La historia detrás de la masacre de tres personas en Curillo, Caquetá
El triple homicidio, según fuentes del Ejército, se enmarca en el enfrentamiento en la frontera con Ecuador entre una estructura de las disidencias de las Farc y el grupo criminal conocido como los Comandos de la Frontera.
“Mediante información suministrada por fuente humana, se tuvo conocimiento de la llegada de tres cuerpos sin vida de los sujetos WC, YBM y un cuerpo que no porta documento, al casco urbano del municipio de Curillo (Caquetá), de acuerdo a lo informado, al parecer fueron asesinados con arma de fuego por integrantes de la estructura Carolina Ramírez en la vereda Cerrito, del municipio de Puerto Guzmán departamento del Putumayo, posiblemente en disputa armada contra integrantes de la estructura 48 o Comandos de la Frontera”.
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“Mediante información suministrada por fuente humana, se tuvo conocimiento de la llegada de tres cuerpos sin vida de los sujetos WC, YBM y un cuerpo que no porta documento, al casco urbano del municipio de Curillo (Caquetá), de acuerdo a lo informado, al parecer fueron asesinados con arma de fuego por integrantes de la estructura Carolina Ramírez en la vereda Cerrito, del municipio de Puerto Guzmán departamento del Putumayo, posiblemente en disputa armada contra integrantes de la estructura 48 o Comandos de la Frontera”.
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Esa fue el mensaje que llegó miembros del Ejército la semana pasada, mientras las miradas del país estaban puestas en la difícil situación de orden público que vive Arauca por los enfrentamientos entre la guerrilla del Eln y las disidencias de las Farc. Mientras eran secuestradas siete personas y era instalado un carro bomba en Saravena, Arauca, en Curillo se reportaban los tres cuerpos, un hecho que prendió las alarmas en las autoridades pues, al parecer, la guerra entre el frente Carolina Ramírez y los Comandos de la Frontera se estaría moviendo a otros municipios del sur del país.
“Se desconocen los móviles de los hechos. Los cuerpos sin vida serán trasladados hasta Florencia para las respectivas investigaciones y se definirá si serán llevados a Puerto Guzmán, para dar cristiana sepultura. Las autoridades recibirán las declaraciones de las víctimas. Los familiares tuvieron que viajar con las personas asesinadas en el deslizador desde Puerto Guzmán (Putumayo)”, dijo Dairo Sánchez, personero local.
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Lo que ha podido establecer el Ejército es que la masacre hace parte del enfrentamiento entre la estructura Carolina Ramírez de la disidencia del Frente Primero de las Farc y el grupo de crimen organizado Comandos de la Frontera -antes conocido como Sinaloa-La Mafia-. Ambos grupos luchan por el control de la región, cuyas víctimas principales son los pobladores de una región fértil en recursos naturales, pero que ha sufrido históricamente de abandono estatal.
Tanto el Frente Primero de las antiguas Farc como los Comandos de la Frontera dinamizaron el microtráfico en áreas urbanas, conformando mini ejércitos que funcionan como distribuidores de droga y como vigilancia y control sobre la población. “Se trata de un ejercicio de tercerización de la violencia”, ha explicado la Defensoría del Pueblo sobre la situación que vive esta zona del país. Además, niños, niñas y adolescentes son reclutados con falsas ofertas de trabajo y terminan siendo raspachines de hoja de coca en suelo peruano.
A esto se suma una especie de tercerización de acciones violentas de los grupos de delincuencia organizada que se conocen como “Los Azules”, “Los Escorpiones”, “Los Cobra” y “Los Niches”, en el corredor San José del Fragua -Piamonte-Puerto Guzmán. Además, se ha hecho frecuente la implantación de modelos de control que están determinados fundamentalmente por el miedo y el ambiente de terror infundido por los diversos grupos.
En este contexto, se han perpetrado de homicidios selectivos y masacres, amenazas (contra líderes, lideresas, población socialmente estigmatizada, mujeres, campesinos e indígenas), desplazamientos forzados, reclutamiento, uso y utilización de niños, niñas y adolescentes, violencia sexual contra mujeres, entre otros. Tanto los Comandos de la Frontera como la estructura Carolina Ramírez son dos de los grupos que envían cocaína a Ecuador y tienen alianzas con bandas criminales de ese país.
Las disputas por el narcotráfico han dejado en ese país una crisis de seguridad que, según las autoridades, han incidido los intereses de los carteles mexicanos en esta zona del continente. Lo que le preocupa a las autoridades colombianas sobre los tres cuerpos encontrados en Curillo es que parece que los enfrentamientos entre los dos grupos criminales está creciendo y se puedan replicar hechos similares a la masacre de 27 personas que ocurrió en Arauca durante la primera semana de 2022.
“Está pasando algo similiar a lo que pasa en Arauca: un grupo le mata gente al otro y luego el otro va y le mata más gente al otro grupo criminal. Por eso hay temor de que esto no tenga freno y en las siguientes haya más muertos”, dice una fuente del Ejército. Además, las comunidades del Putumayo de municipios como Puerto Guzmán y Puerto Leguízamo, señalan que varios menores de edad están en riesgo de ser reclutados por los grupos armados.