La pesadilla de la guerra verde
Tras el atentado contra el esmeraldero, Pedro Nel Rincón, conocido como 'Pedro Orejas', las autoridades y la Iglesia han exhortado a esmeralderos a reafirmar los acuerdos de paz.
Redacción Judicial
Antes de morir el zar de las esmeraldas Víctor Carranza ya se avizoraban rencillas entre los esmeralderos de Boyacá. Conflictos que generaban dudas sobre la estabilidad de una paz firmada por el mismo Carranza en 1990. La guerra verde era de nuevo una pesadilla al acecho y los hechos así lo demostraron. El 3 de julio de 2012 fue asesinada la mano derecha de Carranza, María Mercedes Chaparro Vargas, y tres meses después, el 11 de octubre, Jesús Hernando Sánchez Sierra, fue víctima de un atentado. Sánchez Sierra –cabeza de una reconocida familia de esmeralderos, representante de Perfect Emerald y miembro de la junta directiva de Esmeracol S.A– sobrevivió pese a recibir nueve disparos.
Ahora, el atentado perpetrado el pasado 9 de noviembre contra el también esmeraldero Pedro Nel Rincón, mejor conocido como 'Pedro Orejas', tiene a las autoridades de Boyacá en alerta.
Todo el occidente del departamento se encuentra militarizado y en Pauna –lugar donde se produjo el hecho– se cancelaron todas las actividades del Festival del Campesino Paunense. La Iglesia ha pedido a los esmeralderos que se realicen nuevos encuentros para reafirmar los acuerdos de paz de 1990. Incluso el mismo 'Orejas' ha dicho que no se puede dejar que la región se vuelva un caos por tres personas.
Curiosamente, pasados 23 años, las mismas familias son protagonistas de esta nueva escalada que se espera no pase a mayores y no derive en un enfrentamiento similar al que, entre 1985 y 1989, convirtió al occidente de Boyacá en un camposanto con cerca de 3.500 muertos a cuestas.
En entrevistas con Noticias Caracol y Blu Radio, 'Pedro Orejas' hizo serios cuestionamientos contra las familias Molina y Sánchez, de las que dijo que rompieron los pactos de paz, y contra los clanes Murcia y Cañón, que, señaló, “se encuentran a la pata mía”.
Cuatro familias protagonistas de la historia en esta zona del país. El primero de estos clanes, los Molina, son herederos del reconocido esmeraldero Gilberto Molina, protagonista de una de las tantas guerras verdes. De hecho, en 1989, Molina fue asesinado junto con otras 20 personas en Sasaima (Cundinamarca), por orden de quien fuera su socio y luego su enemigo encarnizado: Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano. Entre sus miembros se cuenta a Edwin Bayardo Molina Castañeda, nieto de Gilberto y representante legal de la firma Coexminas S.A., de la que hacen parte, además, los herederos de Víctor Carranza y miembros del clan Beetar.
Por su parte, la familia Sánchez es representada por el ya mencionado esmeraldero Jesús Hernando Sánchez Sierra. Este esmeraldero, en su momento socio de Víctor Carranza, ha sido cuestionado, entre otras, por sus vínculos con el narcotraficante Julio Lozano Pirateque. Los Murcia, por su parte, son herederos del esmeraldero Isauro Murcia, fallecido en medio de la guerra verde. Entre sus miembros se cuenta al capo Luis Reinaldo Murcia, capturado en 1998 y extraditado a Estados Unidos.
Los Murcia, por otro lado, son herederos del esmeraldero Isauro Murcia, fallecido en medio de la guerra verde. Entre sus miembros se cuenta al capo Luis Reinaldo Murcia, capturado en 1998 y extraditado a Estados Unidos.
Finalmente están los Cañón. Uno de los miembros de este clan, Maximiliano Cañón Castellanos, fue quien denunció a 'Orejas' por el asesinato de su escolta Miguel Antonio Pinilla Pinilla, perpetrado el 1 de mayo de 2008, precisamente, en Pauna (Boyacá), el municipio en el que, precisamente, se produjo este fin de semana el atentado contra 'Orejas'. Este último fue absuelto en 2011 por cuenta de un cuestionado fallo.
Por ahora, la Iglesia, las autoridades y miembros del gremio han pedido nuevos encuentros para reafirmar los pactos de paz. Mientras tanto, el occidente de Boyacá vive con la pesadilla de la guerra verde a cuestas.
Antes de morir el zar de las esmeraldas Víctor Carranza ya se avizoraban rencillas entre los esmeralderos de Boyacá. Conflictos que generaban dudas sobre la estabilidad de una paz firmada por el mismo Carranza en 1990. La guerra verde era de nuevo una pesadilla al acecho y los hechos así lo demostraron. El 3 de julio de 2012 fue asesinada la mano derecha de Carranza, María Mercedes Chaparro Vargas, y tres meses después, el 11 de octubre, Jesús Hernando Sánchez Sierra, fue víctima de un atentado. Sánchez Sierra –cabeza de una reconocida familia de esmeralderos, representante de Perfect Emerald y miembro de la junta directiva de Esmeracol S.A– sobrevivió pese a recibir nueve disparos.
Ahora, el atentado perpetrado el pasado 9 de noviembre contra el también esmeraldero Pedro Nel Rincón, mejor conocido como 'Pedro Orejas', tiene a las autoridades de Boyacá en alerta.
Todo el occidente del departamento se encuentra militarizado y en Pauna –lugar donde se produjo el hecho– se cancelaron todas las actividades del Festival del Campesino Paunense. La Iglesia ha pedido a los esmeralderos que se realicen nuevos encuentros para reafirmar los acuerdos de paz de 1990. Incluso el mismo 'Orejas' ha dicho que no se puede dejar que la región se vuelva un caos por tres personas.
Curiosamente, pasados 23 años, las mismas familias son protagonistas de esta nueva escalada que se espera no pase a mayores y no derive en un enfrentamiento similar al que, entre 1985 y 1989, convirtió al occidente de Boyacá en un camposanto con cerca de 3.500 muertos a cuestas.
En entrevistas con Noticias Caracol y Blu Radio, 'Pedro Orejas' hizo serios cuestionamientos contra las familias Molina y Sánchez, de las que dijo que rompieron los pactos de paz, y contra los clanes Murcia y Cañón, que, señaló, “se encuentran a la pata mía”.
Cuatro familias protagonistas de la historia en esta zona del país. El primero de estos clanes, los Molina, son herederos del reconocido esmeraldero Gilberto Molina, protagonista de una de las tantas guerras verdes. De hecho, en 1989, Molina fue asesinado junto con otras 20 personas en Sasaima (Cundinamarca), por orden de quien fuera su socio y luego su enemigo encarnizado: Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano. Entre sus miembros se cuenta a Edwin Bayardo Molina Castañeda, nieto de Gilberto y representante legal de la firma Coexminas S.A., de la que hacen parte, además, los herederos de Víctor Carranza y miembros del clan Beetar.
Por su parte, la familia Sánchez es representada por el ya mencionado esmeraldero Jesús Hernando Sánchez Sierra. Este esmeraldero, en su momento socio de Víctor Carranza, ha sido cuestionado, entre otras, por sus vínculos con el narcotraficante Julio Lozano Pirateque. Los Murcia, por su parte, son herederos del esmeraldero Isauro Murcia, fallecido en medio de la guerra verde. Entre sus miembros se cuenta al capo Luis Reinaldo Murcia, capturado en 1998 y extraditado a Estados Unidos.
Los Murcia, por otro lado, son herederos del esmeraldero Isauro Murcia, fallecido en medio de la guerra verde. Entre sus miembros se cuenta al capo Luis Reinaldo Murcia, capturado en 1998 y extraditado a Estados Unidos.
Finalmente están los Cañón. Uno de los miembros de este clan, Maximiliano Cañón Castellanos, fue quien denunció a 'Orejas' por el asesinato de su escolta Miguel Antonio Pinilla Pinilla, perpetrado el 1 de mayo de 2008, precisamente, en Pauna (Boyacá), el municipio en el que, precisamente, se produjo este fin de semana el atentado contra 'Orejas'. Este último fue absuelto en 2011 por cuenta de un cuestionado fallo.
Por ahora, la Iglesia, las autoridades y miembros del gremio han pedido nuevos encuentros para reafirmar los pactos de paz. Mientras tanto, el occidente de Boyacá vive con la pesadilla de la guerra verde a cuestas.