Foto: AP - Fernando Vergara
“Me obligaron a arrodillarme frente a ellos y humillarme pidiendo una disculpa”. De esa manera, Magaly Cisneros, comunera del Resguardo Indígena de Ipiales, contó en una tutela el trato que recibió por parte de sus superiores en el cabildo luego de que una reunión para elegir al nuevo “padre o madre enlace” culminara en desórdenes que fueron castigados con latigazos. De ahí que, a través de un recurso que ahora llegó hasta la Corte Constitucional, pide proteger su dignidad humana, igualdad, libre expresión, debido proceso y libertad de reunión.
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