Las ocho víctimas de falsos positivos por las que mindefensa solicita perdón
Desde Villavicencio (Meta), el ministro de Defensa, Iván Velásquez, realiza un acto público de reconocimiento y solicitud de perdón ante los familiares de ocho víctimas de ejecuciones extrajudiciales entre 2002 y 2008 en Meta y Guaviare.
“Le agradezco, señor ministro, por venir a representar a las personas que deberían estar presentes”, dijo Blanca Nubia Batero, la madre de José Antonio Villegas Batero, dando la espalda frente al público y con un ramo de flores agarrado entre sus manos. Esta mujer, familiar de una víctima de ejecuciones extrajudiciales ocurridas en el marco de la política de Seguridad democrática durante los dos periodos presidenciales de Álvaro Uribe Vélez (2002-2008), le agradeció al actual ministro de Defensa, Iván Velásquez, el acto de solicitud de perdón que este 12 de octubre precedieron desde Villavicencio (Meta).
Como parte de las medidas simbólicas estipuladas en las sentencias de reparación directa de estos casos, el ministro de Defensa y el comandante del Ejército, Luis Mauricio Ospina, realizaron un acto público de reconocimiento y solicitud de perdón por las ejecuciones extrajudiciales. Las víctimas: José Antonio Villegas Batero, José Indalecio González Angulo, Yeiler Cubides Zuluaga, Ángel Gabriel Virgüez García, Aurelio Gallego Mancera, Adolfo Cárdenas Trujillo, Luis Enrique Montero y Luis Efraín Prada. A todos ellos, campesinos, el Ejército los asesinó y los hizo pasar como guerrilleros dados de baja en combate.
El Tribunal Administrativo del Meta declaró la responsabilidad de la Nación, el Ministerio de Defensa, y al Ejército Nacional por la ejecución extrajudicial de estas ocho personas; quienes, según el colectivo sociojurídico Orlando Fals Borda, quien representa a las víctimas, eran hombres de familias campesinas y humildes, que trabajaban cada día para darle bienestar a sus familias.
José Antonio Villegas Batero
Era un campesino de 25 años, reconocido por todos sus familiares y amigos como una persona alegre y sana, tanto física como mentalmente. “Nunca fue guerrillero, y pertenecía a la Junta de Acción Comunal (JAC) de la vereda Alto Chicamo”, dice su madre, Blanca Nubia Batero. El 19 de marzo de 2006, cuando Villegas se dirigía a la finca de un vecino, fue desaparecido forzosamente y asesinado en La Macarena (Meta). En el cementerio de ese mismo municipio fue inhumando como persona no identificada. El cuerpo del campesino fue apenas entregado de manera digna a sus familiares el 10 de mayo del 2013 y fue sepultado en el cementerio de Granada (Meta). Los hechos fueron perpetrados al mando del comandante Gilberto Rocha bajo la orden de Operaciones No Marte II del 18 de marzo de 2006.
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José Indalecio González Angulo
Era un joven de 23 años que trabajaba en una empresa de lácteos y vivía en el barrio Industrial de Villavicencio, del cual fue sacado mediante engaños, le ofrecieron una oferta de trabajo que era falsa. Desapareció el 9 de febrero del año 2002 y luego fue encontrado muerto en la finca La Llanerita, ubicada en la Vereda Buenos Aires, en San Martín (Meta). El hecho fue perpetrado por miembros del Batallón de Infantería número 21 en connivencia con grupos paramilitares, según confesión hecha por estos en Justicia y Paz. Indalecio fue entregado a sus familiares el 17 de diciembre de 2015.
Yeiler Cubides Zuluaga
El menor de 15 años fue retenido sin orden judicial en Mesetas (Meta) junto con su amigo José David Baquero Repiso, el 23 de junio de 2006, por integrantes de la Brigada Móvil número 12, quienes lo asesinaron y lo reportaron como integrante de las FARC. Los jóvenes fueron retenidos y trasladados hasta la base de patrulla, para que posteriormente fuese ordenada su ejecución. El joven fue entregado a su familia el siete de junio de 2017 en Villavicencio.
En contexto: Falsos positivos: entre el camino hacia el perdón y la revictimización de Uribe
Ángel Gabriel Virgüez García
Tenía 21 años y trabajaba el campo. Camino hacia un billar, el 27 de octubre de 2007, fue retenido junto con Elder Tolosa y Carlos Julio Gutiérrez en la vereda Loma Linda, ubicada en el municipio de Vista Hermosa (Meta). Los hechos fueron perpetrados por el Batallón de Contraguerrillas número 83. Los mismos soldados que participaron de las ejecuciones expresaron que el mismo Ejército les quitó la ropa que traían, para luego ser quemada y enterrada en un hueco; lo mismo fue hecho con sus documentos para no ser identificados, además de la alteración de sus cadáveres al ser colocados entre armamento y granadas. La entrega digna de su cuerpo se realizó el 29 de noviembre de 2022 y fue inhumado en el cementerio de Granada, Meta.
Aurelio Gallego Mancera
Acababa de prestar el servicio militar y trabajaba en construcciones, cuando a sus 25 años fue desaparecido y ejecutado. La noche del 8 de marzo de 2007, en Granada (Meta), fue visto por última vez tras salir a departir con algunos amigos en el salón de billar del pueblo. Los hechos fueron perpetrados por los miembros del Batallón de Infantería número 21, en medio de un supuesto fuego cruzado con la guerrilla de las FARC. El cuerpo de Gallego fue encontrado al día siguiente en el cementerio de Mesetas (Meta). El 27 de abril de este mismo año, la vivienda de su madre fue allanada por varios hombres que portaban botas militares, razón por la cual tanto ella como su familia se vieron obligadas a desplazarse para procurar su seguridad. La entrega digna de su cuerpo se dio apenas el 17 de diciembre de 2015 en Villavicencio.
Adolfo Cárdenas Trujillo
A sus 25 años, tras su captura sin orden oficial, el 28 de junio del año 2007 fue desaparecido y asesinado en la vereda El Danubio, de Puerto Rico (Meta). Integrantes de la Brigada Móvil número 4 simularon un enfrentamiento y lo asesinaron junto con otro joven. Luego, los enterraron en el cementerio de Granada como integrantes del ELN. Adolfo Cárdenas se encontraba desarmado e indefenso, no portaba uniforme al momento de su deceso ni armas, explica el colectivo que representa a la familia. Fue inhumado como persona no identificada en Granada (Meta) y su cuerpo fue entregado dignamente el día 4 de julio de 2007.
Luis Enrique Montero
El campesino de 34 años fue desaparecido forzosamente y ejecutado extrajudicialmente el 11 de octubre de 2003, junto con primo menor de edad, Miller Ortiz González, en la vereda Guapaya Medio, en Vista Hermosa (Meta). Los hechos fueron perpetrados por miembros del Batallón número 21 en conjunto con grupos paramilitares, que habrían allanado de manera violenta la finca familiar en la que se encontraban para ser arrastrados y recluidos en una de las escuelas aledañas, donde fueron amarrados y posteriormente colgados. Además de la tortura y el asesinato, los agentes armados también perpetraron amenazas a nivel sexual a los familiares que se encontraban con ellos, las insultaron y las agredieron; y les dijeron que no debían buscarlos porque terminarían igual, según explica su defensa. La entrega digna del cuerpo de Luis Enrique Montero fue el 13 de septiembre de 2013 en la ciudad de Villavicencio.
Luis Efraín Prada
Laboraba como motorista en una lancha que partía desde Miraflores, pero fue abordado por el Ejército, desaparecido y asesinado en el trayecto a la Vereda Villa Otilia (Guaviare) el 14 de marzo de 2008, a sus 30 años. Los hechos fueron perpetrados por el Batallón de Contraguerrillas número 86 y el hombre fue reportado como baja en combate. Los miembros del Ejército colocaron diversos tipos de armamento y granadas que supuestamente estaban bajo posesión de la víctima, entre estas varias pistolas en mal estado y algunas granadas que son de uso privativo de las Fuerzas Armadas. Fue entregado dignamente a su familia e inhumado su cuerpo en Miraflores (Guaviare).
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
“Le agradezco, señor ministro, por venir a representar a las personas que deberían estar presentes”, dijo Blanca Nubia Batero, la madre de José Antonio Villegas Batero, dando la espalda frente al público y con un ramo de flores agarrado entre sus manos. Esta mujer, familiar de una víctima de ejecuciones extrajudiciales ocurridas en el marco de la política de Seguridad democrática durante los dos periodos presidenciales de Álvaro Uribe Vélez (2002-2008), le agradeció al actual ministro de Defensa, Iván Velásquez, el acto de solicitud de perdón que este 12 de octubre precedieron desde Villavicencio (Meta).
Como parte de las medidas simbólicas estipuladas en las sentencias de reparación directa de estos casos, el ministro de Defensa y el comandante del Ejército, Luis Mauricio Ospina, realizaron un acto público de reconocimiento y solicitud de perdón por las ejecuciones extrajudiciales. Las víctimas: José Antonio Villegas Batero, José Indalecio González Angulo, Yeiler Cubides Zuluaga, Ángel Gabriel Virgüez García, Aurelio Gallego Mancera, Adolfo Cárdenas Trujillo, Luis Enrique Montero y Luis Efraín Prada. A todos ellos, campesinos, el Ejército los asesinó y los hizo pasar como guerrilleros dados de baja en combate.
El Tribunal Administrativo del Meta declaró la responsabilidad de la Nación, el Ministerio de Defensa, y al Ejército Nacional por la ejecución extrajudicial de estas ocho personas; quienes, según el colectivo sociojurídico Orlando Fals Borda, quien representa a las víctimas, eran hombres de familias campesinas y humildes, que trabajaban cada día para darle bienestar a sus familias.
José Antonio Villegas Batero
Era un campesino de 25 años, reconocido por todos sus familiares y amigos como una persona alegre y sana, tanto física como mentalmente. “Nunca fue guerrillero, y pertenecía a la Junta de Acción Comunal (JAC) de la vereda Alto Chicamo”, dice su madre, Blanca Nubia Batero. El 19 de marzo de 2006, cuando Villegas se dirigía a la finca de un vecino, fue desaparecido forzosamente y asesinado en La Macarena (Meta). En el cementerio de ese mismo municipio fue inhumando como persona no identificada. El cuerpo del campesino fue apenas entregado de manera digna a sus familiares el 10 de mayo del 2013 y fue sepultado en el cementerio de Granada (Meta). Los hechos fueron perpetrados al mando del comandante Gilberto Rocha bajo la orden de Operaciones No Marte II del 18 de marzo de 2006.
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José Indalecio González Angulo
Era un joven de 23 años que trabajaba en una empresa de lácteos y vivía en el barrio Industrial de Villavicencio, del cual fue sacado mediante engaños, le ofrecieron una oferta de trabajo que era falsa. Desapareció el 9 de febrero del año 2002 y luego fue encontrado muerto en la finca La Llanerita, ubicada en la Vereda Buenos Aires, en San Martín (Meta). El hecho fue perpetrado por miembros del Batallón de Infantería número 21 en connivencia con grupos paramilitares, según confesión hecha por estos en Justicia y Paz. Indalecio fue entregado a sus familiares el 17 de diciembre de 2015.
Yeiler Cubides Zuluaga
El menor de 15 años fue retenido sin orden judicial en Mesetas (Meta) junto con su amigo José David Baquero Repiso, el 23 de junio de 2006, por integrantes de la Brigada Móvil número 12, quienes lo asesinaron y lo reportaron como integrante de las FARC. Los jóvenes fueron retenidos y trasladados hasta la base de patrulla, para que posteriormente fuese ordenada su ejecución. El joven fue entregado a su familia el siete de junio de 2017 en Villavicencio.
En contexto: Falsos positivos: entre el camino hacia el perdón y la revictimización de Uribe
Ángel Gabriel Virgüez García
Tenía 21 años y trabajaba el campo. Camino hacia un billar, el 27 de octubre de 2007, fue retenido junto con Elder Tolosa y Carlos Julio Gutiérrez en la vereda Loma Linda, ubicada en el municipio de Vista Hermosa (Meta). Los hechos fueron perpetrados por el Batallón de Contraguerrillas número 83. Los mismos soldados que participaron de las ejecuciones expresaron que el mismo Ejército les quitó la ropa que traían, para luego ser quemada y enterrada en un hueco; lo mismo fue hecho con sus documentos para no ser identificados, además de la alteración de sus cadáveres al ser colocados entre armamento y granadas. La entrega digna de su cuerpo se realizó el 29 de noviembre de 2022 y fue inhumado en el cementerio de Granada, Meta.
Aurelio Gallego Mancera
Acababa de prestar el servicio militar y trabajaba en construcciones, cuando a sus 25 años fue desaparecido y ejecutado. La noche del 8 de marzo de 2007, en Granada (Meta), fue visto por última vez tras salir a departir con algunos amigos en el salón de billar del pueblo. Los hechos fueron perpetrados por los miembros del Batallón de Infantería número 21, en medio de un supuesto fuego cruzado con la guerrilla de las FARC. El cuerpo de Gallego fue encontrado al día siguiente en el cementerio de Mesetas (Meta). El 27 de abril de este mismo año, la vivienda de su madre fue allanada por varios hombres que portaban botas militares, razón por la cual tanto ella como su familia se vieron obligadas a desplazarse para procurar su seguridad. La entrega digna de su cuerpo se dio apenas el 17 de diciembre de 2015 en Villavicencio.
Adolfo Cárdenas Trujillo
A sus 25 años, tras su captura sin orden oficial, el 28 de junio del año 2007 fue desaparecido y asesinado en la vereda El Danubio, de Puerto Rico (Meta). Integrantes de la Brigada Móvil número 4 simularon un enfrentamiento y lo asesinaron junto con otro joven. Luego, los enterraron en el cementerio de Granada como integrantes del ELN. Adolfo Cárdenas se encontraba desarmado e indefenso, no portaba uniforme al momento de su deceso ni armas, explica el colectivo que representa a la familia. Fue inhumado como persona no identificada en Granada (Meta) y su cuerpo fue entregado dignamente el día 4 de julio de 2007.
Luis Enrique Montero
El campesino de 34 años fue desaparecido forzosamente y ejecutado extrajudicialmente el 11 de octubre de 2003, junto con primo menor de edad, Miller Ortiz González, en la vereda Guapaya Medio, en Vista Hermosa (Meta). Los hechos fueron perpetrados por miembros del Batallón número 21 en conjunto con grupos paramilitares, que habrían allanado de manera violenta la finca familiar en la que se encontraban para ser arrastrados y recluidos en una de las escuelas aledañas, donde fueron amarrados y posteriormente colgados. Además de la tortura y el asesinato, los agentes armados también perpetraron amenazas a nivel sexual a los familiares que se encontraban con ellos, las insultaron y las agredieron; y les dijeron que no debían buscarlos porque terminarían igual, según explica su defensa. La entrega digna del cuerpo de Luis Enrique Montero fue el 13 de septiembre de 2013 en la ciudad de Villavicencio.
Luis Efraín Prada
Laboraba como motorista en una lancha que partía desde Miraflores, pero fue abordado por el Ejército, desaparecido y asesinado en el trayecto a la Vereda Villa Otilia (Guaviare) el 14 de marzo de 2008, a sus 30 años. Los hechos fueron perpetrados por el Batallón de Contraguerrillas número 86 y el hombre fue reportado como baja en combate. Los miembros del Ejército colocaron diversos tipos de armamento y granadas que supuestamente estaban bajo posesión de la víctima, entre estas varias pistolas en mal estado y algunas granadas que son de uso privativo de las Fuerzas Armadas. Fue entregado dignamente a su familia e inhumado su cuerpo en Miraflores (Guaviare).
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