La transformación debe ser de fondo: Pares sobre nuevos estímulos a la Policía
Hace unos días, el presidente Duque firmó un par de decretos que contienen bonificaciones y primas para el nivel ejecutivo de la Policía. Entre ellas, un incentivo por excelencia en el servicio. La Fundación Pares valora el esfuerzo, pero cree que Colombia será más segura con otras medidas.
La estrategia de “Transformación Integral de la Policía” fue reforzada hace unos días con la expedición de dos decretos, firmados por el presidente Iván Duque, que buscan mejorar la seguridad del país. Fueron reajustados los ingresos de los patrulleros y los mandos del nivel ejecutivo de la institución, como subintendentes, intendentes y comisarios. Habrá nuevas bonificaciones familiares y primas por permanencia y excelencia policial.
En contexto: ¿Cuáles son los cambios en la Policía con la nueva ley de transformación?
En diálogo con El Espectador, Isaac Morales, Coordinador de la línea de convivencia y seguridad ciudadana de la Fundación Paz y Reconciliación, entregó su diagnóstico sobre la puesta en marcha de ambas resoluciones. Reconoció que desde la dirección del general Óscar Atehortúa (2018-2020) la institución ha enfocado sus esfuerzos en mejorar la percepción de la ciudadanía. Sin embargo, cree que la real transformación va encaminada con el fortalecimiento de la formación en derechos humanos.
¿Por qué considera que las resoluciones son firmadas justo en este momento?
Hay varias lecturas. Es bastante conveniente políticamente que el presidente Iván Duque saque este tipo de decretos, que uno lo puede ser como una acción muy populista, alrededor de la campaña presidencial que se está dando de cara a las elecciones del 29 de mayo. Se ha demostrado una tendencia muy clara de activistas en el gobierno del presidente Duque, a favor del candidato del Equipo por Colombia.
Antecedentes: Presidente Duque anunció la transformación integral de la Policía
Pero también la lectura que se da es que, de alguna u otra forma, responde a uno de los compromisos que surgieron del paquete de reforma policial que se prometió el año pasado a partir de las movilizaciones sociales. Se empieza a mostrar el proceso de transformación de la Policía. Aun así, no hay forma concreta de demostrar que aumentar los sueldos de los policías tiene una repercusión directa en la seguridad. Para eso hay que hacer una prueba piloto y medir cuáles son los cambios de aquí a cinco años.
Yo tengo entendido que en el Ecuador, en la época de los 2010, la tasa de homicidios estaba por las nubes y una de las acciones que se tomaron en cuenta fue ajustarle los salarios a los policías de ese país. Y pareciera que hacía el 2015 la tasa de homicidios empezó a bajar. Pero todos los contextos son distintos. Nosotros estamos en un contexto que se ha caracterizado porque está siempre permeado por la corrupción, y la Policía no está exenta de eso.
Primas por excelencia policial fueron aprobadas, siempre y cuando el uniformado no tenga líos disciplinarios o condenas en la justicia penal ¿Qué prevé en relación con este punto?
Son cuatro los incentivos. Uno de ellos tiene que ver con la excelencia del servicio de policía. La lógica del general Luis Ernesto García, jefe de la Oficina de Planeación, está orientada a fortalecer el servicio de Policía. El lema es “una policía para la gente”. Quieren, entonces, incentivar buenas prácticas en la institución. Yo lo veo como una acción positiva, puede funcionar, pero puede ser un arma de doble filo. No necesariamente un funcionario que tenga un prontuario limpio frente a la Fiscalía, Procuraduría o el mismo control interno de la Policía, representa una garantía de excelencia en el servicio. Ojalá el objetivo se dé.
En video: Cambios en la Policía: Nuevo uniforme y fortalecimiento de derechos humanos
Otro de los puntos ordenados se refiere a las primas por permanencia. Por ejemplo, en el grado de subintendente, un 40% de la asignación mensual si se queda una vez cumplido su tiempo para la asignación de retiro ¿Qué ha visto en la institución para que se haya modificado en ese sentido?
En los últimos cuatro años ha habido una tendencia muy marcada a solicitar la baja del servicio. Sobre todo, de muchos altos cargos más allá del nivel ejecutivo, de los oficiales. En últimas se han dado cuenta de que la institución está en una crisis de legitimidad que la ciudadanía ni siquiera los respeta. No los reconocen como para lo que se crea una policía: velar por los derechos y la sana convivencia de la ciudadanía en cualquier condición.
Hemos encontrado que hay una baja en la incorporación. No hay mucha gente queriendo ser policía. No hay condiciones para ser policía en este país. Si uno analiza los incentivos, están enfocados en el nivel ejecutivo, donde el que más gana plata, se gana $2 millones. Una cifra con la que una familia viviría muy mal y sería susceptible de ser corruptible. Pareciera que este tipo de incentivos lo que trata de hacer es mantener a los efectivos dentro de la institución, para consolidar un pie de fuerza. Lo que el presidente Duque querrá hacer es mantener a quienes están hoy.
¿Un uniformado con una mejor calidad de vida es per se un mejor policía?
Aquí en Colombia, más allá de dar unos buenos honorarios, se trata de profundizar en otros aspectos de la transformación policial, que están orientados a la formación en derechos humanos. Y a tener efectivos que cumplan con unos mínimos muy puntuales en relación con a defensa de derechos humanos. Sobre todo, al interior de institución y para prestar un servicio a la ciudadanía.
Lea también: Precandidatos coinciden en reforma a la Policía y en no darles derechos políticos
Además de tener una buena remuneración, también hay que complementarlo con una buena formación. Y por eso, al interior de la institución, se debe cada cierto tiempo evaluar el marco de formación en derechos humanos. La formación del policía hoy es muy técnica. El estudio es de un año o dos años, dependiendo del sector a donde el uniformado se va a dedicar.
Se mantiene la prima del orden público de hasta un 15% a uniformados que están zonas de conflicto o con graves problemas de seguridad ¿Cree que servirá para respaldar al uniformado que arriesga su vida?
Esa prima de orden público tengo entendido que se les da también a los efectivos del Esmad. Hemos podido entender que se vuelve un incentivo contrario. Muchos de estos policías que no son capaces de subir de rango y quedan en un nivel, por ejemplo, de subintendente, ven en este tipo de incentivos una oportunidad. Más que se les devuelva algo, es una salida fácil para mantenerse dentro de la institución y tener una mejora salarial.
Yo también creo que no todos los policías son malos. Pero hay muchas formas de saltarse la regla. Puede ser también una carta política del presidente Duque. Hay que leerlo con mucha crítica, con relación a lo que significa la campaña electoral. Los policías no votan, pero los policías tienen familia.
¿Qué estrategias emplearía para mejorar tanto el servicio de policía como la percepción ciudadana sobre la fuerza pública?
Soy consciente y defensor del proceso de transformación y modernización que ha tomado la Policía Nacional. Desde el general Óscar Atehortúa (director entre 2018 y 2020) ha sido más visible. Ha sido un esfuerzo real por los altos mandos por tratar de recuperar la legitimidad y la confianza de la ciudadanía, del pueblo colombiano. Se ha centrado en la modificación de manuales, en este tipo de incentivos, darles mayor bienestar a los miembros de la policía.
Le puede interesar: Investigan posibles irregularidades en contrato de la Policía para uniformes
De todas formas, siento que las medidas se quedan en la forma y no en el fondo de la labor del servicio. Deben poder demostrarle a la ciudadanía que son una fuerza que está al servicio de ellos. Que no son corruptibles y son capaces de mantener el orden. No quedarse en detalles como cambiar el uniforme. En realidad, hacer evaluaciones de desempeño. Yo también creo que la transformación se tiene que dar en el fondo desde la misma manera en que se percibe.
Tradicionalmente, se ha concebido una policía muy militarizada y no tanto una policía como una gendarmería, que debería estar cuidando las ciudades y la convivencia ente los ciudadanos en entornos más urbanos. La Policía debería concentrarse en especialidades que son las propias de su naturaleza ¿Qué hace la Policía haciendo interdicción? La lucha contra el narcotráfico la tiene que hacer el Ejército. La institución debería centrarse en los problemas de convivencia.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La estrategia de “Transformación Integral de la Policía” fue reforzada hace unos días con la expedición de dos decretos, firmados por el presidente Iván Duque, que buscan mejorar la seguridad del país. Fueron reajustados los ingresos de los patrulleros y los mandos del nivel ejecutivo de la institución, como subintendentes, intendentes y comisarios. Habrá nuevas bonificaciones familiares y primas por permanencia y excelencia policial.
En contexto: ¿Cuáles son los cambios en la Policía con la nueva ley de transformación?
En diálogo con El Espectador, Isaac Morales, Coordinador de la línea de convivencia y seguridad ciudadana de la Fundación Paz y Reconciliación, entregó su diagnóstico sobre la puesta en marcha de ambas resoluciones. Reconoció que desde la dirección del general Óscar Atehortúa (2018-2020) la institución ha enfocado sus esfuerzos en mejorar la percepción de la ciudadanía. Sin embargo, cree que la real transformación va encaminada con el fortalecimiento de la formación en derechos humanos.
¿Por qué considera que las resoluciones son firmadas justo en este momento?
Hay varias lecturas. Es bastante conveniente políticamente que el presidente Iván Duque saque este tipo de decretos, que uno lo puede ser como una acción muy populista, alrededor de la campaña presidencial que se está dando de cara a las elecciones del 29 de mayo. Se ha demostrado una tendencia muy clara de activistas en el gobierno del presidente Duque, a favor del candidato del Equipo por Colombia.
Antecedentes: Presidente Duque anunció la transformación integral de la Policía
Pero también la lectura que se da es que, de alguna u otra forma, responde a uno de los compromisos que surgieron del paquete de reforma policial que se prometió el año pasado a partir de las movilizaciones sociales. Se empieza a mostrar el proceso de transformación de la Policía. Aun así, no hay forma concreta de demostrar que aumentar los sueldos de los policías tiene una repercusión directa en la seguridad. Para eso hay que hacer una prueba piloto y medir cuáles son los cambios de aquí a cinco años.
Yo tengo entendido que en el Ecuador, en la época de los 2010, la tasa de homicidios estaba por las nubes y una de las acciones que se tomaron en cuenta fue ajustarle los salarios a los policías de ese país. Y pareciera que hacía el 2015 la tasa de homicidios empezó a bajar. Pero todos los contextos son distintos. Nosotros estamos en un contexto que se ha caracterizado porque está siempre permeado por la corrupción, y la Policía no está exenta de eso.
Primas por excelencia policial fueron aprobadas, siempre y cuando el uniformado no tenga líos disciplinarios o condenas en la justicia penal ¿Qué prevé en relación con este punto?
Son cuatro los incentivos. Uno de ellos tiene que ver con la excelencia del servicio de policía. La lógica del general Luis Ernesto García, jefe de la Oficina de Planeación, está orientada a fortalecer el servicio de Policía. El lema es “una policía para la gente”. Quieren, entonces, incentivar buenas prácticas en la institución. Yo lo veo como una acción positiva, puede funcionar, pero puede ser un arma de doble filo. No necesariamente un funcionario que tenga un prontuario limpio frente a la Fiscalía, Procuraduría o el mismo control interno de la Policía, representa una garantía de excelencia en el servicio. Ojalá el objetivo se dé.
En video: Cambios en la Policía: Nuevo uniforme y fortalecimiento de derechos humanos
Otro de los puntos ordenados se refiere a las primas por permanencia. Por ejemplo, en el grado de subintendente, un 40% de la asignación mensual si se queda una vez cumplido su tiempo para la asignación de retiro ¿Qué ha visto en la institución para que se haya modificado en ese sentido?
En los últimos cuatro años ha habido una tendencia muy marcada a solicitar la baja del servicio. Sobre todo, de muchos altos cargos más allá del nivel ejecutivo, de los oficiales. En últimas se han dado cuenta de que la institución está en una crisis de legitimidad que la ciudadanía ni siquiera los respeta. No los reconocen como para lo que se crea una policía: velar por los derechos y la sana convivencia de la ciudadanía en cualquier condición.
Hemos encontrado que hay una baja en la incorporación. No hay mucha gente queriendo ser policía. No hay condiciones para ser policía en este país. Si uno analiza los incentivos, están enfocados en el nivel ejecutivo, donde el que más gana plata, se gana $2 millones. Una cifra con la que una familia viviría muy mal y sería susceptible de ser corruptible. Pareciera que este tipo de incentivos lo que trata de hacer es mantener a los efectivos dentro de la institución, para consolidar un pie de fuerza. Lo que el presidente Duque querrá hacer es mantener a quienes están hoy.
¿Un uniformado con una mejor calidad de vida es per se un mejor policía?
Aquí en Colombia, más allá de dar unos buenos honorarios, se trata de profundizar en otros aspectos de la transformación policial, que están orientados a la formación en derechos humanos. Y a tener efectivos que cumplan con unos mínimos muy puntuales en relación con a defensa de derechos humanos. Sobre todo, al interior de institución y para prestar un servicio a la ciudadanía.
Lea también: Precandidatos coinciden en reforma a la Policía y en no darles derechos políticos
Además de tener una buena remuneración, también hay que complementarlo con una buena formación. Y por eso, al interior de la institución, se debe cada cierto tiempo evaluar el marco de formación en derechos humanos. La formación del policía hoy es muy técnica. El estudio es de un año o dos años, dependiendo del sector a donde el uniformado se va a dedicar.
Se mantiene la prima del orden público de hasta un 15% a uniformados que están zonas de conflicto o con graves problemas de seguridad ¿Cree que servirá para respaldar al uniformado que arriesga su vida?
Esa prima de orden público tengo entendido que se les da también a los efectivos del Esmad. Hemos podido entender que se vuelve un incentivo contrario. Muchos de estos policías que no son capaces de subir de rango y quedan en un nivel, por ejemplo, de subintendente, ven en este tipo de incentivos una oportunidad. Más que se les devuelva algo, es una salida fácil para mantenerse dentro de la institución y tener una mejora salarial.
Yo también creo que no todos los policías son malos. Pero hay muchas formas de saltarse la regla. Puede ser también una carta política del presidente Duque. Hay que leerlo con mucha crítica, con relación a lo que significa la campaña electoral. Los policías no votan, pero los policías tienen familia.
¿Qué estrategias emplearía para mejorar tanto el servicio de policía como la percepción ciudadana sobre la fuerza pública?
Soy consciente y defensor del proceso de transformación y modernización que ha tomado la Policía Nacional. Desde el general Óscar Atehortúa (director entre 2018 y 2020) ha sido más visible. Ha sido un esfuerzo real por los altos mandos por tratar de recuperar la legitimidad y la confianza de la ciudadanía, del pueblo colombiano. Se ha centrado en la modificación de manuales, en este tipo de incentivos, darles mayor bienestar a los miembros de la policía.
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De todas formas, siento que las medidas se quedan en la forma y no en el fondo de la labor del servicio. Deben poder demostrarle a la ciudadanía que son una fuerza que está al servicio de ellos. Que no son corruptibles y son capaces de mantener el orden. No quedarse en detalles como cambiar el uniforme. En realidad, hacer evaluaciones de desempeño. Yo también creo que la transformación se tiene que dar en el fondo desde la misma manera en que se percibe.
Tradicionalmente, se ha concebido una policía muy militarizada y no tanto una policía como una gendarmería, que debería estar cuidando las ciudades y la convivencia ente los ciudadanos en entornos más urbanos. La Policía debería concentrarse en especialidades que son las propias de su naturaleza ¿Qué hace la Policía haciendo interdicción? La lucha contra el narcotráfico la tiene que hacer el Ejército. La institución debería centrarse en los problemas de convivencia.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.