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Esta semana, el predio donde funcionó el famoso Club San Fernando, de Cali, pasó a ser un bien de la ciudad, luego de que la Alcaldía se lo comprara a la Sociedad de Activos Especiales (SAE). En el terreno, declarado patrimonio de los caleños, será construido un centro de ciencia, que se llamará Parque Tecnológico de Innovación San Fernando. El Espectador reconstruye la importancia de este espacio para la capital del Valle del Cauca, una historia en la que se cruzan la música, la Feria de Cali, la mafia y una búsqueda por reparar a la ciudad por el daño que le ha dejado la violencia.
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El valor que tiene el terreno, más allá de lo económico, radica en que en él se fundó, en septiembre de 1930, el Club San Fernando, emblema de la capital del Valle por ser el primero en su tipo y ser escenario de grandes eventos sociales a lo largo de los años. Beatriz González, una caleña que tomaba clases en el club a finales de los años 50, recuerda que “era un club muy agradable, hacían unas fiestas magníficas. Es más, Lucho Bermúdez, que se presentaba allá, le compuso una canción al club que se llama, precisamente, San Fernando”. El fin de esta icónica sede del club llegó con una crisis económica que lo azotó por décadas, hasta que terminó en manos de la mafia.
La historia del predio con el narcotráfico la cuenta Víctor Manuel Hernández, presidente de la Corporación Club San Fernando, en estos términos: “Todo se remonta a 2006, cuando el presidente de la junta directiva de ese entonces, Jaime Caicedo, negoció el terreno con Bernardo Pinzón, testaferro de Juan Carlos Ramírez Abadía, conocido como alias Chupeta”. Según le dijo Hernández a este diario, Caicedo “montó un sistema de componendas, amenazas, constreñimiento ilegal y toda clase de irregularidades para allanar el camino hacia la tortuosa negociación”. Es decir, Caicedo, al parecer, buscaba que el lote quedara en manos de Chupeta.
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En charla con El Espectador, Hernández recordó también que el predio fue incautado por la extinta Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) en febrero de 2009. Las funciones de extinción de dominio ahora las tiene la Sociedad de Activos Especiales (SAE), que comenzó a operar en octubre de 2015 tras la liquidación de la DNE. En esa época, los edificios del Club San Fernando habían sido demolidos y el terreno estaba en estado de abandono. Sin embargo, por su ubicación e importancia para la ciudad, la SAE recibió por años continuas propuestas de posibles arrendatarios y compradores, pero ninguna prosperó.
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“En el pasado se hicieron varias ofertas por parte de algunas entidades para la compra de San Fernando”, manifestó a este diario Andrés Ávila, presidente de la SAE. Fuentes le contaron a este diario, por ejemplo, que la Industria de Licores del Valle ofreció pagar $40 millones mensuales y la empresa Event Plus ofreció $20 millones. Aunque hubo más ofertas, todas fueron negadas por no cumplir con el estimado de renta: $50 millones. Igualmente, desde 2018, la Alcaldía de Cali estaba interesada en adquirir el predio para, según ellos, destinarlo a ser espacio público, ya que, como aseguró el alcalde Jorge Iván Ospina en entrevista con este periódico: “San Fernando es un símbolo de la ciudad”.
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En enero de 2020, en un acto simbólico, el recién posesionado alcalde Ospina acudió al terreno, cuando todavía era propiedad de la SAE, e izó la bandera de la ciudad en medio del predio. Desde allí, le pidió a la entidad que no le vendieran el predio a un particular, pues, a su juicio, este icónico lugar pertenecía a los caleños. Tras la acción, la SAE inició negociaciones y dijo que buscaría un acuerdo con la Alcaldía para que Cali pudiera ser dueña del inmueble. “Encontramos que había una oportunidad de aportar a la transformación social y la reactivación económica del municipio con un predio que es muy importante”, le dijo el presidente de la SAE a este diario.
Según le manifestó a El Espectador el alcalde Ospina, la intención de adquirir este terreno y otros que en algún momento pertenecieron a la mafia es resignificarlos y que sean de uso público. “Cali es la ciudad de Colombia y del planeta que tiene mayor cantidad de activos incautados al narcotráfico. Estamos hablando de una cifra cercana a $2 billones en activos”, explicó el mandatario. El acuerdo al que llegaron la Alcaldía de Cali y la SAE se logró mediante un cruce de cuentas. Así, el terreno fue vendido a la ciudad por un valor de $30.000 millones, que Cali pagó saldando una deuda que tenía la SAE con la ciudad por impuestos prediales.
Ahora, allí iniciará el proyecto para la construcción del centro de ciencia a cargo de la arquitecta Diana Muñoz, coordinadora del Parque Tecnológico de Innovación San Fernando. En diálogo con El Espectador, la arquitecta explicó que “antes de que termine el año vamos a iniciar los estudios y diseños; en junio de 2022 nos van a entregar los diseños completamente terminados”. A su vez, Muñoz dijo que esperan iniciar la obra a finales del 2022. Según manifestó la arquitecta, “construir el parque en su totalidad cuesta alrededor de $120.000 millones y la Alcaldía nos ha asignado $60.000 millones, que alcanzan para la construcción de la primera fase”.