Las fichas que faltan de la red vinculada con masacre en Bogotá y la fuga de Matamba
Se trata de alias Patricia y Runcho, dos viejos capos narcotraficantes que no estarían en la ciudad, pero sí serían claves a la hora de ordenar graves crímenes en la capital y sus alrededores.
La fuga de la cárcel La Picota de uno de los narcotraficantes más poderosos del país, en marzo del año pasado, levantó toda una serie de preguntas. No solo la obvia: qué funcionarios públicos facilitaron el escape de uno de los criminales más temidos, sino quién pagó la operación que le permitió al capo llegar hasta Nariño y permanecer escondido durante un poco más de dos meses. Las investigaciones judiciales han ido esclareciendo esas preguntas. Ya hay un agente del Inpec judicializado por los hechos, y otros capos que habrían pagado la fuga. Pero todavía hay eslabones que no ha tocado la justicia. En los organigramas de la inteligencia policial aparecen dos integrantes de esta organización criminal que aún están libres y que en el pasado ya tuvieron líos con las autoridades judiciales colombianas y de Estados Unidos.
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La fuga de la cárcel La Picota de uno de los narcotraficantes más poderosos del país, en marzo del año pasado, levantó toda una serie de preguntas. No solo la obvia: qué funcionarios públicos facilitaron el escape de uno de los criminales más temidos, sino quién pagó la operación que le permitió al capo llegar hasta Nariño y permanecer escondido durante un poco más de dos meses. Las investigaciones judiciales han ido esclareciendo esas preguntas. Ya hay un agente del Inpec judicializado por los hechos, y otros capos que habrían pagado la fuga. Pero todavía hay eslabones que no ha tocado la justicia. En los organigramas de la inteligencia policial aparecen dos integrantes de esta organización criminal que aún están libres y que en el pasado ya tuvieron líos con las autoridades judiciales colombianas y de Estados Unidos.
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Se trata de Julio Lozano Pirateque, alias Patricia, y Rutdy Alirio Zárate Moreno, alias Runcho, dos viejos capos que ya estuvieron presos por ser parte de la red criminal del extraditado capo Daniel el Loco Barrera. Su importancia dentro de esta red criminal no es menor. El primero de ellos, Lozano Pirateque, aparece como la principal cabeza de esta célula criminal que en los últimos años ha estado vinculado a varios casos de sicariato en Bogotá, entre ellos, el asesinato de cuatro personas en la Autopista Norte, en agosto de 2022. La Fiscalía tiene claro que esta masacre fue perpetrada por el hombre encargado del ala militar de esta estructura ilícita: el exjefe paramilitar Jhon Freddy Gallo Henao, alias el Pájaro, quien también es procesado por la fuga de Matamba y por los cuatro asesinatos en el norte de Bogotá. Pirateque también ha sido mencionado en los últimos años como uno de los socios de Otoniel para matar a otros capos narcotraficantes.
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En 2021, Noticias Caracol publicó un audio en el que se se escuchaba a Otoniel, entonces líder del Clan del Golfo, revelando una relación con el esmeraldero y Lozano Pirateque, como uno de los determinadores del asesinato del capo narcotraficante Luis Caicedo, alias don Lucho, perpetrado en julio de 2021 en una zona residencial de Bogotá. “Para comentarle algo de lo que se está haciendo y ponga a la gente a la expectativa de los trabajos. Tiene conocimiento de lo que se hizo en Bogotá, el viejo Luis Caicedo (alias Don Lucho). Lo entregó el mismo socio de él: Julio Lozano. Ellos eran socios (...) Lo traicionó el socio. Puso la información”, se escucha a Otoniel en el audio revelado.
Pirateque también salió salpicado en otro expediente judicial por ser el dueño del laboratorio de cocaína encontrado en la finca del exembajador en Uruguay, Fernando Sanclemente. El mayordomo de esa finca le dijo a la Fiscalía que Lozano Pirateque era el financiador de ese complejo narcotraficante, ubicado en Guasca (Cundinamarca). Hasta donde se sabe, este viejo narcotraficante actualmente vive en Dubai y desde allí controlaría varios de sus negocios, los cuales, hasta ahora, las autoridades no han podido recopilar las pruebas suficientes para determinar si tiene una alianza con el Clan del Golfo. Lo que sí está claro es que Lozano Pirateque es considerado como uno de los peces gordos del narcotráfico en Colombia por la agencia antidrogas DEA.
En 2010, Pirateque se entregó a las autoridades de los Estados Unidos, las cuales aseguraron que lideró junto, a Luis Caicedo y el Loco Barrera, una banda criminal que exportó 912 toneladas de cocaína al mundo y lavó $10,5 billones de dólares en la última década. Fiscales de la Unidad Antimafia y agentes de inteligencia le decomisaron ese año $137,3 millones de dólares y $17 millones de euros e indicaron que esa era la operación más grande contra el lavado de activos de toda la historia. Algunos de esos dineros se colaron al club Independiente Santa Fe, según el entonces director de la Policía, general (r) Óscar Naranjo. Sin embargo, judicialmente nunca se comprobó ese asunto.
Alias Runcho
Dos años después de que Pirateque se entregara a las autoridades de Estados Unidos, Rutdy Alirio Zárate Moreno, alias Runcho, fue capturado en Paraguay por ser también miembro de la organización de Lozano Pirateque y el Loco Barrera. En ese momento fue señalado como uno de los encargados de lavar el dinero de la organización criminal a través de empresas esmeralderas, otro componente que tiene la actual organización criminal del Clan del Golfo: tener fuertes nexos y rivalidades con esmeralderos que han sido vinculados a grupos narcotraficantes. Zárate Moreno fue expulsado del país guaraní por la Dirección de Migraciones, por carecer de documentos e ingresar ilegalmente a Paraguay.
En Colombia, no solo le esperaba un proceso de extradición a los Estados Unidos, sino que también se encontraba en la lista negra del Departamento del Tesoro, más conocida como la Lista Clinton. Allí, apareció junto a 20 narcotraficantes y 25 firmas que, además de lavar la plata del Loco Barrera y Pirateque, también tenía nexos con las FARC. Lo que pudo establecer este diario a través de fuentes de inteligencia es que alias Runcho volvió a Colombia hace unos años y las autoridades le perdieron el rastro. Sin embargo, la fuerza pública ya revisa pistas que dan cuenta de un aparente retorno a la ilegalidad. “Estaría haciendo lo mismo, lavando dinero para los narcos”, dice la fuente de inteligencia.
El testimonio del narcochofer
El pasado 15 de julio, la revista Cambio entrevistó a un hombre que logró conocer a profundidad cómo funciona la célula del Clan del Golfo en Bogotá. Se trata del expolicía Manuel Antonio Castañeda, quien fue el encargado de transportar a Matamba luego de su fuga de la Picota. Él le contó a la Fiscalía quiénes participaron en ese escape y entregó detalles sobre qué otras personas podían tener nexos criminales con la célula del Clan del Golfo en Bogotá. El exagente señaló que había altos oficiales de la Policía activos y retirados. Por ejemplo, señaló al exdirector de la Dijín, Fernando Murillo y el general retirado Ricardo Londoño, pero no aportó pruebas al respecto.
Por ahora, el narcochofer aportó audios y otras pruebas que darían cuenta de sus señalamientos, y agregó que está tramitando un principio de oportunidad con la Fiscalía para declarar contra estas personas. Además, su testimonio ha servido para enjuiciar a otras fichas de esta red criminal, como alias el Pájaro, y otros dos colaboradores de la fuga de Matamba, quienes serán llamados a juicio por la Fiscalía en la tarde de hoy.
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