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Cada tanto el país pone su atención en Nariño y su situación de orden público. En el último tiempo se agravó pues allí es una de las salidas marítimas de la cocaína que se produce en Colombia y termina en Estados Unidos, principalmente. Solo fue hasta el pasado fin de semana que el Gobierno volvió a poner sus ojos en esta región del país luego de que ocho jóvenes fueran masacrados en zona rural de Samaniego, en el centro del departamento. Solo fue hasta que sucedió un hecho de tal gravedad que las autoridades prendieron las alarmas y parte del país se empezó a preguntar quienes están sembrando terror en esta región limítrofe con Ecuador.
Vea: Así fue capturado alias “Contador”
Una semana antes de que se produjera la masacre, un miembro de la Fiscalía, luego de visitar el departamento y otros del Pacífico para investigar cómo se expanden estos grupos, le comentó a El Espectador que en esta zona del Pacífico “se están matando, eso está muy complicado, mucho mexicano en la zona que controla el negocio de la droga”. Uno de los grupos que quedó señalado como parte de este escenario de guerra que gira alrededor del control de los cultivos de uso ilícito y el microtráfico, es el grupo de los Contadores. Aunque las autoridades señalan a pequeños narcotraficantes y al Eln como autores de la masacre, esta guerrilla señaló a los Contadores como los verdaderos perpetradores.
Ese grupo criminal tiene un origen mixto de grupos armados, pero que fundamentalmente toma su nombre de su fundador: José Albeiro Arrigui alias con, un narcotraficante de apenas 30 años que fue capturado en febrero de 2020 y que era considerado como el hombre más importante del narcotráfico en el Pacífico desde que las Farc se replegó en medio del Proceso Paz entres 2016 y 2017. Durante esos dos años pasó de agache entre las autoridades pero se empezó a conocer sobre un narcotraficante que en el pasado fue el encargado de llevarle las cuentas de la columna Daniel Aldana, de las extintas Farc, el frente Óliver Sinisterra de las disidencias y las Guerrillas Unidas del Pacífico.
Las autoridades señalan que, luego de visitar México en 2017 (donde se contactó con el cartel de Sinaloa), al año siguiente se alió con un exmiembro del grupo narcoparamilitar de los Rastrojos. Se trata de Mario Cabezas, alias Mario Lata, quien también perteneció a las Farc y quedó en libertad en abril de 2018. Con su organización ya consolidada en el corregimiento de Llorente en Tumaco, con cerca de 300 hombres armados, Contador empezó a financiar varios grupos disidentes de la guerrilla como el Frente Oliver Sinisterra al mando de Guacho y un sector de las Guerrillas Unidas del Pacífico.
Su alianza con Guacho acabó cuando este llamó la atención de las autoridades luego de secuestrar y asesinar a tres miembros del equipo periodístico del diario El Comercio de Ecuador en zona limítrofe entre ese país y Colombia. La confrontación armada entre los Contadores con la Oliver Sinisterra continuó luego de que en diciembre de 2018 Guacho muriera en medio de un enfrentamiento con la Fuerza Pública. El enfrentamiento se prolongó y también señalaron fuentes de la fuerza pública que luego de la captura de Contador la situación se recrudeció y son varios narcotraficantes los que están intentando ocupar ese vacío de poder.
Contador salió del anonimato en Nariño solo hasta principios de 2019 cuando, luego de sostener una reunión con los enlaces mexicanos empezaron a circular panfletos en zona rural de Barbacoas, municipio que colinda con Samaniego, como los Contadores. Aún no es muy claro de dónde salieron los hombres de esta estructura pero autoridades como la Defensoría del Pueblo han alertado sobre el reclutamiento de menores en esta región. También, las comunidades han dicho que sus hombres portan armas M16, AK-47, morteros, granadas y minas antipersonal. Ademas, señalan que también se adueñaron de la explotación ilegal de oro.
Una fuente de Fiscalía le contó a este diario que los emisarios de los carteles mexicanos ya no están entrando por las terminales aéreas colombianas sino que lo hacen haciendo una escala en Ecuador y entran vía terrestre por Nariño. “De esta manera intentan hacerse imperceptibles. Años atrás entraban por el Dorado y de inmediato se prendían las alarmas. Así era más fácil seguirles la pista y determinar con quiénes estaban haciendo negocios”, señaló la fuente del ente investigador.
Con un poder tan atomizado en el negocio del narcotráfico y más el bajo perfil que tienen muchos narcotraficantes para las autoridades es más difícil mantener la seguridad del departamento. Entre los grupos que delinquen en la zona están las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) o Clan del Golfo, E-30 Franco Benavides, Los Nuevos Delincuentes, La Gente del Nuevo Orden, Los de Sabalo, La Empresa y una facción del Epl que aparece esporádicamente. Al cierre de este artículo, el alcalde de Ricaurte, Nariño, confirmaba el asesinato de tres indígenas Awá.