Juan Ricardo Ortega, exsecretario de Hacienda de Samuel Moreno, pidió a una periodista abiertamente indagar por Plata. Pero en el expediente en la Fiscalía por el carrusel, al menos a diciembre de 2019, Plata no figuraba.
Una investigación que sí arrancó contra Plata, pero que luego fue anulada, tuvo que ver con dos personas que son de su tierra natal y socios suyos: los hermanos David y Tomás Moreno Comas. La Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura destituyó en junio de 2018 a la fiscal que abrió una investigación contra Plata porque, en criterio de ese organismo, se trató de un caso falso. El fallo indica que la funcionaria judicial inició un proceso contra el empresario por estafa agravada, relacionado con unos títulos mineros en Tibú (Norte de Santander). Los hermanos fueron interrogados por la fiscal, pero no volvieron a comparecer ni entregaron pruebas de lo que contaron en su momento. (Gabriel Dúmar prenderá el ventilador en el caso Odebrecht).
El Espectador conoció ese expediente, en el que se leen una serie de correos en los que otro fiscal, excompañero de la funcionaria destituida, le advierte a una persona cercana a Plata sobre un proceso por estafa que le están “montando” por supuestas presiones en el interior de la Fiscalía y de poderes económicos “para dañar su nombre”. Ese fiscal, René Salom, terminó condenado a 11 años de prisión por hechos de corrupción mientras trabajaba en Amazonas. Sobre lo que contó Salom vía correo de las supuestas presiones en el interior del ente investigador y de las personas que habrían presionado, jamás se indagó.
En septiembre de 2015, la Fiscalía archivó la investigación contra la fiscal destituida y señaló que no hubo una relación, más allá de la laboral, entre Salom y ella. Además en ese expediente, queda claro que Salom, al momento de los correos no hacía parte del ente investigador y estaba trabajando como abogado. Además negó haber enviado esos correos sobre las pesquisas contra Plata. Microsoft también le dijo a la Fiscalía en ese momento que ese correo no figuraba en las bases de datos de sus usuarios. Por último, el ente acusador señaló que la fiscal destituida había actuado dentro del marco legal a la hora de emprender las investigaciones contra Plata*. El empresario volvió a denunciar a la fiscal y actualmente el proceso se encuentra activo.
Plata es socio de los Moreno Comas en la sociedad panameña Petromeseta Internacional y en la ya mencionada Oriental Coal Corp, ligada al carbón. De las 11 empresas off shore en las que aparece Plata, diez las registró la firma de abogados Arias, Fabrega & Fabrega, fundada en 1914 por dos expresidentes panameños. La otra la registró Mossack Fonseca. Sus negocios también están relacionados el desarrollo de patentes y proyectos educativos, ambientales y deportivos. De hecho, en 2016, Plata acompañó al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, a un evento en la Universidad Sergio Arboleda, al que asistieron el rector Noguera y dirigentes del fútbol colombiano. Por el fútbol Plata se volvió cercano a las directivas de la Sergio Arboleda.
Sobre la reunión que se dio en 2017, el rector de la Sergio Arboleda dijo hace un mes a El Tiempo: “Plata se acercó a la universidad por temas académicos: para proponer una patente bioenergética que no tuvo efecto y por la Escuela de Deportes, a la que llevó a Infantino (presidente de la FIFA). Nada más. Decía tener información (sobre Odebrecht) para que se investigara y me pidió la reunión. Con los expresidentes (Uribe y Pastrana) tengo buena amistad y los convoqué para que juzgaran”. Por último, su participación en el mundo de las patentes está documentada en Panamá. Una se la otorgó EE. UU. por un dosificador-mezclador de combustible, denominado Megaion, proyecto en el que participó Marcelo Jardim, expresidente de Odebrecht.
Comuneros y Pacific Rubiales
Plata y la multinacional brasileña intentaron construir varios proyectos en los años noventa e inicios de 2000. El primero que dio frutos fue Hidromiel, una hidroeléctrica construida de la mano de Isagén en Caldas que tuvo denuncias sobre irregularidades en su adjudicación que no prosperaron. El entonces presidente de Odebrecht en Colombia, Marcelo Jardim, defendió la adjudicación: “Los consorcios (competidores) no saben perder”, señaló la cabeza de la multinacional en agosto de 1994. Este proyecto, que costó US$412 millones, consistió en la construcción y operación de la obra, inaugurada en 2003, en el primer gobierno Uribe.
El abogado y empresario santandereano ha contado que, en esos años, intentaron infructuosamente con Odebrecht construir sedes del club El Nogal -del que Plata es socio- en São Paulo y Ciudad de México. A principios de 2000 también intentaron construir el tren de la subregión del Carare en Santander, con el fin de sacar el carbón de esta zona a la costa Caribe. Posteriormente, el 13 de septiembre de 2006, se embarcó con los brasileños en un proyecto de extracción de hidrocarburos denominado Bloque Comuneros, en el valle medio del río Magdalena. Para este proyecto, Plata participó por medio de sus empresas panameñas Sabioil International, Oilpharo Corp y Petromeseta International. (Odebrecht se declara en bancarrota en Estados Unidos).
Ese acuerdo, que firmó Plata con Odebrecht en Colombia, resultó afectado por las dificultades que tuvieron los brasileños por diferentes motivos comerciales y empresariales. Entre ellas, trasladar personal a Colombia y que se hubieran “producido sustanciales y trascendentales cambios en el comportamiento del mercado mundial del petróleo y en la situación financiera internacional, que han llevado a nuestra casa matriz (Odebrecht) a reconsiderar sus inversiones y proyectos en los distintos países donde tiene actividad”, rezan dos cartas de Odebrecht del 22 de octubre de 2008 y del 3 de febrero de 2009 dirigidas a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
A raíz de esta situación, los brasileños y Plata buscaron financiación de un tercero y, a primera vista, la encontraron con la empresa Pacific Rubiales (hoy Frontera Energy), la empresa que llegó a Colombia en 2004 encabezada por un grupo de venezolanos expertos en la materia, entre ellos algunos exdirectivos de la petrolera estatal de ese país, Pdvsa. La multinacional, dedicada a la extracción de gas y crudo, fue una de las compañías más cercanas a los gobiernos de Uribe y Santos; pautó en grandes medios de comunicación y fue patrocinador oficial de la selección de Colombia de fútbol y de grandes eventos musicales.
Entre junio y agosto de 2008, Plata inició negociaciones con Pacific Rubiales, vía correo, que terminaron en malos términos. En comienzo, la petrolera ofreció un pago de US$7 millones para entrar al proyecto Comuneros y dijo que se haría cargo del 65 % de los costos asociados con la exploración, perforación y producción, y Plata asumiría el 35 % restante, a lo cual este accedió el 24 de julio del mismo año. Sin embargo, en menos de dos días, la petrolera se echó para atrás diciendo que tenía poca información acerca de la iniciativa y que estaba sobre el tiempo para iniciar los trámites y formalizar el contrato ante la ANH.
Un representante de Plata en las negociaciones le dijo a Pacific que su indecisión le generó a su iniciativa y a Odebrecht “gravísimos” perjuicios económicos y reputacionales, pues se habían descartado otras ofertas “serias” de inversionistas extranjeros. En ese momento entró al cruce de correos electrónicos entre Luis Giusti, director de Petromagdalena (otra firma interesada en Comuneros, aliada de Pacific), y el expresidente de Pdvsa, para poner una oferta más sobre la mesa. El experto en asuntos petroleros ofreció US$6 millones y el 28 de julio de 2008 quedó aceptado. No obstante, el 8 de agosto, Pacific señaló que los papeles del proyecto no estaban al día.
De acuerdo con comunicaciones de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Odebrecht y Plata tenían la prelación sobre el proyecto Comuneros y todo estaba listo para que esa agencia revisara la propuesta y determinara si le daba luz verde. Pacific Rubiales sabía de esa prelación también. Así lo deja ver una comunicación del 2 de septiembre de 2008, de la empleada de una firma que asesoraba a Pacific Rubiales: “Estamos preparando la información de Comuneros para devolverla, pero me preocupa (...) para Martínez (asesor de Plata) es fácil demostrar que el derecho de prelación está vigente y se puede celebrar el contrato. No estoy tranquila con lo que hace José Luis (Acevedo, empleado de Pacific”, dice el mensaje.
El momento más álgido de las negociaciones fue el 11 de agosto de 2008, cuando al abogado de Plata le llegó un correo de federes2120@gmail.com en el que le pedían “US1,5” para repartir con “JL, el grupo y yo (...) Si no aceptan se jode todo”. Esa misma tarde, el abogado contestó: “No aceptamos ni amenazas ni chantajes. La respuesta categórica es NO”. El 13 de agosto, del mismo email llegó otro mensaje: “Relájate, con esas actitudes es muy difícil ser socios (...) No perdamos más tiempo y salgamos ya de esta vaina y así brindamos rápido con ustedes y Odebrecht”. El 15 de agosto, el abogado de Plata reiteró su mensaje. “La embarraste, te tiraste el acuerdo”, le respondieron.
Una fuente que conoció ese proceso le dijo a El Espectador que ese correo era de Federico Restrepo, vicepresidente de asuntos corporativos de Pacific. Él le dijo a este diario que nunca usó esa cuenta y añadió: “No tengo relación con nada de lo que ahí se habla, no participé en ninguna negociación de compra o venta de campos en mis años con Pacific”. Según su Linkedin, ingresó a Pacific en enero de 2008 como vicepresidente de Asuntos Corporativos, meses antes de que comenzara la negociación con Odebrecht y con Plata, la cual se vino al traste porque Odebrecht desistió. Del tema Pacific se habló en la reunión de la Sergio Arboleda, pero ni Uribe ni Pastrana lo incluyeron en su carta.
Federico Restrepo fue mencionado en septiembre del año pasado en medios de comunicación cuando se filtraron chats suyos con otra empleada de Pacific en los que se discuten supuestas financiaciones bajo la mesa para las campañas del candidato uribista Óscar Iván Zuluaga y de Santos en las presidenciales de 2014, lo que él también niega. El año pasado, la Fiscalía envió al Consejo Nacional Electoral el expediente por presuntos pagos subrepticios por cerca de $7.000 millones. Los que llevan el caso son los mismos que tienen a cargo el expediente por los aportes que habría hecho Odebrecht a la campaña de Santos.
El otro Federico (Gaviria)
En enero pasado, un juez de la República avaló el preacuerdo de Federico Gaviria, uno de los principales lobistas de Odebrecht. En la información que se comprometió a dar el antiguo vicepresidente comercial de Porvenir está que Carlos Alberto Plata hizo gestiones para la construcción de la hidroeléctrica de Norcasia (Caldas) Hidromiel y el acercamiento entre Odebrecht y la compañía china Railways para la construcción del metro de Bogotá durante la alcaldía de Samuel Moreno. Sobre la primera megaobra, hubo denuncias en los años noventa de que la adjudicación a la firma brasileña junto a Isagen fue irregular, señalamientos que nunca se comprobaron.
Gaviria fue condenado en junio pasado a 25 meses de prisión por hacer parte del esquema de sobornos de Odebrecht. En 2013 ya había sido condenado por el carrusel de contratación en Bogotá a 31 meses de prisión, después de aceptar cargos tras firmar un preacuerdo con la Fiscalía y prometer ayudar en la investigación. Plata conoció a Gaviria a finales de 2007 a través del abogado Álex Vernot, hoy en juicio por haber intentado sobornar a un testigo clave del caso Hyundai, sostiene la Fiscalía. En ese momento, Plata buscaba financiación para el proyecto Comuneros y, en teoría, Federico Gaviria le estaba ayudando en ese propósito.
Gaviria fue capturado en julio de 2019 y su nombre apareció en la documentación que se encontró en las oficinas y residencias de los contratistas del acueducto de la capital, en desarrollo de la investigación por las irregularidades en el contrato Tunjuelo-Canoas que intervendría el Río Bogotá. Gaviria se comprometió a hablar de 10 hechos relacionados con el caso Odebrecht. El lobista empezó a declarar contra Plata en octubre de 2017, tres meses después de su captura y dos meses después de la reunión en la Sergio Arboleda con los expresidentes Uribe y Pastrana. En diciembre pasado, la Fiscalía concluyó que nada de lo que dijo Gaviria contra Plata configuraba un delito.
Gaviria, igualmente, fue testigo en el caso Odebrecht contra el exsenador del Partido de la U, Plinio Olano. La Fiscalía le pidió a la Corte que investigara a Olano porque tenía indicios de que, como congresista, presionó para que Odebrecht se quedara con la adición del tramo Ocaña-Gamarra de la Ruta del Sol 2 en 2014, a cambio, por supuesto, de un soborno. En diciembre de 2019, el alto tribunal lo absolvió y, de paso, señaló que el testimonio de Gaviria contra Olano estaba “plagado de inconsistencias, conjeturas y suposiciones, que merecían una valoración mucho más rigurosa (...) emerge insuficiente para sustentar un fallo de condena”. Incluso, calificó a Gaviria de “testigo no idóneo”.
Este es apenas el primer capítulo que entrelaza los caminos del acaudalado empresario Carlos Alberto Plata con Odebrecht. En el próximo se describe cómo viajó con una de las antiguas cabezas de la multinacional por Asia a inicios de este siglo, para luego terminar rompiendo lazos con la constructora cuando Luiz Bueno llegó a Colombia a tomar las riendas de la multinacional entre 2008 y 2009. En ese momento apenas se estaban fraguando las primeras andanzas ilegales en Colombia de esta constructora, que llegó a crear todo un departamento para gestionar el pago de sobornos a funcionarios y otros que les ayudaban a obtener lo que querían: millonarios contratos de infraestructura.
Nota de la editora*: después de publicado este artículo, El Espectador conoció detalles sobre el archivo de la investigación por parte de la Fiscalía en contra de la fiscal que fue destituida por el Consejo Superior de la Judicatura por haber investigado a Plata por una denuncia de estafa.