La historia de “Gabriel Paraco”, el hombre de “Otoniel” que negoció con la Oficina
Este exmiembro de las autodefensas fue el emisario del Clan del Golfo en 2013 para pactar una paz con las bandas criminales de la antigua Oficina de Envigado en el Valle de Aburrá. Hoy esa paz está en veremos tras la reciente captura del líder del Clan del Golfo el pasado fin de semana.
David Escobar Moreno
La reciente captura de Otoniel, máximo líder del grupo sucesor del paramilitarismo Clan del Golfo, ha dejado varias dudas sobre cómo podría afectar esto a la organización criminal que, según cifras de la fuerza pública, está conformado por 3.500 integrantes. Por ejemplo, hay voces como la del director de la Policía Jorge Luis Vargas, que dicen que hay una división interna entre alias Chiquito Malo y Siopas, dos delincuentes que por su perfil son los llamados a suceder a Otoniel. Sin embargo, investigadores del conflicto y en seguridad señalan que el sucesor será Chiquito Malo.
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La reciente captura de Otoniel, máximo líder del grupo sucesor del paramilitarismo Clan del Golfo, ha dejado varias dudas sobre cómo podría afectar esto a la organización criminal que, según cifras de la fuerza pública, está conformado por 3.500 integrantes. Por ejemplo, hay voces como la del director de la Policía Jorge Luis Vargas, que dicen que hay una división interna entre alias Chiquito Malo y Siopas, dos delincuentes que por su perfil son los llamados a suceder a Otoniel. Sin embargo, investigadores del conflicto y en seguridad señalan que el sucesor será Chiquito Malo.
Otra de las dudas que han surgido es cómo la nueva cúpula del Clan del Golfo manejará sus relaciones con la Oficina, un grupo de bandas criminales que operan en el Valle de Aburrá y que fue creada en los años ochenta por Pablo Escobar. El Clan del Golfo y este cuerpo colegiado mantienen desde 2013 un pacto de no agresión y de alianza para el narcotráfico, el cual evitó que parara una ola de violencia en Medellín y su área metropolitana, que comprende los municipios de Caldas, La Estrella, Sabaneta, Itagüí, Envigado, Bello, Copacabana, Girardota y Barbosa.
Aunque en 2013 las autoridades policiales y locales no señalaron que hubo un trato entre bandas de no confrontación, investigadores y periodistas que siguen de cerca lo que sucede en el bajo mundo antioqueño señalan que un hombre de confianza de Otoniel fue el encargado de concertar el denominado “pacto del fusil”. Se trata de Octavio Cartagena Benítez, alias Gabriel Paraco, quien se desmovilizó en 2005 del bloque Noroccidente de las Autodefensas Unidas de Colombia, que estaba al mando de Luis Arnulfo Tuberquia, alias Memín.
El proceso contra “Gabriel Paraco”
Gabriel Paraco fue capturado en agosto de 2015 por la muerte del campesino Fidelino Puerta, perpetrada en noviembre de 1998. Según las investigaciones de la Fiscalía, un grupo paramilitar interceptó el bus en que viajaba la víctima, en el Municipio de Dabeiba, Antioquia. Aunque en un momento Gabriel Paraco lo negó, posteriormente fue condenado. En estos momentos el antiguo miembro de las Auc se encuentra detenido en la cárcel el pedregal y sus nexos con el Clan del Golfo y la Oficina de Envigado, más puntalmente con alias Tom.
Según el expediente de la Fiscalía, en 1997, Gabriel Paraco empezó a delinquir en los municipios de Cañasgordas, Dabeiba y Uramita. En esa época era llamado Costalejo, Gringo o Guineo. En su primera captura llevaba 4.5 millones de los que aparentemente participaban de una supuesta extorción. En 2003, las Auc lo enviaron a Sopetrán y luego a San Pedro de los Milagros y Belmira, una zona conocida por ser una zona lechera.
Gabriel Paraco fue capturado en un operativo conjunto entre el CTI y la Policía de Antioquia. “La víctima fue torturada y asesinada en presencia de las personas que allí se encontraban; luego su cabeza y tronco fueron abandonados en la vía pública. Labores técnico investigativas permitieron establecer que, posiblemente, Octavio Cartagena Benítez, miembro de este bloque, habría sido quien dio la orden para asesinarlo por ser un supuesto colaborador de la guerrilla”, señaló la Fiscalía General al momento de su captura.
A raíz de su procesamiento, “Gabriel Paraco” fue incluido en la Lista Clinton, conocida por ser un listado en el que el gobierno de los Estados Unidos pone bajo observación a personas y empresas que tuvieron relaciones con el narcotráfico. En ese mismo momento fueron incluidos los hermanos Gallón Henao, vinculados en el trafico de cocaína, mencionados en la investigación del asesinato de Andrés Escobar y dentro del expediente Uribe como posibles fundadores de un grupo paramilitar en Antioquia.
Las dudas sobre un posible cambio de relación entre el Clan del Golfo y la Oficina son muchas. Por ejemplo, hay fuentes que señalan que gente de alias Douglas, antiguo líder de la Oficina, pretende recuperar parte del terreno que perdió cuando Otoniel empezó a ejercer control en el Valle de Aburrá. Sin embargo, el director de la Policía, general Jorge Luís Vargas, le comentó a este diario que los dos grupos criminales eran independientes y ninguna banda le rendía cuentas a Otoniel y que solo tenían alianzas esporádicas para el tráfico de cocaína.
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