La masacre de Toro y la disputa entre bandas criminales del Norte del Valle
El reciente asesinato de cinco personas evidencian el violento cruce entre grupos sucesores del Cartel del Norte del Valle y otras estructuras ilegales como los Comba.
En la noche de este domingo 7 de abril, se registró una nueva masacre en Colombia: cinco personas asesinadas y otras cuatro heridas en el municipio de Toro (Valle del Cauca). En la mañana de este lunes, las autoridades se reunieron para determinar qué hechos rodearon los asesinatos y qué medidas tomar. El Espectador se contactó con fuentes de seguridad del departamento, quienes dieron luces sobre lo que pasa en el norte del Valle con relación al orden público y que, a su vez, está relacionado con las disputas entre estructuras herederas del crimen organizado hace dos décadas. De acuerdo con las autoridades, en los últimos meses la situación ha venido complicándose por la disputa de tres peligrosas organizaciones criminales: los Flacos, Nueva Generación y los J Firma.
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En la noche de este domingo 7 de abril, se registró una nueva masacre en Colombia: cinco personas asesinadas y otras cuatro heridas en el municipio de Toro (Valle del Cauca). En la mañana de este lunes, las autoridades se reunieron para determinar qué hechos rodearon los asesinatos y qué medidas tomar. El Espectador se contactó con fuentes de seguridad del departamento, quienes dieron luces sobre lo que pasa en el norte del Valle con relación al orden público y que, a su vez, está relacionado con las disputas entre estructuras herederas del crimen organizado hace dos décadas. De acuerdo con las autoridades, en los últimos meses la situación ha venido complicándose por la disputa de tres peligrosas organizaciones criminales: los Flacos, Nueva Generación y los J Firma.
Se trata de grupos narcotraficantes que, durante la última década, se han fortalecido a través de sus viejos lazos en el norte del departamento del Valle del Cauca. Según dicen las autoridades, las cabezas de esta organización serían John Freddy Montoya Serna, alias el Flaco, y sus dos hermanos, Brainer (Kakin) y José Luvier. Lo que han podido determinar los investigadores es que los hermanos fueron la mano criminal de poderosos capos del mundo delincuencial, como el exjefe narcoparamilitar alias Macaco. Incluso, según las autoridades, su influencia trasciende a la arena política. Hay muchos intereses y viejos rencores”, señala una fuente judicial de la zona.
En 2021, señalan las fuentes, los Flacos se dividen y nace la banda criminal Nueva Generación, un hecho que ha desembocado en violentos enfrentamientos en las calles de esta región del país. Uno de los últimos episodios de esta vendetta ocurrió en febrero pasado, cuando fueron masacradas tres personas en el municipio de Ansermanuevo. Sin embargo, lo que aclaró la Policía en ese momento es que las víctimas cayeron en medio de las balas de los dos grupos criminales y no tenían nada que ver con el crimen organizado. “Hombres de los Flacos entraron a un establecimiento comercial en donde entraron hombres de la Nueva Generación y dispararon de manera indiscriminada para intentar acabar con alias Careniña, líder de Nueve Generación”, indicó la Policía en febrero pasado
Lo que preocupa en la comunidad de Toro es que esta es la segunda masacre en medio de la confrontación de criminales: en enero de 2024, otras tres personas fueron asesinadas en zona rural del municipio. “Lo que alarma es que el contexto de criminalidad en el departamento se agrava y las mismas cifras de las autoridades advierten que la situación es muy difícil en cuanto a violencia y orden público”, señala un alto funcionario de la Gobernación del Valle del Cauca. De acuerdo al departamento de Policía del Valle del Cauca y el Instituto de Medicina Legal, en el norte y centro del Valle se han presentado 330 muertes violentas, entre febrero de 2022 hasta este años, de las cuales el 90% están relacionadas con los enfrentamientos entre grupos criminales.
Además de esta compleja situación, en los últimos meses apareció un tercero actor en la disputa: los J Firma que, aunque la Policía dijo haberla desarticulado en mayo de 2023, tras la captura de su líder, siguen delinquiendo. Entidades locales y otras que hacen seguimiento a violación de derechos humanos señalan que aún permanecen hombres de esta estructura dedicados a la extorsión, sicariato, tráfico de personas, armas y cocaína. Fuentes de la Fiscalía señalan que el recrudecimiento de la violencia podría estar relacionado con el regreso de un integrante de los Flacos que estuvo preso en Estados Unidos por narcotráfico. Se trata de alias Yerson, quien era uno de los hombres de confianza de los hermanos Calle Serna, denominados como Los Comba y jefes de la banda Los Rastrojos.
Una fuente de la inteligencia militar en la zona señala que hay otro hecho que los preocupa. Desde 2021, entidades como la Fiscalía y el mismo Ejército han evidenciado alianzas entre los Flacos y el Eln. “Hasta el momento no hemos encontrado evidencia de que estén colaborando para atentados criminales, están traficando armas, eso sí. Pero hasta ahora no tenemos evidencia de que planeen actos violentos de manera conjunta, pero es una relación muy peligrosa y en la que tenemos los ojos puestos. Además, también hemos recibido información sobre posible corrupción judicial porque varios integrantes de los Flacos los capturamos en años pasados y han terminado libres por razones que aún nos preguntamos”, dice un uniformado que ha hecho seguimiento a los Flacos desde 2015.
A lo que se refiere el oficial del Ejército es al caso de John Freddy Montoya Serna, líder de los Flacos, quien luego de ser capturado en 2014, terminó libre luego de que un juez ordenara enviarlo a prisión domiciliaria mientras era procesado por crímenes ligados al narcotráfico en el Norte del Valle. Sin embargo, el líder criminal aprovechó el asunto y se fugó. Lo cierto, dicen las fuentes en la zona, es que es muy difícil confrontar este escenario en donde las organizaciones criminales tienen sus tentáculos en la política y las autoridades judiciales. “Es algo muy parecido a lo que está pasando en Tuluá, donde la gente sabe quiénes son los criminales, pero muy pocos se atreven a señalarlos o enfrentarlos”, puntualizó la fuente militar.
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