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Una nueva bomba estalló en el Consejo Superior de la Judicatura con las revelaciones de unas conversaciones interceptadas al coronel del Ejército Róbinson González del Río, investigado por la muerte de dos campesinos que fueron presentados como guerrilleros en septiembre de 2007 en Neira (Caldas). En las grabaciones reveladas por Noticias Uno se escucha, al parecer, al magistrado de la Sala Disciplinaria de ese tribunal Henry Villarraga hablando con el coronel sobre la posibilidad de que su caso pase de la justicia ordinaria a la justicia penal militar. Sin embargo, el fallo emitido en abril de este año salió en contra de González, quien está recluido desde octubre de 2012 en la guarnición militar de Puente Aranda (Bogotá) —donde también están presos generales (r) como Rito Alejo del Río—.
Más de dos docenas de conversaciones obtuvo la Fiscalía al interceptar el celular de González, quien estando preso, al parecer, salía con normalidad de su sitio de reclusión. Entre los diálogos obtenidos se encuentra uno que habla de un supuesto pago de $400 millones y otro en el que el hijo de Villarraga, Fernando, hace de mediador. Según lograron establecer las autoridades, el magistrado le pidió al coronel que no registrara los ingresos cuando él fuera a visitarlo a su lugar de reclusión, porque contrainteligencia lo tenía “jodido”. González le pidió apoyó a un general conocido —a quien le pusieron el alias de El Tío— para que ayudara a entrar a Villarraga cada vez que lo necesitara sin tener que pasar por los controles militares.
El magistrado Villarraga se ha convertido en un foco de polémicas. En un principio se vio involucrado con el carrusel de las pensiones en el interior de las altas cortes por, supuestamente, ser uno de los patrocinadores del juego ‘Yo te elijo, tú me eliges’. Asimismo, ha sido uno de los férreos defensores de que la justicia penal militar es la competente para procesar a los militares que se han visto envueltos en problemas por los falsos positivos. Esto quedó claro el 15 de julio pasado cuando El Espectador reveló una sentencia en la que decidió enviar un expediente controvertido por unas ejecuciones extrajudicales en Caldas a los estrados militares.
Villarraga le dijo a Noticias Uno que no debatiría sobre el tema. Negó tajantemente haber tenido encuentros personales con el coronel González, pero que sí escuchó a los presos sin compromiso alguno. El magistrado agregó que todo esto es un montaje en su contra por su postura frente a que los casos de falsos positivos deben estar en la justicia penal militar y no en la ordinaria. En medio de este nuevo escándalo, que enreda una vez más en casos de corrupción a la Rama Judicial —que hace dos semanas se colapsó con la captura de 10 funcionarios en los juzgados de Paloqueamo— este diario presenta algunas conversaciones comprometedoras entre Villarraga y un coronel del Ejército.
“Contrainteligencia me tiene jodido”: Villarraga
En medio de las conversaciones, al parecer, el magistrado Henry Villarraga manifestó que tenían que tener mucho cuidado porque estaban detrás de ellos.
Henry Villaraga: Le voy a mandar al de la moto para que reclame los mensajes. Contrainteligencia me tiene jodido y tenemos que tener mucha prudencia para las entrevistas contigo y con tu tío. Por eso fue la cancelación de ayer hermano. Entonces hay que tener mucho cuidado porque vamos muy bien. Ahora lo que tienen que hacer ustedes es tratar de cuidar mi imagen.
Coronel González: Cuente con eso.
H.V.: Tenemos que buscar una estrategia ‘coro’. Para que le comente al hombre y miramos a ver cómo afinamos las vainas, porque la van a emprender contra mí por toda esa ayuda. Entiéndame (...) Yo quiero que no registren todas las entradas mías allá.
Un pago de $400 millones
C.: Listo, yo hablo con mi tío (un general) y le hago.
En una de las interceptaciones se escucha al coronel hablando con una persona mientras espera que lo recojan en su casa, teniendo en cuenta que era una persona que estaba privada de la libertad. En la conversación menciona que alias ‘El Tío’ le iba a regalar $400 millones para pagarle a un tercero que les estaba colaborando.
Coronel (habla con una persona que está a su lado): (...) son para la defensa de él y mi general me dijo: “Yo de eso le voy a regalar a usted 400 (millones de pesos) y le vamos a dar a este marica 400 (...)
Conductor: Aló, mi coronel.
C.: Ya salí, estoy acá en mi casa.
S.: Yo lo espero aquí en la esquina. Por donde entró la vez pasada.
Todo en clave por favor”
Henry Villarraga: Muy buenas noticias. Sin dar datos, en los exámenes médicos que llevamos allá a Manizales salieron muy bien. Entre martes y miércoles radica eso. Si Dios quiere el lunes ya están ordenando que nosotros podamos ir donde la familia.
Desconocido: Ay Dios santo.
H.V.: Ya me dijeron que salieron perfectos. El martes ya registran, sabe que se demora dos días. El jueves o viernes están llevando al especialista los exámenes. Lunes a más tardar o martes ya están dando la orden de que nosotros podamos ir a la casa para que nos tomemos el tratamiento.
D.: Qué buena noticia. Yo estoy llegando a la casa de la esposa para darle la noticia.
H.V.: Yo sé que muchas cosas pensaron ustedes, pero yo nunca los iba a dejar solos. Dígale a ‘Edwin’.
D.: Yo estuve visitándolo allá.
H.V.: Todo en clave por favor.
Primeras reuniones
Henry Villarraga: ¿Confirmado el almuerzo hoy?
Coronel González del Río: Yo de pronto puedo hoy.
H.V.: Pero necesito que me confirme, porque todos mis compañeros están listos.
C.: Regáleme media hora y le confirmo.
Vuelven a llamar.
C.: Doctor, para confirmar los nombres de los que van a ir.
H.V: Angelino Lizcano Rivera, Pedro Alonso Sanabria, Julia Emma Garzón y yo, Henry Villarraga.
Otra llamada.
H.V.: ¿Cómo va?
C.: Esperando a que pase ese paro.
H.V.: Eso se va de tiro largo. Parece que hay un almuerzo mañana. No me lo ha confirmado el general. Por qué no me reconfirma, porque yo puedo ir con Julia y con Angelino, porque definitivamente se va a cambiar la tesis. Es decir, lo que tanto hemos luchado.
C.: Ojalá.
H.V.: Ahí le cuento. Eso es para que el general recogiera eso como una bandera y se llamara a Mantilla, a Navas, a Torres y a todos los generales y les diga: “Yo logré conseguir lo que ustedes no han conseguido”. Pum, y los siente hermano.
Visitas a la guarnición militar
Henry Villarraga: Eso ya está casi cocinado hermano.
Coronel González: Confió en Dios.
H.V.: ¿Dónde está usted?
C.: Aquí donde vinimos una vez con mi tío.
H.V.: Ahhh, aquí en Puente Aranda. Franquicie para que no me registren y ya entró.
(Llaman a solicitar ingreso).
C.: ¿Usted está de guardia?
Soldado: No mi coronel, yo soy del centro de estudios. En inspección está el teniente Roa. ¿Qué necesita?
C.: Necesito que me recoja a un magistrado una guardia, pero que no vayan a registrar a ese huevón.
(Termina por llamar al general con el alias de ‘El Tío’).
C.: Mi general, un favorcito. Es que el amigo de nosotros, el que nos está ayudando allá con el caso, me entiende. Villa.
General: ¿Cuál amigo?
C.: Viene ahí y va a llegar guardia para ver si mandan a alguien y no le vayan a registrar la entrada. Se puede hablar con alguien de personal para que lo recoja.
General: Los nombres.
C.: No, pues el que nos está colaborando allá en el Consejo.
General: Pero es que para ir a mandarlo a recoger uno lo necesita.
C.: Villarraga.
El hijo de Villarraga
Fernando Villarraga: Coronel, con Fernando Villarraga, ¿está en su apartamento?
Coronel González: No, ya llegué al CRN.
F.V.: Necesitaba comentarle una cosita y estaba a dos cuadras de su apartamento y era personalmente.
C.: ¿Le queda muy difícil venir a donde yo estoy y lo mandó a recoger en la guardia?
F.V.: No, dónde es.
C.: En la PM13. Ahí después del club militar. Cogiendo la 50, en el club militar, sentido sur-norte.
F.V.: Pero que no me vayan a registrar.
(Otra llamada en la que González del Río habla con su esposa).
Esposa: Hola mi amor.
Coronel: Aquí contento con la noticia del médico.
E.: Te extraño tanto.
C.: Si Dios quiere en menos de 10 días estamos en la gloria. Ya falta poquito.